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Una Flor En Un Mundo De Espinas

Una Flor En Un Mundo De Espinas

Status: En proceso
Genre:Amor prohibido / Maltrato Emocional / Malentendidos / Amor-odio
Popularitas:26.2k
Nilai: 5
nombre de autor: AMZ

Elena, la preciosa princesa de Corté, una joya, encerrada en una caja de cristal por tanto tiempo, y de pronto es lanzada al mundo, lanzada ante los ambiciosos, los despiadados, y los bárbaros... Pureza destilada ante la barabrie del mundo en que vivía. ¿Que pasará con Elena? La mujer más hermosa de Alejandría cuando el deseo de libertad florezca en ella como las flores en primavera. ¿Sobrevivirá a la barbarie del mundo cruel hasta conseguir esa libertad que no conocía y en la cuál ni siquiera había pensado pero ahora desa más que nada? O conciliará que la única libertad certera es la muerte..

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Capitulo 2

Al extremo opuesto de Cortés, en el sur, se encontraba el Ducado Monterreal. El actual regente de dicho Ducado, Caelan Monterreal, era considerado el polo opuesto de Franco Cortés, aunque, en realidad, no eran tan diferentes. Ambos compartían una ambición común, el trono de Alejandría.

La noticia del nacimiento de Elena y la negativa del Duque Franco a presentarla en sociedad había llegado, como un rumor interesante, hasta los oídos del Duque Monterreal. Al escucharlo, el hombre de cabello negro azabache y ojos penetrantes soltó una carcajada cruel, que resonó en la sala antes de que hablara en tono despectivo.

—¡Cualquier desgracia que le ocurra a ese bastardo de Cortés es motivo de celebración! —exclamó Monterreal, mientras un brillo malicioso cruzaba sus ojos—. ¡Sírvame una copa! Brindaré por su esposa muerta. Aunque no sé si ese hipócrita está realmente triste... puedo imaginar su repugnante cara fingiendo dolor.

Después de regocijarse un momento, el Duque se detuvo. Su sonrisa se desvaneció rápidamente, dejando paso a una expresión de reflexión.

—Una hija... Tanto alboroto y misterio. Claro que nada de esto es casualidad. ¿Qué truco estará preparando ese bastardo?

De repente, la atmósfera en la sala se volvió más seria. El Duque hizo una señal y, en cuestión de segundos, un hombre de rostro cubierto apareció en la oficina. Sin perder tiempo, Monterreal dio sus órdenes con voz firme y autoritaria.

—Quiero saber todo sobre la recién nacida de Cortés. Averigua si esos rumores son ciertos o si ese bastardo ha recordado que es humano y siente aprecio por su hija. Sea lo que sea, quiero conocer hasta el último detalle. Y recuerda, fallar es igual a morir.

Con el paso de los días, la negativa de Franco Cortés a mostrar a su hija Elena comenzó a generar una ola de rumores y especulaciones entre los nobles. La curiosidad se transformó en obsesión, y cada conversación en los salones giraba inevitablemente en torno a la pequeña que nadie había visto.

La mansión Cortés, habitualmente un bastión de discreción, se convirtió en el centro de atención. Los nobles susurraban teorías sobre los motivos del Duque. Algunos decían que la niña tenía una apariencia extraordinaria; otros, que había algo terriblemente mal en ella. La incertidumbre alimentaba la imaginación de todos.

En un elegante salón de la casa del Marqués de Salinas, un grupo de nobles discutía los últimos acontecimientos. La conversación, como era de esperarse, pronto se centró en la hija del Duque Cortés y su misteriosa reclusión.

—Es evidente que el Duque oculta a la pequeña por alguna razón —comentó la Condesa de Valera, tomando un sorbo de vino.

—Ese hombre, tan aferrado a las tradiciones de la nobleza, ha decidido ignorar la más básica de todas, presentar a un nuevo miembro de su familia—apuntó el Vizconde de Morella—. ¿Qué razones podría tener?

