Los Hermanos Volkova

En auto del mago iba en marcha, Nina cada vez que estaba cerca del hombre sentía helar su cuerpo. La chica lo observó mientras conducía, a su parecer se veía muy hermoso, serio, temible y encantador.

Luther sonrió y dijo "¿No te cansas de mirarme?"

Nina volteó su rostro hacia la ventana del auto "Lo siento" Musitó.

"No te disculpes, me gusta verte imponente" Luther detuvo el vehículo.

"¿Qué haces?" Preguntó Nina viendo detener el auto.

"Hablemos"

"¿De qué quieres hablar?"

"De cómo estuvo la cena deliciosa ¿Te gustó? ¡Vamos Nina! Esto ya es incómodo, no lo hagas más difícil" Dijo el mago mirándola.

"No me gustó como me hablaste en la escuela, está bien si no soy de tu agrado, pero debiste ser prudente" Dijo Nina.

"No pido permiso para hacer o decir las cosas. Sentí que debía dejar todo claro" Dijo Luther.

"Llévame a casa, quiero que te alejes de mí y nunca me busques, si lo haces le diré a mi tío Christian que me acosas" Dijo Nina enojada, era un imbécil.

"Bien, me cogeré a tu amiga, espero que no llores por eso"

Nina se empezó a llenar de furia, golpeó el pecho del pelirrojo y dijo "Has lo que te dé tu puta gana idiota, si te coges a Celia también podría coger con mi amigo por ejemplo" Salió del auto y corrió.

Luther golpeó el volante destrozándolo por completo "¡Nina! ¡Maldita sea! ¡Vuelve aquí!"

Nina corrió, pero no fue suficiente, el pelirrojo se movilizó con el viento de la noche interceptándola solo un poco más adelante "¿Es tu novio?"

Luther la tomó el brazo estremeciéndola, Nina quiso llorar, no solo por el dolor que le ocasionaba su agarre, sino también por lo fuerte que sonaban sus palabras "Me lastimas" Musito la chica con voz quebrada.

Los ojos verdes de Luther estaban más brillantes de lo normal y no se había percatado de la fuerza con la que había tomado el brazo de la ahora castaña. El pelirrojo bajó su intensidad y la abrazó "Lo siento nena, no me hagas enojar, cuando empiezo no hay reversa podría lastimarte"

Nina lloró por sus palabras y hechos y entre lágrimas dijo "No tengo novio, Leonid es mi amigo"

Luther tomó ahora el rostro de la pequeña chica y observó sus húmedos ojos buscando rastros de mentira, pero no los halló. El hombre empezó a secar las lágrimas de la chica con sus pulgares y dijo "Intentaré no hacerte llorar nunca más" El mago pensó que las lágrimas de la chica podrían ser su punto débil.

"¿Amas a Celia?" Preguntó Nina.

"¿Crees que tengo cabeza para amar a alguien? __ El mago besó la frente de Nina y continuó diciendo __ No la amo, solo bromeaba, ese chico parecía una garrapata pegado a ti"

"Es un buen chico"

Luther volvió a observarla "¿Te gustan los buenos? Por qué yo no soy muy malo"

"Me gustas tú" Se atrevió a decir Nina, sin importar que una vez más la rechazara.

"¿Sabes que eres una pequeña y que tus padres y hermanos intentarían matarme si correspondo a tus sentimientos?"

"No quiero que pelees con mi familia, ellos te quieren ¿Podemos ser amigos mientras cumplo la mayoría de edad?" Preguntó Nina.

"Está bien, pero nadie más tendría derecho a ser tu amigo, ese es mi anexo"

"¿Por qué? ¿Anexo?"

"Porque soy muy celoso con mis contratos" Dijo Luther sin dejar de palpar el rostro de Nina mientras hablaban.

"¿Soy un contrato?"

"Eres más que eso Nina Volkova, pero ahora estamos cerrando un trato de amistad, donde te comprometes a no tener más amigos que yo"

"Está bien" Dijo la chica.

