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¿Y Si Me Quedo?

¿Y Si Me Quedo?

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / Doctor / Maltrato Emocional / Atracción entre enemigos / Completas
Popularitas:100.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Raylla Mary

Thiago siempre fue lo opuesto a la perfección que sus padres exigían: tímido, demasiado sensible, roto por dentro. Hijo rechazado de dos renombrados médicos de Australia, creció a la sombra de la indiferencia, salvado únicamente por el amor incondicional de su hermano mayor, Theo. Fue gracias a él que, a los dieciocho años, Thiago consiguió su primer trabajo como técnico de enfermería en el hospital perteneciente a su familia, un detalle que él se esfuerza por ocultar.

Pero nada podría prepararlo para el impacto de conocer al doctor Dominic Vasconcellos. Frío, calculador y brillante, el neurocirujano de treinta años parece despreciar a Thiago desde la primera mirada, creyendo que no es más que otro chico intentando llamar la atención en los pasillos del hospital. Lo que Dominic no sabe es que Thiago es el hermano menor de su mejor amigo y heredero del propio hospital en el que trabajan.
Mientras Dominic intenta mantener la distancia, Thiago, con su sonrisa dulce y corazón herido, se acerca cada vez más.

NovelToon tiene autorización de Raylla Mary para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 2

Silencio en Día Libre

El sonido del despertador sonó a las 07:00, pero Thiago no se movió.

Era su día libre, y eso debería significar descanso, paz… libertad. Pero para él, era solo otro día de soledad. Un largo intervalo entre un turno exhaustivo y otro, donde todo lo que más intentaba evitar — pensamientos, recuerdos, angustias — volvían a surgir.

Continuó acostado, encogido bajo la cobija ligera, con los ojos abiertos y perdidos en el techo de la habitación. La luz del sol entraba tímida por las rendijas de la cortina. Afuera, el mundo seguía normalmente. Adentro, todo parecía en suspensión.

Tomó el celular. Ningún mensaje nuevo. Ninguna llamada.

Solo el silencio.

Suspiró y rodó hacia el lado. Vio la foto que aún insistía en mantener como fondo de pantalla: él y Theo, sonriendo en un raro fin de semana en la playa. Era una de las únicas memorias buenas que guardaba de la vida en familia, antes de que todo se derrumbara. Antes de que los padres lo llamaran vergüenza. Antes de que el padre dijera, con frialdad quirúrgica, que él era una falla de carácter, una desviación inaceptable.

El rechazo no dolía más como antes… pero aún dejaba marcas.

Se levantó lentamente. Fue hasta la cocina minúscula de su apartamento y preparó un café solitario. Pasó por la estantería donde guardaba algunos libros de enfermería y una caja de madera. Se quedó parado frente a ella por largos segundos antes de abrirla.

Allí dentro, cartas que nunca fueron enviadas. Todas escritas para el mismo destinatario:

Dominic Vasconcellos.

Palabras que jamás serían leídas. Deseos que nunca serían atendidos. Un amor imposible, ridículo, unilateral. Pero era allí donde él colocaba todo lo que no podía decir en voz alta. Y tal vez nunca dijera.

Con la taza en las manos, Thiago se sentó en el sofá y encendió la TV solo para llenar el vacío. Las noticias pasaban como ruido blanco. Él miraba, pero no veía. El pensamiento aún estaba preso en la noche anterior — en la voz fría de Dominic, en las palabras duras, en la mirada de desprecio. Él no conseguía entender cómo podía amar a alguien que lo lastimaba tanto. Pero el corazón era terco… y tonto.

Alrededor de las diez, Theo mandó un mensaje:

> 🌞 Theo: Hermanito, ¿vas a salir hoy? Yo estoy de guardia hasta las 20h, pero después paso por ahí. ¿Quieres cenar conmigo?

Thiago sonrió levemente. Theo siempre intentaba compensar todo lo que el mundo le arrancaba.

> Thiago: Quiero sí. Voy a esperarte.

Era extraño cómo pequeños gestos, como aquel mensaje, aún conseguían mantenerlo entero. Incluso cuando todo dentro de él parecía derrumbándose.

