Sobreviviendo Como La Villana
Soy Tatiana balders, estoy dando mis últimos respiros y viene a mi cabeza todo lo que atravesé en mi vida.
Cuando era pequeña, tendría unos 7 años, un invierno, lo recuerdo como si fuera ayer, hacía mucho frío, las facturas de luz y gas seguían acumulándose, lo único positivo era que no alquilábamos, ya que era la casa de mi abuela materna. Durante la noche escuché ruidos en la cocina, me levanté y ahí lo vi a mi padre, no sabría en ese momento, que sería la última vez que lo vería
– papi ¿qué haces con un bolso? ¿Acaso de iras?-
-Si mi princesa, voy a un viaje de negocios, cuando vuelva iremos al mejor restaurant de la ciudad y podrás pedir lo que quieras-
-Pero no quiero que te vayas, mamá dice que tus negocios no son buenos, se pone triste y llora muchos cada vez que te vas, pero llora más cuando vuelves-
En ese segundo cambió la mirada por una llena de odio, cosa que iba a darme cuenta con el tiempo, cuando recuerde ese momento
-No te preocupes, toma este chocolate y ve a dormir-
Agarré el chocolate, pues tenía 7 años¿quién diría o cuestionaría algo a esa edad si le daban un chocolate? Me fui a dormir y al día siguiente mi madre leyó la carta que le dejó mi padre. Nunca supe que decía, pero el rostro de mi madre primero se ensombreció por una milésima de segundo, luego me miró y me dijo
– cariño ahora solo somos nosotras dos contra el mundo, mami te ama y hará de todo para que estemos bien-
Así lo hizo hasta que unos años atrás, yo iba en secundaria por aquel momento, y mi madre volvía del trabajo, nos encontrábamos siempre en la parada del autobús e íbamos caminando hacia nuestra casa. Cuando estaba bajando feliz, ya que mis notas iban bien y tenía en vista que estudiaría dentro de tres años, cuando finalice el secundario, veo como mi mundo se desploma en cuestión de segundos, en ese instante, mi madre cae de la nada, nunca se quejó de un dolor, siempre hacia el mayor de los esfuerzos, trabaja todo el día, quedaba agotada, pero nunca se quejaba de nada, siempre me sonreía y me decía que me amaba. Pero en ese mismo momento sentí la verdadera desesperación cuando mi madre caía sin razón y cerraba sus ojos. Corrí como loca hacia donde estaba ella y comencé a gritar que alguien llame una ambulancia, no sé en qué momento, ni cómo, ni quién acudió a mis gritos, solo sé que pasé de un instante de emoción y felicidad, a estar sentada frente a un doctor teniendo una conversación que no quería escuchar.
- Niña ¿cómo te llamas?-
Lo miré totalmente aturdida, le dije mis datos, los de mi madre y siguió preguntando.
- ¿estás sola? Podemos llamar a alguien, algún familiar para que venga, tenemos que hablar del estado de salud de tu madre y como seguiremos de acá en más.-
Lo miré con duda, pero le dije
– solo somos nosotras dos contra el mundo, por favor hable conmigo que soy el único familiar-
Sentía como se me formaba un nudo en la garganta y como contenía mis lágrimas, sabía que no era nada bueno, pero así y todo quería escuchar que pasaba.
El doctor me miró con duda y prosiguió
– tu madre está enferma, tiene cáncer y bastante avanzado, no sabemos si es tratable todavía, tenemos que hacer muchos estudios, pero en el grado que pareciera, tiene que tener muchas ganas de luchar para sobrevivir-
Sentía como todo lo que mi madre construyó en estos 8 largos años se derrumbaba, como me hundía más y más en la desesperación. Sin embargo, no me di tiempo de seguir en ese agujero, recordé rápidamente como mi madre siempre me daba esas sonrisas cálidas y llenas de amor. Fui al baño lloré durante 2 horas seguidas, me lavé la cara, me maquillé, para tapar mi horrible apariencia después de llorar tanto y fui a la habitación que se encontraba mi madre. Me miró con su hermosa sonrisa y me dijo
-todo va a estar bien ya no llores-
ella me conocía más que nadie en el mundo, la miré y le dije
– madre de ahora en más buscaré la forma de ayudar en lo que más pueda, así que solo recuéstate y deja que esta hija haga todo por ti, deja que te cuide y te mime, así como tú hiciste conmigo, pero por favor nunca dejes de querer luchar.-
Ella asintió y solo me miro con mucho amor.
