En un tranquilo pueblo rodeado de montañas, Martín, un chico alto y reservado, siempre ha creído que su altura lo separa del mundo que lo rodea. Sofía, en cambio, pequeña pero llena de energía, ve el mundo desde una perspectiva completamente diferente. Un inesperado encuentro entre ellos hará que dos mundos opuestos se entrelacen de formas que ninguno imagina. Lo que comienza como un simple gesto de ayuda, pronto desatará emociones que pondrán a prueba sus propios límites. ¿Hasta dónde pueden llegar dos personas que ven la vida desde alturas tan distintas?
NovelToon tiene autorización de Litio para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 10: Reflexiones bajo las estrellas.
La noche había caído sobre el tranquilo pueblo, y el cielo estaba adornado con un manto de estrellas que parpadeaban suavemente. Martín se encontraba en su habitación, acostado en la cama con las luces apagadas, sumido en un mar de pensamientos. La conversación con Sofía en el café había dejado una impresión profunda en él, pero aún sentía la necesidad de procesar sus emociones.
Mientras miraba hacia el techo, su mente no podía dejar de regresar al mensaje que había recibido de Tomás sobre la fiesta y el malentendido que había seguido. Se preguntaba cómo había llegado a este punto, dónde los sentimientos se habían enredado en confusión y dudas.
Decidido a aclarar sus pensamientos, Martín se levantó de la cama y salió al patio trasero de su casa. El aire fresco de la noche y el brillo de las estrellas proporcionaron el escenario perfecto para una introspección necesaria. Caminó lentamente hacia una tumbona y se recostó, mirando el cielo estrellado.
En el pueblo, la vida seguía su curso tranquilo. Las luces de las casas parpadeaban en la distancia, y el sonido ocasional de los grillos llenaba el aire. Martín estaba acostumbrado a este paisaje nocturno, pero esta noche sentía que las estrellas tenían algo que decirle.
Mientras estaba acostado en la tumbona, Martín pensaba en Sofía, en sus reacciones, y en cómo sus inseguridades habían contribuido al malentendido. Se dio cuenta de que, aunque había estado intentando mantener sus sentimientos bajo control, la verdad era que sus emociones por Sofía se estaban volviendo más intensas de lo que había anticipado.
La conversación con su amigo Tomás había sido un punto de inflexión. Tomás había notado la distancia entre Martín y Sofía y le había hablado sobre la importancia de enfrentar los sentimientos en lugar de huir de ellos. El consejo de Tomás resonó en Martín como un eco persistente.
— ¿Qué es lo que realmente siento? — se preguntó Martín en voz alta. — ¿Cómo puedo estar seguro de lo que quiero si me dejo llevar por el miedo y la inseguridad?
De repente, su teléfono vibró con un mensaje. Era de su amigo Pedro, que había estado intentando animarlo desde el principio de todo el torbellino emocional. El mensaje decía: “Hey Martín, ¿quieres salir a dar una vuelta? Creo que necesitas despejarte un poco. La noche está perfecta para reflexionar.”
Martín sonrió ante el mensaje. A pesar de su reticencia inicial, decidió aceptar la invitación de Pedro. Se vistió rápidamente y salió de casa, sintiéndose agradecido por tener amigos que se preocupaban por él.
Pedro estaba esperando en su camioneta en la entrada de la casa de Martín. Al verlo llegar, Pedro le dio una sonrisa y una palmada en la espalda.
— ¡Vamos, amigo! — dijo Pedro. — Salgamos a dar una vuelta. No te preocupes, la noche está llena de sorpresas.
Juntos, condujeron hacia las afueras del pueblo, hacia un pequeño mirador en lo alto de una colina. El lugar ofrecía una vista panorámica del paisaje nocturno. Al llegar, Martín y Pedro se bajaron del vehículo y caminaron hacia el mirador.
— Este lugar siempre ha sido uno de mis favoritos para pensar — dijo Pedro. — Mira el cielo. A veces, ver las estrellas puede hacer que todo parezca más claro.
Martín miró hacia el horizonte, donde las estrellas brillaban con una intensidad casi mágica. El paisaje nocturno parecía ser una metáfora perfecta para su estado emocional: vasto, complejo, y lleno de posibilidades.
— Gracias por hacerme salir — dijo Martín, respirando profundamente el aire fresco. — Necesitaba un cambio de perspectiva.
Pedro asintió, sabiendo que su amigo estaba lidiando con algo importante.
— Hablame, Martín. ¿Qué está pasando? — preguntó Pedro, mirando a Martín con preocupación.
Martín empezó a relatar los eventos recientes: el malentendido con Sofía, sus sentimientos confusos, y la dificultad de manejar la situación. A medida que hablaba, sus palabras fluían como un río desbordado, revelando la profundidad de su angustia y la confusión que sentía.
Pedro escuchaba atentamente, asintiendo de vez en cuando. Cuando Martín terminó de hablar, Pedro tomó un momento antes de responder.
— A veces, lo que necesitamos es simplemente enfrentar nuestros miedos — dijo Pedro. — No se trata de ser perfecto o de tener todas las respuestas. Se trata de ser valiente y honesto contigo mismo y con los demás. Si te importa Sofía, es hora de que lo digas. No dejes que el miedo a lo desconocido te detenga.
Las palabras de Pedro resonaron en Martín. Aunque el consejo era simple, el impacto fue profundo. Martín se dio cuenta de que había estado dejando que sus inseguridades lo mantuvieran alejado de lo que realmente deseaba.
— Tienes razón — dijo Martín. — He estado evitando enfrentar mis sentimientos y comunicarme claramente. No puedo seguir así.
Mientras observaban las estrellas, Martín sintió una renovada determinación. Sabía que tenía que enfrentar sus miedos y ser honesto tanto con Sofía como consigo mismo. No podía seguir permitiendo que los malentendidos y la confusión interfirieran en su vida.
Al regresar a casa, Martín se sentía aliviado y con una nueva perspectiva. Decidió que al día siguiente buscaría a Sofía para hablar con ella y aclarar todo. Aunque el camino hacia la resolución no sería fácil, sentía que estaba listo para enfrentar la verdad y buscar una solución.
..."Estrellas de Verdad"...
En la calma de la noche estrellada,
donde el cielo se viste de misterio,
se desvelan los sueños y las dudas,
en el silencio de un mundo sincero.
Las estrellas, testigos de nuestro viaje,
brillan con luz clara y constante,
y en su resplandor, encontramos coraje,
para enfrentar lo que nos parece distante.
El miedo se disuelve en la brisa nocturna,
y la verdad se revela en el firmamento,
donde el corazón encuentra su fortuna,
y el alma se libera de todo tormento.
Así, bajo el manto de estrellas luminosas,
descubrimos lo que realmente somos,
y en el horizonte de esperanzas y rosas,
nos vemos a nosotros mismos, nos reconciliamos.