Decidió entonces tomar un baño, vestir una ropa cómoda y caminar hasta la plaza cerca de casa. El aire fresco tal vez ayudara a vaciar la mente. Llevó consigo un libro — incluso que supiera que no iba a leer ninguna página.

Se sentó en un banco bajo la sombra de un árbol. Parejas pasaban de manos dadas. Niños corrían. Personas sacaban fotos, reían, vivían. Y él… solo existía.

Fue en ese momento, mirando el mundo girar a su alrededor, que se preguntó:

“¿Y si yo no estuviera más aquí? ¿Alguien sentiría falta?”

La pregunta quedó suspendida en el aire, como humo. Dolorosa. Cruda. Real.

Pero antes de que se hundiera en ella, el celular vibró de nuevo. Otro mensaje.

Esta vez, de un número desconocido.

> 📱: Thiago, soy el Dr. Dominic. Necesitamos conversar. ¿Estás disponible mañana antes de la guardia?

Su corazón paró por un segundo.

Dominic.

¿Por qué estaría mandando mensaje? ¿Cómo consiguió el número? Y lo más importante: ¿qué quería?

Thiago quedó encarando la pantalla como si ella pudiera darle respuestas.

Pero había solo una certeza en aquel momento.

El mañana no sería más tan silencioso.

Thiago aún encaraba el mensaje cuando el sol comenzó a bajar en el cielo. Los colores del fin de tarde teñían la plaza de dorado, pero todo parecía distante, como si él estuviera dentro de un vidrio, observando el mundo sin tocarlo.

"Thiago, soy el Dr. Dominic."

Solo aquellas palabras ya habían quitado el suelo de sus pies. Dominic nunca había hablado con él fuera del ambiente del hospital. Nunca lo había mirado con algo que no fuera desprecio. Y ahora, después de haberlo humillado en frente de todo el equipo, ¿él quería conversar?

Thiago bloqueó el celular con los dedos temblorosos. No sabía qué pensar, ni cómo reaccionar.

— Ahí estás tú.

La voz familiar lo sacó de vuelta a la realidad. Theo estaba parado frente a él, con una sonrisa gentil y los ojos atentos.

Thiago se levantó inmediatamente y lo abrazó, como si fuera el ancla que necesitaba en aquel momento.

— Estaba preocupado — dijo Theo, acariciando los cabellos del hermano. — No respondiste después del mensaje de la mañana. Pensé que te hubieras… qué sé yo, hundido.

Thiago rió bajito, un sonido breve y sin fuerza.

— Casi me hundí, pero… aquí estoy.

— Vamos a casa, entonces. Yo traje pizza y tu refresco idiota de fresa. — Theo levantó la bolsa con orgullo. — Y antes que digas cualquier cosa: sí, yo sé que es dulce de más. Pero a ti te gusta, entonces cállate.

Ellos rieron juntos. Por primera vez en aquel día, Thiago sintió algo calentar dentro del pecho. Algo parecido con amor. Con acogimiento.

En aquella noche, los dos cenaron sentados en el sofá, con la TV encendida en algún programa irrelevante, solo por el ruido de fondo. Theo hablaba sobre las guardias, los pacientes que fingían fiebre solo para escapar de la escuela, y las peleas internas de los residentes. Thiago oía, riendo de vez en cuando, pero su mente aún volvía, insistentemente, para el mensaje de Dominic.

Theo percibió.

— Estás extraño. — Él entrecerró los ojos. — ¿Qué está aconteciendo?

Thiago vaciló. Tomó el celular y mostró el mensaje.

Theo leyó, frunció el ceño y soltó un largo "hm".

— Él nunca te mandó mensaje antes, ¿verdad?

— Nunca — Thiago respondió bajito. — Y ahora quiere conversar conmigo antes de la guardia de mañana.

— ¿Y qué crees que él quiere?

Thiago se encogió de hombros, encarando el vaso de refresco.

— Tal vez… despedirme. Alejarme de una vez. O solo humillarme de nuevo, en particular esta vez.

Theo bufó, cruzando los brazos.

