Yo Te Cuido

Luego de ordenar su habitación Elizabeth hablo.

- Danilo ¿puedo pedirte algo?-

- Lo que tú quieras-

- quisiera tener los sábados libres, se que soy enfermera a tiempo completo, pero tú ya estás mejor y...-

Danilo recordó la ropa interior y no pudo evitar pensar que quizás la usaría para alguien más, por lo que dijo.

- ¿Tu novio a regresado?.

- ¿Quien?- dijo ella, pero enseguida recordó, -hay Danilo... ya sabes que era mentira-

- ¿ y porque mentiste?- interrogó Danilo

- Danilo ¿ que tiene que ver mi día libre con eso?-

- contestame o no tendrás tu día libre- presionó Danilo, mientras la miraba desde el sillón

- bien, quería mantener la distancia, ahora lo sabes- dijo ella levantándose de la cama acomodando unas cosas de su mesa de luz.

- ¿porque?-

- hay Danilo eres insufrible, está bien no me des nada,- y haciendo burla dijo -" lo que tu quieras"- , a lo que Danilo sonrió, pero eso hizo enojar más a Elizabeth.

- sal de mi habitación, ahora- ordenó Elizabeth de forma fría

y se dirigió a la puerta para abrirla, pero Danilo fue más rápido y tomando a Elizabeth, la colocó sobre la puerta, apoyando su manos en los costados de ella sin tocarla.

- ¿ que haces? pregunto la mujer algo intranquila

- ¿ quieres un día libre?

- si- Contestó Elizabeth confundida.

- dame un beso y te daré un día libre-

- claro que no ¿sal de mi cuarto ahora mismo - volvió a ordenar Elizabeth mientras bajaba su cabeza trato de escapar pero él la sostuvo y no le permitió huir.

- vamos Elizabeth, es solo un beso, un simple beso y nada más-.

- sabes que todo esto es inapropiado ¿no?-

- no, no lo es-.

- si, CLARO que lo es, es MUY inapropiado-

- dame un beso- volvió a pedir Danilo.

Elizabeth rodó sus ojos y suspiro

- bien ¿si te doy un beso me dejaras tranquila y te irás de mi habitación?

- si por supuesto- dijo el hombre entusiasmado.

- ¿y tendré mi día libre? volvió a preguntar la enfermera.

- solo desde la mañana a la tarde, antes del atardecer, un día de semana y debes estar aquí para cenar-

- ¡¡pareces mí papá!!,- Danilo sonrió y Elizabeth prosigo hablando -bien te daré un beso, solo uno y te conformas, no quiero quejas-

- no las habra-

- bien, cierra los ojos- pidió Elizabeth y Danilo los cerró Elizabeth se dispuso a darle un beso en la mejilla, lo haría rápido para no darle tiempo a nada.

Por un tiempo Danilo le había reclamado que ella saludaba con un beso a Pedro, pero se mantenía distante con él, por lo que pensó que un beso en la mejilla lo dejaría satisfecho.

Elizabeth por dentro contó -uno, dos, tres- y rápidamente se dirigió a la mejilla de Danilo, quien al sentir que ella se movía abrió los ojos y tomándola del rostro la beso, Elizabeth por la sorpresa abrió grande los ojos y un poco la boca acción que Danilo no desaprovechó profundizando el beso, luego la soltó y abriendo la puerta le dijo,

-tienes los lunes libre de 9 a 17 hs.

y salió del cuarto con una gran sonrisa - si bien ella no había respondido tampoco lo había rechazado aunque seguro no esperó ese movimiento de su parte -, pensó Danilo que ahora deseaba obtener mucho más de ella.

En la habitación Elizabeth se quedó parada en el mismo lugar por unos minutos pensando en ¿que había pasado? su corazón latía fuertemente y sus piernas y manos temblaban, sabía que todo lo que pasó le había gustado pero no podía admitirlo, aunque el sabor de sus labios, el exquisito sabor de sus labios aún se sentía en su boca, - que estoy pensado, esto no puede pasar, todo está mal ¿ahora que haré?-. Pensó Elizabeth y salió en busca de Danilo.

