Charlotte que fue engañada por el hombre que juraba amarla, vuelve en el pasado para cambiar su pasado y proteger a su esposo, a quien ella mato con sus propias manos tras haber sido manipulada.
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capitulo 8- Aléjate dei esposo
Y sin darse cuenta, ambos habían llegado en la sala, Charlotte mira la figura que se encuentra de pie en aquella sala notando que no es nada menos que su querida hermanastra, quién estaba de pie mordiéndose el labio moviéndose de un lado a otro su rostro reflejaba el cansancio de estar parado durante horas.
La chica frunció el ceño, no esperaba que Eloise siguiera aquí, a pesar de cuando han pasado horas.
—¡Charlotte! — Eloise se abalanza hacia ella para abrazar, sin embargo, esta logra apartarse a tiempo rodeando los ojos. — hermana, ¿qué pasa?
— Ten más respeto, Eloise, no lo olvides, ahora soy la emperatriz y lo más importante te encuentras enfrente del emperador. — Mira la chica con una sonrisa. — Estoy segura de qué papá pagó lo suficiente para tus clases de etiqueta, ¿cómo es que todavía no sabes lo mínimo?
— Yo… — La chica levanta la cabeza mirando al emperador, sonrojándose de inmediato tras verlo bajando la cabeza nuevamente. — Lo… Lo siento, hermana, no quería parecer grosera, solo quería verte. Te extrañaba. — Lágrimas de cocodrilo se deslizan en su mejilla, mirando al emperador disimuladamente, esperando que este se simpatizara con ella.
— ¿Qué esperas? — Mira Killian sonrojada, pensado que este la estaba defiendo. — Arrodíllate— Los ojos de Killian se fijan en los de Eloise. — Estoy esperando que se arrodille para pedirle disculpas a mi emperatriz. — La chica se queda sorprendida apretando su vestido con rabia, nunca Nadie la había rechazado de tan solo verla saltando lágrimas. Sabía que no tenía ninguna opción, por un momento pensó que el emperador la defendería al ver cómo lloraba, pero ahora mismo le estaba pudiendo qué se arrodille enfrente de la maldita de Charlotte.
— Charlotte. — Mira a su hermana en busca de ayuda, pero la sonrisa de Charlotte la dejó congelada.
— Arrodíllate y pide perdón o yo mismo me encargaré de contarte esa lengua. — Bramó el emperador con furia. Eloise al ver aquella mirada de asesino, su cuerpo reaccionó por su instinto, cayendo de rodillas en el suelo con la cabeza cabizbaja.
— Perdóneme, su majestad, el emperador, sé que fui irrespetuosa, solo estaba preocupado por mi hermana. — Con cada palabra que decía sentía que hervía de rabia.
— No me pidas perdón a mí, sino a mi esposa. ¿Quién te crees que eres para llamarle por su nombre? — Eloise sentía que estaba a punto de morir de rabia, ¿disculparse con Charlotte? Eso jamás.
— Su majestad. — Mira a Killian con sus lágrimas deslizando en su mejilla.
— Tienes dos opciones, le pides disculpa a mi esposa o te corta la lengua en ese mismo momento. — El filo de la espalda hizo que Eloise dejara de respirar.
— Lo siento… — Hace varias reverencias con la cabeza. — Lo siento, her… Su Majestad, la Emperatriz. — Entonces sintió cómo la espada fue retirada y pudo respirar finalmente.
Charlotte, que miraba en todo el silencio, sonríe levemente.
— Killian, ¿podrías dejarme sola con mi hermana por un momento? — El hombre la mira sorprendido, estaba seguro de que Charlotte detestaba a esa chica por cómo la miraba, pero ahora estaba pudiendo quedarse a solas con ella.
— Cariño. — Agarra con más firmeza la mano de la chica, no quería dejarla sola en este momento.
— No te preocupes. — Charlotte se pone de puntillas dándole un beso en la mejilla. — Espérame en el comedor, vendré hacia ti en un minuto. — Asiente sin estar de acuerdo, retirándose en aquella sala, no sin antes de darle a Eloise una mirada siniestra, haciendo que la chica temblará de miedo.
— Levántate. — Sonríe feliz tras escuchar las palabras de su hermana, levantándose de inmediato.
— Hermana, sabía que tú… — Sin embargo, no terminó de hablar por el fuerte impacto que recibió en el rostro.
— No vuelvas a intentar esos trucos sucios enfrente de mi esposo. — Mira, la chica con furia la había visto muy bien, como esa maldita miró a Killian.
— Hermana. — Plas nuevamente, otra cachetada, impactó su rostro; sin embargo, en el otro lado de la mejilla, dejando Eloise hecha una furia.
— No te quiero volver a ver por aquí, ni menos necesito tus palabras de hipocresía, por mí piérdete para así no tener que ver tu cara. — Eloise aprieta los puños con fuerza entendía lo que estaba pasando, se supone que Charlotte siempre la escuchaba y siempre hacia lo que ella quería, pero ahora era diferente, desde el día de la boda la había estado notando un poco diferente, pero ahora lo ha confirmado su hermana definitivamente no era la misma.
— ¿Tu esposo? —ríe como una arpía. — Si bien recuerdo que no querías ningún esposo, que no fuera el segundo príncipe Edwin.
— Eso era antes, Eloise, pero ahora todo ha cambiado. Ya me casé con Killian y eso jamás cambiará y Edwin fue un horrible momento de mi pasado. — Observa a su hermana fijamente. — La próxima vez que te vea mirando a mi esposo de esa manera, te arrancaré los ojos. — Pasa de largo empujando a Eloise con su hombro. — Alejate de mi esposo Eloise y lárgate, no te quiero volver a ver aquí. — Dicho eso, se retira yendo en la dirección donde fue Killian.
Mientras que, por otro lado, Eloise se encontraba mordiéndose las uñas de la rabia, sentía que estaba a punto de explotar del enojo.
«¿Cómo se atreve a humillarme de esa manera?» Mira en la dirección donde fue Charlotte apretando los puños con fuerza.
Definitivamente, eso no se quedaría así, haría que pagara por esas humillaciones.
«¿Te atreves a amenazarme con mirar a tu esposo, veamos qué pasa si lo arrebato de tu lado?» Sonríe con maldad saliendo de aquella sala, definitivamente se encargaría de seducir al emperador de alguna manera.
Mientras tanto, Killian, la madre Emperatriz y Charlotte se encontraban en el comedor.
— ¿Cómo les fue en su noche de bodas? — Mira su hijo y luego Charlotte y puede ver cómo la chica se sonroja, dándole entender que definitivamente pasó algo, aunque ella ya sabía, ya que había mandado doncellas en la puerta de ambos durante toda la noche.
— Madre, ya lo sabes, ¿por qué preguntas? — La madre emperatriz ríe levemente, mientras que Charlotte mira a Killian entendiendo aquellas palabras.
— Me alegro de que me hayan hecho caso, espero pronto un nieto. — Ambos se miran
— Muy pronto, madre.
Tanto la madre Emperatriz como Killian sonríen tras escuchar las palabras de Charlotte.
Killian estaba feliz de saber que Charlotte sí quería tener una familia con él.
Mientras que la madre emperatriz, feliz de que por fin tendría un nieto