— Mira, Dominic es mi mejor amigo hace años, pero a veces él es un idiota frío. Solo que... él no hace ese tipo de cosa por nada. Si él pidió para conversar, es porque tiene un motivo.

— ¿Y si es malo?

— ¿Y si es el comienzo de alguna cosa diferente?

Thiago desvió la mirada, sin coraje de creer en eso.

— Yo no quiero ilusionarme, Theo. Ya basta lo que siento por él en silencio. Si él sabe de eso… — Él tragó seco. — Va a odiarme aún más.

Theo se aproximó y tomó la mano del hermano.

— Thi… tú no necesitas esconder quién eres. Y mucho menos esconderte de nadie. Ni de Dominic. Ni de papá. Ni de nadie.

El silencio entre ellos fue llenado con aquella presencia cálida. Era bueno tener a Theo. Era esencial.

Antes de dormir, Thiago volvió a mirar el mensaje de Dominic.

“Necesitamos conversar.”

Podría ser el fin.

O el inicio.

Y con el corazón apretado, él respondió:

> Estaré disponible a las 06:30. Antes de la guardia.

Enviar.

Ahora, no había más cómo volver atrás.

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Macarena Torrez
hola muy linda tu historia
no te voy a negar que me hizo llorar 🤭🥰
Moni Casco
Excelente historia, buena narrativa. Un tema duro de tratar
Andru To
👏👏👏 excelente gracias al escritor(a) mis felicitaciones 🥰
Jesica Hernandez
me gustó la novela es un tema delicado la depresión, creemos que a veces no es suficiente lo que uno hace por las personas que están así, se ve que investigaste muy bien te felicito por que hablar de este tema no es fácil.
A veces la ficción no es ni el 1% de la verdad gracias y nuevamente felicidades
espero leer algo más de ti (pero más alegre porfavor)
Karla Alvarez
Entiendo el sentimiento de tristeza profunda y trauma de la infancia que perdura, y no fue la manera correcta de decirlo por parte de Dominic, pero tiene razón si quiere sobresalir debe dejar de esconderse, no desvalorizarse a si mismo, y entiendo que Theo se preocupe, pero por lo que entiendo Thiago ya es un adulto y si quiere cambiar en su vida solo puede intentar hacerlo el, si su hermano le ofrece ayuda, aceptarla, intentar mejorar por si mismo, es sumamente difícil, pero si el no quiere cambiar o buscar ayuda nadie tiene la responsabilidad de sus bajones y aunque no es correcto esa esa es la dinámica del hospital y hay que aprender a ser resilientes.
Silvia Carillo
hermoso. trabajo! excelente!
~√{©£¢%}✓¶🌟💖
Vamos Thiago hazlo por ti, por Dominic y Theo lucha para estar bien contigo mismo, pero ya no te hagas más daño
arely alexandra acuñahernandez
felicidades...me atrapó tu historia de principio a fin...plasmas en ella uno de los problemas que viven muchas personas hoy en día..hay personas que no tienen conciencia que con una sola palabra puede herir a otras y muchas veces el daño puede ser irreversible... nuevamente gracias por tu historia 👏
Sra.Rocksmi D' oz
Orden de restricción para ese par fe hienas.
~√{©£¢%}✓¶🌟💖
Me parte el corazón ver así a Thiago
Gladys Bianculli
que fue este capítulo 😭,triste realidad que pasa en muchos hogares ,pobre criatura en de cariño ,compresión de sus padres recibe desprecios ,intolerancia y falta de amor
Iraima Villamizar
no me parece pero tanta dedicación y amor que le han brindado y no es justo que atente contra su vida , osea su vida depende de Dominic ,no es justo
Nidia Mojica
Una gran historia y un hermoso finsl.
Nidia Mojica
Me encanto la historia, espero poder leer mas de ti si sigues escribiendo.
Nidia Mojica
Esperemos que ahora si Dominic.
Nidia Mojica
No te creería.
Nidia Mojica
sin palabras.
Nidia Mojica
😢😢😢😭😭😭😭😭😭😭
Nidia Mojica
Siempre primero tú Thiago.
Nidia Mojica
Todos merecemos respeto, amor principalmente por nuestra familia.
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