"¿Sabes que nunca debes romper un trato con un mago oscuro porque el rompimiento podría llevarte a la muerte?" Preguntó Luther, era cierto todo lo que decía sobre los contratos, pero lo que el no sabia es que iba ser imposible dañar a su pequeño cielo.

Nina negó enterrando nuevamente la cabeza en el pecho del hombre, Luther se moría por besarla, pero se contuvo, sería paciente.

"Dañé el volante del auto, abrázame fuerte y cierra los ojos" Dijo Luther y Nina lo hizo, al abrirlos estaba en su casa.

"Cuando estés en peligro o me necesites, frotarás esta cadena mientras repites mi nombre tres veces, este es tu regalo de cumpleaños número 16 al que no pude asistir" Dijo Luther.

Nina entró a su habitación, como había informado que se quedaría en casa de su hermano nadie la esperaba. La chica se sentía flotando en el aire, con ansiedad por volverlo a ver y con la incertidumbre de lo que vendría.

Nina quiso hacer una broma y froto su regalo repitiendo "Luther, Luther, Luther"

La chica dio vueltas por toda la habitación buscando a su tormento "Tal vez hice algo mal"

"No lo hiciste, te observó desde las sombras, pequeña ¿Tan ansiosa estás?" Preguntó Luther con malicia.

Nina sintio desfallecer y el frio se instaló en ella nuevamente "Quiero un beso de buenas noches" Pidió la mujer.

Luther se hizo visible, esas palabras desataron algo poderoso en su interior, aún no podía creer que una mocosa lo tuviera como tonto "¿En dónde?"

Las mejillas de Nina se tornaron coloradas, ella quiso bromear y ahí estaba su fresita preguntándole ¿Dónde quería el beso? Luego recordó donde habían estado esos labios y tuvo taquicardia, con la respiración entrecortada dijo "Estoy nerviosa"

"Quisiera leer tu mente y saber que está pasando por esa cabecita" Se acercó el pelirrojo.

Nina, en cambio, agradecía que no pudiera leerla se avergonzaría aún más si el conociera sus sucios pensamientos.

Luther beso la frente de la chica, luego junto su frente con ella, besó su nariz, sus mejillas e hizo un recorrido de besos húmedos hasta su cuello, los espasmos que provocaba en la castaña eran indescriptibles, la chica cerró instintivamente sus piernas sintiendo humedecer su zona, acto que no pasó por alto el mago, podía olfatear aquel lugar que le hacía una invitación a profanarlo. El joven mago recordó las palabras de su padre, el no conocía lo que era el respeto, pero con Nina tendría que aprender.

"Me voy nena, tu ve a darte una ducha, si quieres puedes toc*rte mientras piensas en mi y en algún momento te preguntaré, espero que no omitas detalles" Desapareció dejando a Nina con un frenesí incontenible.

En los aparatos tecnológicos de los hombres que cuidaban a Alana, se reflejó un vehículo que se acercaba, Soler Comunicó a Dylan lo que ocurría.

"Señor, disculpe que lo moleste, pero Se acerca un vehículo, si no es su padre, la niña Nina o usted, entonces se trata de su hermano" Comunicó Soler.

Dylan se levantó, estaba completamente desnudo acababa de tener una faena de sex* con su linda esposa, entonces Ordenó lo siguiente "Que no los vea, intentaré comunicarme con Nana"

Dylan marcó infinitas veces a Alana, pero está no respondió. Mylan llegó al lugar saludando al portero quien lo dejó entrar sin ninguna complejidad, riendo por verlo en paños menores "El señor Justin está muy bien acompañado" Susurró.

Mylan sonrió, pensó que su amigo aun sufría por su ex, pero ahí estaba dándole rienda suelta a su pasión. El hombre tocó la puerta con fuerza y Justin se dispuso a abrir medio dormido.

"Mi amigo del alma, sabía que era tan perro como yo ¿Quién es la afortunada?" Preguntó Mylan.

Justin con cara de terror Preguntó "¿Qué haces aquí? __ Observó a su amigo de pies a cabeza __ Desnudo"

Feliz día del trabajador mis amores. Gracias por sus palabras de apoyo.

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