UNA MISTERIOSA LATINA

(Gracia)

Se que no fue un accidente, y tambien sé que al principio la tonta mujer, hasta se quería burlar por haberme tirado toda la chocolatada encima; pero ni ella, ni yo y estoy segura de que ninguno de los que estábamos en la oficina, esperábamos una reacción como la que tuvo Ricardo.

Su cara de enojo nunca la había visto, muchísimas veces, lo vi llorar por horas y horas como un niño, lo vi triste, acongojado, sin ánimo de nada, y aunque le prometi nunca contarlo a nadie y "no lo haré", lo vi intentar suicidarce, con el argumento de que ya no soportaba el dolor de haber perdido a su mujer, recuerdo que lo ayude y lo lleve a un hospital, luego sin avisar a nadie, estuve con el 3 dias en un hotel, cuidándolo como hubiera cuidado a mi propio Padre y lo deje ir, hasta que se recupero, por eso puedo decir, que lo he visto en todas sus etapas emocionales y muy duras por cierto; pero jamás, lo había visto enojado, y tengo que reconocer que si estuviera en la situación de Eva, estaría muy asustada.

Sin embargo, no debo, no puedo ser vengativa, si algo me enseñó mi Madre es a perdonar, y como ella decía no es por las personas, muchas veces no merecen nuestro perdón; pero debemos hacerlo por nosotros, para estar en paz con nosotros mismos, pues la falta de perdon, enferma el alma; ella nos decía eso, para que no le guardáramos resentimientos, al hombre que nos engendró.

Así que le pido a Ricardo, que no la despida y sé que Él haría cualquier cosa por mí, si yo se lo pido.

Me quedo viendo mi desastrosa ropa y zapatos, todo esta manchado, pero siento un perfume tan delisioso y no es el olor a la leche, estoy con el saco del Rorro, y la verdad no sentí a que hora me lo puso, pues estaba tan estupefacta, viendo mi lindo atuendo arruinado completamente, y lo peor es que debo seguir trabajando, apenas son las 10.30 am.

Ricardo aún se ve molesto, pero debo pedirle me permita ir a cambiarme de ropa; pero cuando estoy a punto de hacerlo, escucho la voz mas varonil y a la vez tan serena...

—Gracia acompáñame, tienes que cambiarte de ropa.

Papá por favor espéranos para la reunión...—Ricardo asiente sin decir nada, a lo que dice El bello Rorro.

Alessio toma mi mano y ¡¡¡por Dios bendito!!! El toque de su mano es como una mega descarga de electricidad en mi cuerpo, mi piel, mi corazón, mi mente, y todo lo que soy, me exploto en un millar de sensaciones que no logro descifrar.

Mi sensatez quiere salir a flote, intento quitar mi mano de la de El, pero el placer de tener su fuerte y grande, mano agarrando la mía no lo permite.

Me quedo viendo mi mano tomada por la del Rorro, luego alzó la mirada, para encontrarme con los preciosos ojos azules de Alessio y lo que siento en este momento es indescriptible.

En un momento de claridad quiero retirar de nuevo mi mano y alejarme, más Alessio aprieta un poco; nuestros ojos aún están fijos, hasta que el silencio se termina, cuando lo escucho hablarme directamente a mí.

¡Permíteme ayudarte! ya después si quieres me sigues ignorando, y te aseguro que procuraré no molestarte; pero ahora necesitas ir a cambiarte y Yo te voy a llevar... eso fue lo que él hombre, que me hace suspirar me dice.

Me quedo viéndolo y sin articular palabra, doy una respuesta afirmativa con mi cabeza, Alessio entiende perfectamente y sale caminando, llevándome con El.

Salimos de la gran oficina, ante la mirada de las 3 mujeres, llegamos hasta el ascensor, esperamos a que las puertas se abran; cuando el ascensor se abre, entramos aún tomados de las manos.

Jamás en mi vida imaginé sentir este placer, con solo tener una mano envolviendo totalmente la mía, y menos experimentar esta sensación de confianza y seguridad que el me da, con solo tenerlo parado a mi lado.

Este hombre es fascinante, es enorme, Imponente; pero sobre todo es bello.

Y aquí voy con él, Dios mío que no se derrumbe mi barrera contra guapos arrogantes, que no se derrumbe... necesitó ese temple que siempre he tenido, necesitó tener dominio propio...

Los segundos que llevamos dentro del ascensor se vuelven eternos, estamos viéndonos el uno al otro, lo hacemos en el reflejo de las paredes cromadas y quiero, necesitó llegar, porque estar aquí encerrada con Él, me hace sentir algo que no puedo, ni siquiera explicar.

Mi súplica es atendida, pues por fin llegamos al parqueo, creo que si hubiera seguido allí encerrada con Él, me lanzó en sus brazos, y le digo "Rorro bésame, besame mucho", jajajajaja. si un beso de sus lindos labios a de ser de lo mas delicioso ... pero por suerte, Dios siempre me guarda de la tentación.

Bendito sea... por ayudarme hasta en esto.

Menos mal que el ascensor de presidencia llega hasta el sótano, asi no tengo que ver a la dichosa Antonella.

—Ven por aquí, —me dice y su voz está tan ronca que me hace suspirar, caminamos un poco, cuando veo que se detiene frente al auto más lindo que he visto en mi vida, es un Ferrari y que otro auto podría ser, tratandose de Alessio Ferreira...

Como todo un caballero abre mi puerta. Yo subo sintiéndome como entre las nubes.

—Gracias Alessio.—Le digo y el sonríe...

—Lo hago con mucho gusto... Y gracias a Ti.—Me dice el.

—Y tú por qué me das las gracias— Le digo.

—Bueno, Yo te doy las gracias por tres razones, la primera es porque me llamaste por mi nombre correcto y eso me encantó.

Segundo, por permitirme ayudarte.

Y lo tercero, es porque esta vez no estás ignorándome, al menos en este momento.—Me dice sonriendo y encendiendo el auto.

—Bueno es que ya memorice tu nombre e ignorarte ya no puedo, puesto que me estas ayudando.—Le digo devolviendo la sonrisa.

— Ahora dime, ¿a donde vamos?.

—A mi apartamento te indicaré por donde, cuando estemos en marcha...Le digo.

Alessio, maneja sereno; pero tiene una hermosa sonrisa casi inapreciable, más yo la puedo notar, por momentos voltea a verme, y eso me hace sentir, que estoy como en un sueño; Yo que aún llevo su saco puesto, siento más cerca de mí su delicioso perfume, es tan varonil, tan seductor, que creo que hoy si, yo sola me meti en la tentación.

Y si que es una tentacion, porque Jamás he llevado a un hombre a mi apartamento y hoy voy con uno, lo peor de todo es que no es cualquier hombre es el hombre más hermoso, más sexi, y más encantador del universo...

Dios mío, te ruego que me hagas fuerte y me des el dominio que nesecito, para estar serena ante tremendo monumento...

Dios escucha mi oración librame del tentador amén...