—La mayoría de nosotros quiere ver a la niña. ¿Podría ser una estrategia para generar expectativa? —preguntó la Baronesa de Lúria.

El Marqués de Salinas se inclinó hacia adelante, su voz baja y conspiradora.

—Quizás esté jugando un juego más profundo de lo que imaginamos. Tal vez quiere que todos nos obsesionemos, para luego revelarla de manera que le otorgue alguna ventaja.

—Eso es arriesgado —replicó la Condesa—. Pero, viniendo de Franco Cortés, no sería sorprendente. Esa niña tiene mucho valor; todos querrán tenerla como nuera. Las alianzas más poderosas se forjan a través del matrimonio.

Mientras tanto, en la mansión Cortés, el Duque observaba con ligera satisfacción cómo sus decisiones estaban generando el efecto deseado. El misterio alrededor de Elena crecía cada día más. En un mundo donde la percepción lo era todo, mantener a su hija oculta la convertía en un objeto de intriga y deseo. Cada movimiento que hacía Franco estaba calculado para aumentar el poder de su familia.

En ese momento, Devon, el pequeño maestro del Ducado, regresaba a la mansión tras haber pasado varios meses en otro territorio, recibiendo clases. Al cruzar el umbral, no mostró ninguna emoción visible. Había escuchado los rumores sobre lo sucedido con Cecilia, pero no parecía afectado.

Mientras caminaba por el pasillo del segundo piso, un sonido peculiar llamó su atención. Era un gruñido diminuto, suave, casi inaudible. Intrigado, Devon siguió el sonido hasta una puerta entreabierta. Se detuvo en seco al reconocer la habitación que Cecilia había preparado para el bebé. Por un instante, consideró marcharse, pero algo lo detuvo.

Empujó la puerta con curiosidad y entró.

La habitación estaba decorada en tonos blancos, con muebles y cojines perfectamente ordenados. En el centro, una gran cuna cubierta con suaves cortinas dominaba el espacio. El pequeño gruñido se escuchó nuevamente. Devon se acercó, con pasos ligeros.

Al llegar a la cuna, apartó las cortinas con manos ansiosas. Lo que vio lo dejó sin aliento. Allí, envuelta en suaves mantas, estaba su nueva hermana. Pequeña, con cabello rubio, largas pestañas doradas y unos ojos grandes y azules como el cielo despejado. Sus mejillas rosadas y regordetas le daban una expresión de absoluta serenidad.

Devon, sorprendido por la belleza de la pequeña, murmuró una sola palabra.

—Bonita...

La doncella encargada de cuidar a Elena regresó a la habitación con un biberón y encontró a Devon observando a su hermana. Sonrió al verlo.

—Bienvenido, joven maestro.

Devon no respondió; su atención seguía fija en Elena.

—Es preciosa —afirmó la doncella, acercándose a la cuna.

Finalmente, Devon rompió su silencio.

—Es mía —susurró, con una intensidad que heló la sangre de la doncella.

—Disculpe, joven maestro, ¿a qué se refiere? —preguntó ella, confundida.

Devon repitió con mayor convicción.

—Ella es mía.

La doncella rió, asumiendo que se trataba de la inocencia de un niño.

—Las personas no son propiedad, joven Duque. La princesa es su hermana, es igual a usted.

Devon giró su mirada hacia la doncella. A pesar de su apariencia infantil, había algo inquietante en sus ojos rojos.

—No se parece a mí ni a mi padre —replicó él, casi desafiante.

La doncella trató de explicarle.

—Es porque la princesa se parece a su madre, la Duquesa Cecilia.

Devon, sin vacilar, contestó con una firmeza que no correspondía a su edad.

—Mi padre dijo que todo lo que pertenece a Cortés me pertenece. Ella pertenece a Cortés, por lo tanto, es mía.

La doncella sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Las palabras de Devon estaban cargadas de una autoridad inquietante. Tratando de convencerse de que solo era un niño, forzó una sonrisa.

