El Vientre De Manccini

Oye!, no es necesario que expliques nada y no te preocupes de esta boca no saldrá una palabra- responde Maggi

- Debo reconocer que eso fue extraño- sonríe Lizzy

- ¿Te gusta el señor Manccini, verdad?- Pregunta Maggi

- Pensé que no, esto no puede ser, ya lo dejamos claro, no volverá a pasar- dice Lizzy con voz triste

- Es mejor alejarse a tiempo y no ser lastimada, además recuerda que él tiene una extraña relación con Ottilia- le recuerda Maggi

Lizzy cierra profundamente sus ojos, no recordaba ese pequeño detalle

no volverá a pasar, no volverá a pasar- Repite eso en su mente

- Gracias por cuidar de napo, ahora solo quiero dormir- dice Lizzy

Se levanta del sofá y acaricia a Napo, se dirige a su habitación, busca su pijama y se mete en las sábanas, era imposible no revivir el momento de ese beso, se preguntaba miles de cosas, recordaba perfectamente su olor, trata de pensar en otra cosa y organiza alguna actividad con Lorenzo para el día siguiente, quería ir con él a un parque después de clases, así que tenía la excusa perfecta para llamar a Enzo, agarra su teléfono y vacila un momento, pero finalmente lo hace

- Señorita Rocci- contesta inmediatamente

- Señor Manccini, disculpe la intromisión, quería saber si era posible, mañana llevar a Lorenzo a un parque después de la salida del instituto- le pregunta

Enzo suspira fuerte al otro lado.

- Insiste en ese tema, Señorita Rocci - dice suave

- y usted sigue negándose, señor Manccini- responde Lizzy

- ¿Qué voy a hacer contigo?- dice Enzo

- Darme gusto, no entrometerse en mis decisiones, creo que eso será suficiente- dice Lizzy

- Debe convencerme entonces- propone Enzo

- ¿Cómo?- contesta Lizzy

- ¿Qué gano yo a cambio?- pregunta Enzo

- La sonrisa de Lorenzo- responde divertida

- ¿Y de su parte?- insiste

- Mis más sinceros agradecimientos- responde divertida

Al otro lado se podía escuchar que Enzo se divertía tanto como ella.

- Quiero un beso más- propone directamente

La garganta de Lizzy se seca y su cuerpo reacciona inmediatamente.

- Señor Manccini, habíamos. La interrumpe Enzo

- Shhh, sé en lo que habíamos pactado, solo es un beso más, siento que me falto algo- dice con su voz ronca

- Está bien- responde Lizzy

- ¿Ya cenó Señorita Rocci?- pregunta

- No- contesta directamente

- En una hora paso por usted, la invito a cenar- le dice y corta la llamada

Lizzy deja el teléfono en la cama y no sabe qué sentir, quería gritar como una loca, sentía que lo que acababa de pasar era irreal, corre al baño y se da una ducha, no sabía que ponerse, tenía una euforia inexplicable, se pone el vestido que Enzo le había comprado, algunas gotas de colonia dulce y cepilla su cabello.

- Pensé que estabas cansada e irías a la cama- interroga Maggi

- Saldré, no voy a tardar- dice cortante

- Saldrás con un chico, lo matarás con esa colonia- dice Maggi

Lizzy solo sonríe y sirve algo de café, estaba temblando, sentía miles de sensaciones, el sonido de su teléfono suena y la saca de sus propios pensamientos

- ¿Sí?- contesta Lizzy

- Ya estoy abajo- dice Enzo.

-No voy a tardar Maggi, no tienes que esperarme despierta- advierte Lizzy

Sale de su casa y baja rápidamente, había un lujoso carro deportivo parqueado en la entrada y a su lado el hombre más sexy que jamás había visto, vestía casual, parecía otro hombre, nada parecido con el señor Manccini, sus manos sudaban y a medida que se acercaba podía apreciar la sonrisa de Enzo, que no era muy usual verla.

Este inmediatamente la tiene cerca la agarra de la mano y la acerca a él, capturando sus labios, parecía desesperado, Lizzy solo flanqueaba en sus brazos y se aferraba a ese hombre alto, Enzo no paraba y la sube al capo de su auto, metiéndose entre sus piernas, Lizzy comenzaba a sentirse distinta, quería ser poseída por él, pero lo separa un poco

- Señor Manccini- dice entre jadeos.

Enzo la observa y sus ojos eran negro azabache, la mirada más intensa que hubiese recibido.

- Hueles delicioso, es culpa de la colonia- dice Enzo mientras la ayuda a bajar, abre la puerta del auto y la invita a subir a el, este trata de recomponerse, su miembro estaba listo para embestir, pero no sería ese día, aunque debía aceptar que los besos de Lizzy lo enloquecían, sube y conduce a velocidad.

- ¿A dónde iremos?- pregunta Lizzy

- Es sorpresa- contesta sin dejar de mirar hacia el frente.

Poco después llegan a la orilla de la costa, Enzo baja primero y la ayuda a salir, Lizzy observa al rededor y solo puede apreciar barcos y yates

- ¿Qué hacemos aquí?- pregunta curiosa

- Cenaremos allí- Enzo señala un yate

Lizzy se sorprende, jamás imagino algo igual, Enzo le ofrece su mano y caminan juntos hasta el yate.

- Señor Manccini, un gusto verlo- dice un hombre de edad

- Gracias Fico, ¿Todo bien por acá?- pregunta Enzo

- Si señor, todo está listo- Dice orgulloso

- Ella es Lizzy- presenta Enzo

- Un gusto señor Fico- sonríe Lizzy

Fico asiente con una gran sonrisa y se marcha

- Nunca había dicho mi nombre, señor Mancinni- dice Lizzy

- Sí le digo Señorita Rocci, es como hablar con un socio o empleado, aquí solo seremos Enzo y Lizzy- dice directamente.

Lizzy sonríe y entra al lujoso Yate con Enzo, todo estaba adecuado para la Cena, algo extravagante para su gusto.

- Es demasiado- dice Lizzy asombrada

- Nada es demasiado, solo disfrútalo- responde Enzo

Enzo invita a sentar a Lizzy, llega un cocinero, presenta los platos, sirve y se retira.

Ambos comienzan a cenar en silencio, Enzo contempla a Lizzy, observa como disfruta de los platos, realmente le parece hermosa.

- Todo está delicioso- Expresa Lizzy

- Eso me tranquiliza- Responde Enzo

- Lorenzo estuviese disfrutando de esto- dice Lizzy con una gran sonrisa.

- Tal vez- dice Enzo cortante

Después de un rato y de terminar la cena, Lizzy y Enzo se acomodaban en un gran sillón, Lizzy tomaba un Gin tonic, mientras un whisky doble, disfrutaban de la compañía del otro.

- Gracias por esto, enserió que disfrute mucho- sonríe Lizzy

Enzo pone un mechón de pelo de Lizzy tras la oreja la mira fijamente, mientras acaricia los labios de ella.

- Eres hermosa Lizzy- le expresa.

Sin dejar que ella responda la besa nuevamente, pero esta vez más lento, ella cerraba profundamente sus ojos y simplemente de deja llevar, sus besos la transportaban a otro lugar.

- ¿Qué quiere de mí señor Mancinni?- pregunta..