A partir de ahí mi vida cambió radicalmente salía de clases, trabajaba y muchos vecinos que nos conocían nos ayudaban, otros solo criticaban y opinaban sin saber sobre toda nuestra realidad, muchos juzgaban a mamá cómo no lo había hecho mejor para que yo no tuviera que salir a trabajar, sin embargo, solo eran comentarios vacíos llenos de odio.
Poco a poco los gastos del hospital, las facturas de la casa y los gastos para mantenernos se acumulaban. Ya habían pasado 3 años, del peor día de mi vida, mi madre luchaba incluso sin tener buena perspectiva, sin embargo, pasó por muchas operaciones y muchos tratamientos. Veía como la vida de mi madre se iba apagando entre mis manos y no podía hacer más que abrazarla y amarla hasta que de su último respiro, así me lo propuse. Una tarde estaba totalmente estresada por toda la situación con 18 años y por terminar el secundario. Trataba de encontrar alguna forma de conseguir dinero y poder cumplir el deseo de mi madre que era que estudie una carrera que me gusté, me reciba y nunca pase malos ratos. En eso ya era de noche y no sé si porque estaba distraída o que, dos hombre de cuarenta y algo, totalmente fuera de sí, no sé si por drogas o por alcohol quisieron arrastrarme a un callejón por el cual pasábamos. Cuando trato de defenderme me golpean, pensé que iba morir hasta que apareció Jack
- Oigan ustedes bastardos no les da pena tratar así a una dama-
- Anciano no te metas si no quieres terminar muerto-
- Jajajajajaja y ¿quién provocará mi muerte? ¿Ustedes par de enfermos que tratan de atacar a una niña? No tiene lo que es necesario para enfrentar a un viejo como yo-
Los hombres totalmente enfurecidos quisieron golpearlo, sin embargo, el anciano que vino a mi rescate los dejó al borde de la muerte en unos segundo, no podía creer lo que veía, pareciera como que el anciano se iba a quebrar en cualquier momento, sin embargo, fue algo increíble.
Me llevó a un bar que estaba cerca. Cuando entre todavía no era hora que hubiera clientes estaban solo los trabajadores.
- no te preocupes es mi bar aquí estarás a salvo-
El anciano llamó a Jacki, una de las meseras y le pidió que traiga algo de ropa, y le dijo a Rosa quien estaba en la caja, que me lleve a los vestuarios. Cuando llegue vi mi ropa toda rasgada y se me cruzó por la cabeza todas las cosas malas que podrían haberme hecho. Las chicas me ayudaron y trajeron hielo para mis golpes. Después de tratarme fui a hablar con Jack
- Le agradezco mucho que me haya salvado señor-
- Solo llámame Jack querida, ¿qué hacías por acá a estas horas?
Le conté que estaba buscando trabajo y tras un extenso interrogatorio le mencione toda mi situación, sentí por primera vez en tres años que alguien me escuchaba y no juzgaba ni una sola palabra de lo que decía, me sentí tan aliviada. Así fue como Jack me tomo bajo su protección. Me enseño todo lo necesario para defenderme.
Así pasaron unos 4 años, salí de mi última clase, era estudiante universitaria, tan solo me faltaba 3 meses y me graduaría después de defender mi tesis, iba a recibirme en administración de empresas, no era una de las mejores de la clase pero podía seguir el ritmo, a pesas de la vida pesada que llevaba.
