UNA LUNA PARA EL ARCHIDUQUE

Cuando las niñas llegaron al patio trasero, la imagen era realmente aterradora, arrodilladas en medio del patio con los vestidos rasgados de la espalda, se encontraban dos mujeres, una era Sófora, pero la otra mujer, Alessa, no la conocía, no sabían quién era, pero después Mary les daría una clara explicación de quién se trataba, cuando Alessa se acercó con Celia, Mary advirtió su presencia y se acercó educada e hizo una reverencia, no hablaba con cualquiera, Alessa era una Ninfa Emperatriz, un ser de otro mundo, realmente con poderes ilimitados sobre la naturaleza.

Lady Alessa, un gusto verla bien y me alegra que haya despertado a tiempo, estas son las dos personas que ayer atacaron a nuestro carruaje, me gustaría explicarle algo y quiero aprovechar que está aquí con su hermana, para que ambas lo sepan, es hora de que sepan la verdad, sé que se van a asustar, pero quiero que sepa que nadie aquí quiere hacerle daño — dijo Mary tratando de no ser muy agresiva y las niñas se miran sin entender nada.

—Lady Alessa, nosotros, aquí todo lo que usted ve, aparte de ser el archiducado del Norte, quiero comunicarle que somos hombres lobo, sí, somos una manada de hombres lobo.

—Los lobos que vio anoche, eran hombres lobo, por eso su gran tamaño era notorio y su ferocidad también, creo que usted como hija de una Ninfa debería saber que esos seres existen, todos nosotros existimos, aunque las personas normales no lo lleguen a entender — dijo Mary mirando con suavidad y respeto a la joven Alessa que está con los ojos abiertos como plato, no sabe qué es lo que le ha impresionado más, si el saber que son hombres lobo o enterarse de que Mary sabe su gran secreto.

—Cómo supo que soy una Ninfa, nadie lo sabe, era un secreto — dijo Alessa tartamudeando sin saber cómo reaccionar.

—Lady Alessa, claro que lo sé, somos seres mitológicos al igual que usted, yo pude ver las pequeñas señales, pero no estuve segura hasta que vi como el viejo Molle la había protegido, cómo le había cobijado, la había defendido contra estas tres rastreras, sí, fueron nuestras lobas las que nos atacaron anoche, querían destruirla porque usted es un ser especial, no solo por ser una Ninfa, sino porque usted ocupará un lugar muy especial en el corazón del Archiduque, pero la envidia y la codicia de estas tres lobas hizo que su vida corra riesgo, por lo tanto, serán severamente castigadas — dijo Mary con seriedad, está furiosa, no puede creer que se hayan atrevido a lastimar a la Luna del Alfa y más aún, siendo Alessa un ser mucho más enaltecido que todos ellos juntos.

Alessa estaba petrificada, parpadeó tratando de procesar la información, nunca se imaginó que sea descubierta tan rápido en este lugar, pero ahora que indican cuál es su esencia, puede darse cuenta de que ellos también pueden sentir la esencia de otros seres sobrenaturales, sin embargo, está segura que no saben cuál es su mayor virtud, sí, Alessa, aparte de ser una Ninfa Emperatriz, tiene una virtud invaluable, algo que nadie más puede tener, algo que vale más que todo el oro que se puede encontrar en todo el mundo.

Alessa tiene la sangre de la vida, la sanación y resurrección, una gota de sangre puede resucitar a una persona cuando acaba de morir, puede traerla la vida, puede hacer que su alma se conecte nuevamente con el cuerpo y hacer que esa persona abra los ojos y pueda resucitar, sin embargo, esto en manos equivocadas sería terrible, sería un arma muy fuerte.

Mary, sin embargo, volvió a conversar con ellas mientras las dirigía cerca de las dos mujeres arrodilladas en el piso, quienes lloraban sin saber cómo excusar su terrible conducta.

—Lady Alessa, usted que ya sabe que una de las concubinas fue una de las que la atacó anoche con su loba café, la que tenemos acá, al lado de Sófora, se llama Moria y es la hija de un famoso comerciante de la ciudad, ella estaba tratando de entrar como concubina del Archiduque, pero al ver su llegada, sabía que no habrá más concubinas y las que hay, se irán pronto, serán enviadas a otro lugar, la simple razón es que el Alfa, o sea, el Archiduque, solo tiene un amor, una Luna y usted es ella, es nuestra amada Luna — dijo con seriedad y solemnidad.

Alessa sintió que su corazón palpitaba y no sabía por qué, no entendía la razón por la que cada vez que mencionaba a ese hombre, ella se sentía un poco inquieta, sin embargo, ella no está dispuesta a entregarle su corazón a nadie, antes había aprendido demasiado bien, lo que significa el “gran amor de un hombre”, así que no le dio mucha importancia, sin embargo, lo que siguió después la dejó petrificada.

Hombres fuertes y enormes se acercaron con látigos en la mano, estaban impregnados con una sustancia verdosa, cuando se abrió su linda nariz, pudo percibir el olor, sí, era acónito, una hierba que es muy venenosa en especial para los lobos, ellos son quienes sufren más con ese tipo de hierbas y pueden llegar a morir si la consumen.

El primer latigazo llegó a la espada de Sófora, quien gritó por el dolor y el ardor, pero más que eso, era por el picor del veneno que se metía en su en sus heridas, Moria siguió inmediatamente, ellas gritaban y se retorcía de dolor, serían 50 latigazos por atentar contra la futura Luna y Archiduquesa, era poco para lo que se habían atrevido hacer a simple vista, pero los que les espera después será más terrorífico, sí, ellas recibirán un castigo del mismísimo Alfa, Mary solo hace que se cumpla la norma, lo que dictamine Draco será más cruel aún.

Celia, quien conocía el secreto de su hermana, miraba la escena con temor, podía ver las caras de sufrimiento de las mujeres, pero solo saber que pudieron asesinar a sangre fría a su hermana se le pasa cualquier pena.

Sófora mira a Alessa pidiendo piedad, pero la joven no tiene aún tuición en eso, además no la quiere tener, fue a ella a quien quisieron eliminar.

El espectáculo terminó con las mujeres desmayadas de dolor, el veneno entraba por sus heridas debilitando su capacidad lobuna de curarse rápidamente.

—Lady Alessa, es hora de sancionar a la cabecilla de esto, sí, la tercera es Camil, ella fue quien acusó a estas tontas para cometer esta estupidez, ahora ella será castigada por mi persona, yo seré quien le dé su castigo, ¿gusta estar presente? — dijo Mary mirando a la hermosa Ninfa que la mira un poco indecisa, Mary conoce la esencia de esos seres, pero si Alessa quiere sobrevivir, debe ser más fuerte y hacer que la respeten, ella será el talón de Aquiles del Alfa y debe saber defenderse y hacer que también le teman un poco.

Alessa después de meditarlo por un momento asintió mientras Celia sonríe orgullosa, su hermana debe hacerse respetar con esas lobas maliciosas y las que vengan.