Sobreviviendo Como La Villana

Los días que siguieron me sentía perseguida a cada segundo, pensaba que por el karma, el Duque Demonio me iba a venir a matar en cualquier momento, si bien él no tenía que ver en sí con mi muerte, según la novela, imagínense que alguien molesta a la chica por la que prácticamente ese demonio destruyó un imperio completo……

Sumándole que recibí una carta de parte del Duque, quien insistía en venir a verme, obviamente la rechacé, diciendo que no estaba muy bien de salud, mientras lo pueda evitar, es lo que haré….

Mejor tratemos de calmarnos y centrarnos en mis planes…. empecé a pensar mi nuevo negocio, quiero abrir un restaurante, siempre me gusto comer, me encanta la pizza, pero acá no la hacen, hace unos meses comencé a convencer a los cocineros que me dejen practicar un poco, como vieron que estaba encerrada, primero quisieron negarse, pero terminaron cediendo, pues quien me negaría algo si soy una villana muy linda, o me dijeron que si porque me tienen miedo… todavía no lo sé, pero me dejaron usar la cocina….

Después de unos meses convenciendo al cocinero pude por fin meterme en la cocina a empecé a practicar, en mi anterior vida nunca me destaque por cocinar muy rico, menos mal que tenía a varios vecinos que se ocupaban de los alimentos de mi madre, yo les traía mercadería o les daba dinero y ellos me ayudaban…. porque si no hubiéramos vivido de comida rápida….

Hice salir a todos de la cocina y le pedí a Sara que solo se quede ella, no quería que me esté regañando el cocinero, ya que es muy denso con el cuidado de sus materiales de trabajo… lo entiendo, pero es la única cocina en la que puedo practicar.

Tarde un poco en preparar los ingredientes, si bien es una masa básica nunca cociné nada en este mundo, sumado a que ya cocinaba terrible en mi vida pasada, igual no esperaba que salga tan mal…. Sin embargo, paso algo inesperado, cuando estaba tamizando la harina y había empezado a colocar los ingredientes en centro de la corona de harina que había formado…. Escucho que el mayordomo abre la puerta de la cocina y me dice que alguien requería mi presencia, no logro terminar de informarme quien era, ya que de pronto escucho a Sara gritar, cuando giramos con el mayordomo vemos como un animal entra corriendo por la ventana de la cocina, era un cachorro, con un pelaje celeste, parecía un zorrito, por lo que me pareció muy tierno, cuando Sara grito, el pequeño animalito comenzó a saltar y correr por la cocina, los tres tratamos de agarrarlo, hasta que salté arriba de la mesa donde estaba preparando mi masa, en ese momento justo lo pude agarrar, pero quedamos las tres personas y el nuevo amiguito repletos de harina y todos pegoteados, pues a mi masa solo le faltaba mezclarse…. En ese mismo momento se abre la puerta de la cocina y entran corriendo mi padre y al lado de él… no puede ser… ¿Qué hace aquí? ¿Por qué el Duque estaba al lado de mi padre?

Relata el Duque Demonio

Después de meditarlo durante un tiempo decidí escribirle una carta a esa preciosa dama, estaba muy nervioso es la primera vez que envió una carta a una joven, sin embargo, me sorprendió recibir la respuesta que la señorita estaba enferma, por lo que me rechazaba, así que me propuse ir a visitarla, quería ver que tan enferma estaba, si necesitaba algo, si era grave….

Llegué al ducado, había escuchado que es uno de los pocos ducados que puede igualar la fuerza del mío, aunque el emperador no quería que tenga relación con esta familia, ya que siempre me hacía alejarme de ellos, y me decía que los negocios con ellos no era buena inversión, sin embargo, veo que mi tío está bastante equivocado, cuando mandé a investigar este ducado, es uno de los más prestigiosos y donde no se encuentra corrupción, dicen que la Duquesa es terrible, si llega a ver alguien que va en contra de las reglas por codicia, es capaz de ejecutar a quien sea, sin que le tiemble el pulso, después me dicen a mi demonio, pero esa mujer me da más miedo.

Llego al ducado cuando justo estaban entrenando los soldados pertenecientes a este, todos me miran extrañados, por la insignia de mi carruaje ya deben saber quién soy, es muy incómodo que me miren tanto, me molesta mucho…. Cuando hablo con el mayordomo pidiéndole ver a la señorita Ludmila, veo que viene a recibirme el Duque.

-Buenas Tarde Duque, escuche que busca a mi hija.-

-Buenas tardes Duque, disculpe que vine sin invitación, solo quería ver cómo se encontraba su hija-

-Mi hija esta….-

No termino de hablar que se escucha un grito de una mujer y veo que el Duque desenvaina su espada y sale corriendo, lo seguí, ya que estaba ahí no estaría mal ayudar si lo requerían. Para mi sorpresa cuando el Duque abre la puerta, se ve que es una cocina…. La veo a la señorita Ludmila toda enharinada y pegajosa, sostenía un animal peludo entre sus brazos, quien escondía su cabeza en el cuello de ella, no podía ver que animal era… los dos empleados de la familia, se veían igual de desastrosos que la señorita, cuando justo entra corriendo el cocinero, para regañarla. Ella se disculpaba con todos. Escucho al Duque hablar.

-Hija ¿estás bien? ¿Esta vez que desorden hiciste?–

-Si padre, pero esta vez no es mi culpa, es culpa de este amiguito.-

Cuando veo que saca la cabeza un zorrito y nos mira aterrado a nosotros. Nosotros tendríamos que tener miedo de ese animal, es un animal legendario, no se encuentra en cualquier lado, es difícil que venga a una persona en busca de protección al menos que quiera iniciar una masacre. El Duque habrá pensado lo mismo que yo. Ya que los dos nos encontramos a centímetros de quitarle al zorro de sus manos, cuando la chica pega un salto así atrás, me sorprende la agilidad de esta chica, y nos grita.

-¿qué creen que hace? ¡¡El vino a mis brazos es mío!!

-hija es un animal muy peligroso, si quisiera te arrancaría la vida en un suspiro.-

Ella agarra con toda la dulzura a ese zorro y lo pone a la altura de su cabeza.

-¿Me quieres matar?-

Parecía que el animal la entendía, ya que ladeo la cabeza para los costados como si fuera un no, y ella volvió a preguntar.

-¿quieres quedarte conmigo?

Y nuevamente el animal ladeo la cabeza pera esta vez en forma afirmativa.

No podía creer lo que mis ojos veían, se supone que es una bestia feroz capaz de hacer masacres, y ahí estaba lleno de harina cubriéndose en los brazos de esa frágil dama.

El Duque me pidió que volviera otro día ya que su hija tenía que bañarse y ordenarle la cocina al cocinero como castigo. Si bien no estaba del todo feliz porque no pude hablar a solas con ellas, estaba aliviado que se encuentre bien.