- Mariel ¿has visto a Danilo ? pregunto la mujer aún intranquila

- ¿estas bien Elizabeth?- pregunto Mariel, era evidente que algo le pasaba.

- si Mariel, solo busco a Danilo-

- está en su cuarto- contesto Mariel, era evidente que algo suspendía ente ellos.

- gracias Mariel-.

Elizabeth camino hacia la habitación de Danilo tomo el picaporte para entrar pero se detuvo, luego se decidió a golpear la puerta, pero no lo hizo, se sentía insegura, cuando comenzó a guiar para irse la puerta se abrió de golpe. Elizabeth vio a Danilo parado en la puerta y no supo que decir.

- yo.. yo solo quería-

- viniste por más, solo tienes que decirlo porque yo si quiero más- dijo Danilo con una amplia sonrisa.

Elizabeth nuevamente abrió los ojos grandes y un poco la boca asombrada por lo que estaba escuchando.

- estoy confundido ¿ tu expresión quiere decir que si o que no?

Elizabeth reacción y dijo.

- mi expresión quiere decir ¿QUE TE SUCEDE DANILO??

Dijo Elizabeth en un fuerte tono.

- ¿que me sucede? te dije que me gustabas y dijiste que era porque no salía y eras la única mujer que veía, bien ahora sí salgo y ya no eres la única mujer que puedo ver, pero si eres la única que quiero ver todo el tiempo y te lo demostraré en los siguientes días, ahora sí me permites iré a ducharme, a no ser ¿que quieras acompañarme?

Elizabeth seguía con su cara de asombro, no podía creer que Danilo fuera tan descarado y se quedó sin palabras por lo que Danilo agrego.

- bien era lo que pensaba, ahora ve y prepárate iremos a cenar-

y Danilo cerró la puerta dejando a Elizabeth sin saber que hacer ni que decir, por lo que fue a su cuarto se cambió de ropa en forma automática tomo su bolso y se dirigió a la sala, donde Danilo ya la estaba esperando.

- vamos-

dijo Danilo y se dirigió al auto, no quería darle lugar a qué reaccioné o se arrepienta y se valla.

Al llegar al auto, Danilo abrió la puerta para que ella entrara y luego subió él, quien manejaría en esta oportunidad. El auto comenzó a andar y nadie dijo nada, la cabeza de Elizabeth se encontraba alborotada y no podía pensar bien. En cambio Danilo no hablaba pues no sabía que decir.

Las calles iban pasando y los edificios fueron desapareciendo para darle lugar a casas bajas y luego, por unos minutos solo se veían árboles.

Llegaron a un enorme portón, Danilo saco un aparatito y luego de presionar un botón el portón se abrió dejando ver una propiedad rodeada de altos pinos, se bajaron del auto, el aroma de los arboles inundaba el lugar, se sentía un ambiente húmedo y natural, frente a ellos una enorme cabaña de madera con grandes ventanales se levantaba, el ambiente era muy tranquilo y transmitía paz. Danilo tomo la mano de Elizabeth, juntos atravesaron la vivienda y llegaron a una terraza donde pequeñas luces iluminaban el lugar, en el medio una hermosa mesa estaba servida y más allá un tranquilo lago donde la luna se reflejaba, era una vista realmente bella, algo que Elizabeth jamás había visto.

Danilo aún sostenía la mano de Elizabeth quien hasta ahora había actuado de forma automática pero al ver esa hermosa propiedad, una gran sonrisa se formó en su rostro, Danilo al observar está acción, sus ojos se iluminaron, por primera vez había podido provocar algo en Elizabeth, la esperanza colmo a Danilo y su corazón latió fuertemente. Sin decir nada camino hacia la mesa y corrió una silla para que Elizabeth se sentará, ella lo miro por unos segundos y luego camino y se sentó en la silla que le había ofrecido, Danilo estaba muy feliz, este era un gran paso para él, temía que Elizabeth lo rechazará y ya no hubiera vuelta atrás, pero todo estaba saliendo bien aunque el miedo por decir algo y arrimarlo todo lo consumia.

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