Caído En Desgracia!

Paso el tiempo lentamente, como si me estuviera torturando. Cada día que pasaba me sentía más ansioso. Mi padre, al parecer, no recordó lo que pasó esa noche, así que no dijo nada. La vida siguió su rumbo como siempre.

Mi rutina monótona también continuó. Me levantaba después de una noche de insomnio, ya que hasta las pesadillas habían dejado de atormentarme. El monstruo había desaparecido.

En el colegio, todo parecía igual. Mis compañeros me miraban con desprecio y estaban atentos a mis movimientos, pero ya no se interesaban por mí. Por otro lado, el único cambio fue que, por alguna razón, Nohan no dejaba de mirarme. Era incómodo, ya que yo había decidido dejar mis sentimientos atrás.

Un día, precisamente un lunes, el día de la semana que más odiaba, todo cambió. Alex y sus amigos entraron en medio de la clase y me agarraron del brazo.

"Theo, ¿qué tal si vamos a jugar un rato?", dijo Alex con una sonrisa burlona.

El maestro no dijo nada, ya que le tenían miedo a Alex y sus amigos. Eran unos patanes, escorias humanas, a los que ni sus padres querían. Siempre ejercían maldad y se metían con aquellos que consideraban más débiles.

Yo personalmente conocía su maldad. El rostro de Alex se quedaría marcado de por vida en mi mente. No me sería extraño que el "monstruo" de mis pesadillas tomara la forma de él.

Porque odiaba la cara asquerosa de ese bastardo, junto con sus amigos. Para mí, no eran más que basura. El hecho de que les permitiera golpearme era solo por egoísmo mío, ya que creía que lo merecía. Pero ver la cara de esos malditos revolvía mi estómago.

Creí que Alex me miró a través de mí, porque sin preámbulos me agarró contra la pared, ejerciendo fuerza en mi entrepierna, y golpeando mi cabeza contra la pared con mayor fuerza. Quizás el golpe hizo que mi cabeza se entumeciera, pero sentía la cabeza caliente. Mi mente estaba en blanco, pero el dolor que venía de mi entrepierna al ser presionada era aún mayor.

En mi oído escuché las desagradables palabras de burla que me decía Alex y sus amigos...

"Vaya, si que eres asqueroso. Tus piernas aprietan fuertemente, es como si quisieras que te frotara fuertemente la entrepierna."

"¿Cómo eres gay? ¿Estás bien con cualquiera, verdad?".

Los demás chicos se reían haciendo insinuaciones depravadas.

"Cogételo, Alex, después de todo, si es gay, eso es lo que le debe gustar."

"No hay problema si no lo haces tú, después tú y el pequeño Theo tienen una relación estrecha."

"Dicen que los hombres suelen ser suaves, iguales que una chica. ¿Qué tal si lo compruebas?".

Aunque estaba casi inconsciente, podía escuchar lo que decían. No podía permitir que siguieran hablando estupideces. Así que, con toda la poca fuerza que me quedaba, intenté empujar a Alex desde atrás.

Sin embargo, como él me tenía sometido, no pude. En cambio, empeoré la situación. Alex se emocionó por el repentino roce que tuvo con sus genitales al chocar con la parte trasera de mí. Ya que su cuerpo se frotó contra el mío, teniendo una interacción indirecta cuerpo a cuerpo de sus partes íntimas, lo que hizo que el cuerpo de Alex reaccionara. Su miembro se levantó, dándole una erección vergonzosamente delante de sus amigos.

Alex, avergonzado y enojado, maldijo mientras sus amigos se burlaban de él por haberse relacionado con el cuerpo de un hombre. Alex, al estar enojado, me culpó a mí, diciendo sandeces como que yo lo había hecho a propósito.

Aproveché esa oportunidad para intentar escapar, pero, como era sabido, no lo logré, porque Alex me ...me sostenía con fuerza. Alex echó a sus amigos del lugar, diciéndoles que no dijeran nada y que él no podría volver por su vergonzosa erección. Sus amigos se fueron en burlas.

En ese ambiente, en el que solo estábamos él y yo, la tensión creció. Yo quería irme de ese lugar, me sentía asqueroso y no quería estar allí. Por supuesto, yo sentía miedo y vergüenza al peligro que era quedarme con Alex solo. Él era mucho más alto y fuerte que yo, así que no sería fácil deshacerme de él. Me encontraba en una situación desventajosa y vergonzosa.

Me pregunté cómo reaccionaría Nohan si me viera de esa manera. Eso me dio ganas de llorar, y mi cuerpo empezó a temblar. Alex, al verme a la cara, perdió el control de sí mismo y, ejerciendo fuerza, me agarró del cuello y de las caderas, pegando sus genitales a mí. Se empezó a frotar desesperadamente, lo que me dio miedo y asco. Nunca en mi vida había experimentado algo así. Podía sentir claramente la cosa moviéndose frenéticamente en mi parte trasera. Quería huir, quería desaparecer.

Así que, con todas mis fuerzas, intenté quitármelo de encima. En mi intento, nuevamente empujé con fuerza hacia atrás, golpeando bruscamente la parte inferior de Alex, haciendo que Alex cediera un poco y perdiera fuerzas. Logré escapar, pero Alex rápidamente me agarró del brazo.

"Dime, ¿de qué mierdas hablas ahora, maldito loco depravado? Suéltame ahora mismo", le dije.

"Y si no lo hago, ¿qué? No pasará nada, porque el pequeño Theo no tiene a nadie. No tienes amigos, y tu familia es un desastre. Crees que no lo sé. Así que, Theo, si no quieres que te golpee y te mate, será mejor que cedas ahora que estoy siendo complacido", me respondió.

"¿De qué hablas? Estás enfermo. Te la pasas reprochando que sea gay, pero por un simple roce te pones así. Eso es la prueba más grande de que eres un asqueroso, que se excita con cualquier cosa que respire", le dije.

Alex no respondió, pero estaba sumamente enojado. Se lanzó hacia mí para golpearme, su cara daba mucho miedo. Sin embargo, fue interrumpido por la voz de un grupo de maestros. Aunque Alex no les tuviera miedo, sabía muy bien que, si lo encontraban de esa manera, Alex no tendría excusa que decir. Me soltó, pero sabía que esto no se quedaría así.

Así que corrí desesperadamente a un lugar al que él no pudiera encontrarme, me escondí como una rata, por más de 5 horas. No sabía qué hacer, tenía miedo, y me sentía asqueroso y sucio.