—Sí, joven maestro... algún día todo lo que pertenezca a Cortés será suyo.

Satisfecho, Devon volvió su atención a Elena. Observó a su hermana con una intensidad perturbadora, acariciando suavemente el borde de la cuna, como si confirmara su posesión.

La doncella continuó en silencio, alimentando a Elena, mientras su mente se llenaba de confusión y preocupación. La actitud de Devon no era la de un niño común. Sus palabras revelaban una comprensión inquietante de poder y propiedad.

Finalmente, Devon se retiró de la habitación, dejando a la doncella con una sensación de alivio, como si por fin pudiera respirar de nuevo.

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Natalit
la relación de ellos solo hace pensar ella están inocente pero su hermano no siento que sus intenciones y ese amor que le tiene es profundo que el de un hermano y se que el saldrá muy afectado más que es su hermana
Natalit
es que en realidad es un misterio esta novela
Natalit
pobrecita toda una vida de sufrimiento desde el nacer su nacimiento fue una condena ahora entiendo porque su madre sufrió y lo peor es el saber que sin ella si hija seguiría sufriendo
Dulce Cira
Es parte de ésto 🥺que planeas Duque 😏😑😳
Natalit
esto es todo un misterio definitivamente
Natalit
pobrecita llegó a ese mundo a sufrir y lo peor sin estar pidiéndolo
Natalit
pobrecito tiene su vida tiene cierto parecido a la de Elena solo que el sabe reconocer la cruel vida y sabe como es el mundo cosa que la pobre Elena no sabe
Natalit
es solo una niña para merecer tanto sufrimiento
Natalit
pobre niña lamentablemente quedó salo y con esa familia de locos
Yobely Gomez Neira
Theo, siempre al rescate tan hermoso y protector
Carolina Rondón Echeverria
Yo creo que Elena no quiere a Arturo. lo ve como la manera de salir de ese infierno. porq fue la primera persona con quién tuvo contacto. pero Arturo lo más seguro es que vuelva casado y la quiera hacer concubina 🤣 y Teodoro en realidad es la libertad bonita que ella a deseado.
Yobely Gomez Neira
Davon te sigo amando aun con tu locura y todo. Algo m dice q el príncipe en este viaje hechara todo a perder y a Elena solo le quedara Teo
Dulce Cira
Toda está situación da una inmensa tristeza 😢💔 Mí chico de ojos rojos se enamoro de alguien indebido y ahora sufre mucho ésto me rompe como también el peso de saber que todo lo que tenías construido con tú hermano fue un espejismo pobre chiquilla 🥺para colmo su amor se va y no puede salvarla 😏 solo queda el amigo que siempre está ahí lo cuál es lo más sano que tiene todo indica que eres tú el indicado el único que puede con toda está maraña Mí Theo ❤️😚
Laura Aguado
😭😭😭😭
Carolina Rondón Echeverria
Ahora donde está Teodoro 😥😥😥 porq para variar el príncipe no la va a poder ayudar y siempre el no puede hacer nada. 😥😥😥
Dulce Cira
De terror 😳😳😳💔💔💔💔🥺🥺🥺🥺🥺pobre chiquilla ésto es caer de lo más alto al precipicio😢
Mí Chico de Ojos Rojos cómo la obsesión te llevó a sentir ésto 🥺 eso empezó desde el día que la vió fuera cambiado ya que lo prohibido se hace anhelar más 😏
Laura Aguado
😱😱😱😱😱
Tatiana Borja
No sé si he perdido mi sensibilidad al leer o eran muy sutiles estos eventos llenos de valentía, pero por fin siento que hay valentía en la protagonista y siento la frescura de que no es la típica damisela en peligro. Que si tiene voz y defiende su postura con respeto y templanza
Carolina Rondón Echeverria
yo creo que el descubrió que no son hermanos de sangre.
Laura Aguado
uff q tóxico, q miedo😰
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