Desastre Perfecto

Luke Weston

Dicen que todo tiene su por qué, o su objetivo, y yo no le encontraba sentido a mi vida libre, despreocupada, la que vivo día a día sin importar nada, sin rutinas, sin horarios, solamente dejo que fluya, pero el destino es caprichoso y muy molesto a veces, siempre hace una de sus jugadas, como si jugará poker, o un simple y sencillo juego de mesa.

Un día se acaban las vacaciones, y regresas a la universidad a tu tormento lleno de rutina y horarios, algo que va en mi contra ya que odio la rutina, los horarios o planificar un día cualquiera.

Mi padre como siempre haciendo de las suyas, me hizo volver a Stanford, en lugar de ir a la misma universidad con Lion mi hermano mellizo, me moleste y el fue conmigo para asegurarse que llegara, aunque lo bueno, o lo mejor que me pasó ese día fue toparme con ella, su melena castaña, sus ojos grises con destellos verdes, piel blanca, un moño mal echo se veía tan tierna, pero lo mejor era que es mi compañera de piso, esa mujer hermosa, es mi compañera y hay algo en esos grises que me atraen como un loco obsesionado, si desde ese día que la despertaron nuestros gritos, se veía tan tierna recién levantada, me obsesiono su mirada, me gusta ella, después sin pedírselo me cuido por las noches, velo mis sueños y también fui un completo idiota con ella, por poco y la pierdo, antes de ella jamás sentí celos de nadie, hasta que la oí decirle a Eros que se había quedado en la residencia de su compañero de trabajo, sentí celos, pero sabía que estaba de más reclamarle algo, después de como la trate, estaba en su derecho de estar molesta, pero me dió miedo por primera vez, si tenía miedo de que le gustará alguien más, o se alejará de mi, y hasta hoy en día me sigue dando miedo, no sé cómo llevar una relación, que hacer y que no, lo único que se, es que no puedo ver a otra, como a ella, por qué mis ojos solo quieren ver esos grises, esa sonrisa que me derrite, oir solo su voz, su risa, esa que me llena el alma, solo ella puede calmar mis demonios, y hoy por poco y la volvía a cagar, pero no puedo perderla, no haré nada para dañarla, la quiero en mi vida siempre, puedo jurar que ella es el amor de mi vida.

—Te juro que Ana jamás me interesará, y jamás te cambiaría por ella, tu si vales la pena para arriesgarme y dar todo solo por tenerte a mi lado —le susurré al oído, senti como se estremeció todo su cuerpo.

—Odio verte con ella, con cualquier otra, no soporto ver que te abracen —su voz salió en un susurró, su aliento con aroma a alcohol golpeó mi rostro, su puchero me hizo sonreír, la hacía verse tierna, y joder a eso jamás podría negarme, esa carita que pone, está mujer me vuelve loco, me tiene rendido a sus pies, con solo mirarme o sonreír.

—Solo soy tuyo Prescott.

—Me lo juras Weston

—Te lo juro mi amor —la ví sonreír feliz y me beso, le respondo el beso, y ella rodea sus manos sobre mi cuellos y yo rodeo las mías en su cintura, siento como si todo desapareciera a nuestro alrededor, se siente tan bien esto, tan perfecto, que parece un simple sueño, un sueño del cual no quiero despertarme nunca, quiero estar a si con ella por el resto de mi vida.

Sin despedirnos de nadie, nos fuimos a la residencia y nos encerramos en mi habitación, la coloque sobre la cama con cuidado, vuelvo a besarla, ella sonreía, y me abrazaba pegandome a ella, "mi amigo" reaccionó de inmediato, algo nuevo, reí para mí, la bese, ella subió la intensidad del beso, y en segundos la ropa estorbaba, termino regada por toda la habitación, todo desapareció, todo miedo, preocupación, duda, todo se había ido, está vez no era solo s3xo, era hacer el amor con la chica que tiene mi corazón en sus manos, la única que tiene el poder de destruirlo y reponerlo, la única que es dueña de mi existencia.

Entre besos, caricias, y gemidos nos entregamos por completo, llenando la habitación de nuestros gemidos, y de placer, esto no era solo atracción, era algo más fuerte, no se si esto es amor de verdad, jamás me e enamorado, jamás e visto a una mujer, como a Camí, solo ella a logrado hacerme dudar sobre mis ideas sobre el amor, ya que cupido y yo siempre fuimos enemigos, hasta que me la puso frente a mi y no falló la flecha, por qué ella es para mi, y yo soy solo para ella.

—Soy solo tuyo Prescott.