Siempre llegaba sobre la hora a mi trabajo nocturno, era mesera en el bar de jack, la paga era buena y con la propina, era más que suficiente para los gastos del hospital y la casa, podíamos llegar a fin de mes, por lo que estaba muy agradecida. Ya estaba agotada después de una larga jornada de estudio y ahora tener que lidiar con una parva de ebrios que siempre buscaban una razón para poder tocarme el trasero o tratar de invitarme a salir.
Jack era muy amable, todos los empleados me cuidaban, ya que era la más joven y todos sabían mi situación, además eran muy considerados conmigo, me decía que termine de estudiar y que salga de este mundo, que no era para mí estar entre ebrios y malvivientes, que tenía que brillar, jack era como el padre que nunca tuve, lo conocí cuando estaba en un mal momento y él siempre me extendió la mano, me enseño el valor del trabajo y formas de cómo defenderme si me atacaban, ya que era consciente de que estaba sola y andaba por la calle a altas horas, me ofreció vivir con él muchas veces, pero no puedo dejar sola a mi madre, éramos solo ella y yo.
Todo iba bastante bien hasta que esa noche a eso de las 2 de la mañana me llama una vecina, avisando que tuvieron que llamar una ambulancia, ya que mi madre se descompensó. Mire a Jack
–ve niña con cuidado, avísame cuando llegues-
Salí corriendo no me daba el cuerpo para llegar sentía como me quedaba sin aire me dolía todo, nunca corrí con tanta desesperación no sabía que había pasado, ni si mi madre estaría bien. Cuando llegue al hospital, me dijeron que me apure a verla porque no sabían si pasaría la noche, entre corriendo a la habitación y la vi con tan poca vida, podía ver como una vez esos ojos que me miraban con tanto anhelo se iban apagando poco a poco, me inundó la tristeza, pero me acerqué a su cama le tomé la mano y le besé la frente,
- madre descansa tranquila ya no te voy a pedir que sigas soportando tanto dolor, te amo, y quiero que vueles tan alto y deje de doler, sé que aguantaste tanto por mí, te admiro y no te preocupes, no estoy sola, sé que siempre vas a estar en mi corazón dándome fuerzas para poder seguir, gracias por hacerme la mujer que soy hoy en día, te amo-
Mi madre me sonrió a pesar de la poca fuerza que tenía y me dijo
– mi niña te amo, perdón porque esta madre no puede seguir a tu lado, siempre te amaré, estoy orgullosa de ti, nunca dejes de luchar, sé más fuerte que yo, te amo mi niña, vive, vive feliz...-
Con esas últimas palabras después de casi 7 años de luchar contra todo pronóstico y sobrevivir sin que nadie tuviera expectativa, ella por fin se había rendido, dejó este mundo, dando su último respiro.
Salí del hospital tan frustrada, enojada con la vida como se había llevado a una mujer que lucho tanto por vivir, que injusta que era la vida, estaba tan ensimismada con mis pensamientos, que escuché que alguien gritaba mi nombre y algo así como que deje de caminar, cuando me di cuenta ya estaba en el suelo, tirada en medio de la calle, no podía entender que estaba pasando, vi como justo Jack llegaba corriendo donde estaba yo, - soporta un poco todo va a estar bien-
Fue lo que llegué a escuchar. Dolía todo ya no quería que duela más, fui sintiéndome más y más cansada hasta que me dormí en los brazos de Jack, me sentía tan cálida y mi último pensamiento fue ojalá que toda esta gente que fue tan gentil conmigo a lo largo de estos años sea feliz,
- perdón Jack, pero quiero dormir, perdón madre por no ser fuerte como lo fuiste tú- Jack con lágrimas en los ojos y con una voz totalmente quebrada
– duerme mi niña, yo te sostendré para que descanses en paz.-
Así el mismo día que mi madre se iba de este plano terrenal, yo daba mi último respiro como Tatiana Balders.
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Updated 74 Episodes
Comments
Rosaura Mireles
que triste
2024-10-08
1
~√{©£¢%}✓¶🌟💖
Que fuerte 😭😭😭😭
2024-08-14
4
Kaori 🙃
murio como . de que forma le dió una infarto o que ?
2024-08-08
1