Volver A Ti

Emiliano

Ella sabía tan dulce, era néctar para su paladar. Sus gemidos erizaban su piel... ¿cómo se podía ser tan perfecta? Lo tenía hechizado, quería más... la levantó y la sentó en su escritorio. Tenía la mirada nublada y los labios hinchados. Podía notar sus pezones erectos por debajo de su diminuta camisilla. Los mordisqueó por encima y ella hizo un movimiento involuntario. Temblaba bajo sus manos.

Besaba su cuello y con sus manos exploraba su cuerpo, hasta llegar a sus bragas. Podía sentir la humedad atravéz de ellas. Introdujo un dedo en su feminidad y luego otro. Ella gemía muy fuerte, lo volvía loco, quería todo de ella. Le excitaba ver como succionaba sus dedos. Podía sentir su cuerpo preparándose para explotar.

Emiliano- Vente bebé, déjame sentir su descarga.

Azul- Emiliano...

Emiliano- Si... nunca olvides mi nombre...

Ella lo miró jadeando hasta que explotó. Luego él se abrió el pantalón y sacó su miembro. Ella lo miraba expectante, podía verla lamer sus labios. Era una traviesa 😈, tomó su braga y se la quitó, ella abrió las piernas, como si le diera la bienvenida. La besó profundamente y la penetró. Ella se apartó de su boca y gritó de placer. Se había convertido en puro fuego. Se movía con él en una sincronización perfecta. No existían palabras para describir tanta perfección. Podía sentir como su cuerpo se contraía y él se dejó ir con ella. Explotaron juntos y gritaron al unísono.

En el silencio de la habitación sólo se escuchaban sus latidos. Él besó su frente con ternura... expresaba lo que no se atrevía a decir con palabras. Sintió como ella se ponía tensa y no le gustó. Ella lo empujó suavemente y se puso su ropa interior. Él se acomodó el pantalón y ella no lo miraba.

Azul- Esto jamás debió pasar... por favor solo olvidalo.

Emiliano- Azul...

Azul- Basta...

Emiliano- ¿Vas a negar lo que sientes?

Azul- ¿Sentir?, por favor Emiliano... fué sólo sexo. Sólo déjame en paz.

Se fué corriendo del despacho. Se sentía frustrado, era una terca... o él un masoquista.

Emiliano- ¿Que haré contigo Azul?

Entonces decidió ir detrás de ella. Cuando subió ella estaba en la ducha. Ella se sobresaltó y lo miró asombrada. Era una diosa, lo tenía hechizado.

Azul- ¿Que haces? Sal de aquí.

Se quitó la ropa y se metió con ella. Quería que sólo pensara en él y nada mas.

Azul- ¿Te volviste loco?

Emiliano- Si, tu me vuelves loco...

[ "AZUL"]

Él la besó con tanta necesidad, que sentía que se debilitaba. Sus besos la mareaban, hacía que nada existiera en ese momento, nada más que ellos. Lo amaba tanto... guardaría cada recuerdo en su memoria para siempre.

Sentir sus besos y el agua recorriendo su piel, creaba un mar de erotismo. Sus piernas temblaban por la excitación que sentía. Sus manos podían cubrir sus pequeños pechos.

Emiliano- Eres perfecta...- dijo con voz sensual

Tomó la mano donde tenía su feo lunar y lo besó todo. Lo escuchó decir ["Hermosa"] Sus ojos se humedecieron, ¿Cómo podía ser tan dulce? ¿Por que le hacia eso? ¿No entendía que amarlo dolía? Emiliano la levantó y la pegó contra la pared de la ducha . Luego se introdujo en ella, lo mordió en el hombro y él jadeó. Juntos formaron una danza perfecta. Una burbuja llena de pasión. Sus jadeos se escuchaban como ecos, lo que lo hacía mas sensual y salvaje. Luego explotaron juntos y se quedaron abrazados. Emiliano la ayudó a lavarse y se la llevó a la cama.

Ella lo miraba llena de dudas. Pero el la besó y le susurró:

Emiliano- Deja descansar esa cabecita testaruda.

Azul- Pero...

Emiliano- Shhh... sólo descansa. Mañana hablamos, lo prometo.

Le sonrió y la acomodó en sus brazos. Pudo sentir como se relajaba y se quedaba dormido. Luego el sueño la venció y se quedó dormida... Estaba perdida, ya no había vuelta atrás. Había vuelto a caer en el encanto de su esposo.