El dolor de una traición, arranca de raíz el amor que sientes por alguien especial, pero también te destruye lentamente, pero la determinación con que la enfrentes, será la clave para seguir adelante y no dejarte derrumbar.
Acompáñame a conocer la historia de Feray Yilmaz, su historia de fuerza y resiliencia, te va a enseñar que después de una traición, todo sanará.
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CAPITULO 2
Muchas gracias por recibirme -- ella sonrió, yo me senté en la silla frente a su escritorio.
- Eres… ¿Feray Yilmaz?-- yo asentí-- ¿cuántos años tienes?-- indagó.
- 27-- respondí.
- fecha de tu última regla --
- 12 de febrero -- dije según la información de mi calendario, ella dejó de escribir en su computadora y revisó las fechas.
- hoy estamos a 30 de abril, estaríamos hablando de un mes y dos semanas de retraso, ¿trajiste los resultados de la prueba de embarazo?-- yo saqué de mi bolso el papel con el resultado.
Cuando solicité la cita, me indicaron que debía realizarme una prueba cuantitativa de GCH en sangre, así que un día antes fui a un laboratorio y los resultados me los entregaron a los 15 minutos, dando el mismo resultado que las pruebas caseras.
- Perfecto, entonces vamos a la parte de atrás, te haré una ecografía para poder definir tus semanas de gestación -- yo me puse de pie, no me había percatado que la obstetra también estaba embarazada, pero ella se veía de unos 6 meses, su vientre se notaba mucho más.
Ella me señaló la camilla, me indicó donde debía acomodarme, luego me dijo que levantará un poco mi blusa y soltara los botones de mi pantalón, como ella pidió, así lo hice, luego aplicó el gel y comenzó a mover el transductor hasta hallar a mi bebé.
- ¿lo ves? -- yo asentí -- Ya se está comenzando a formar, aunque aún es muy pequeño, y según las medidas, tiene siete semanas y media quizás quedaste en embarazo una semana después de tu última regla-- dijo, luego movió un poco más el transductor hasta que comencé a escuchar unos latidos muy tenues -- ese es el latido del corazón y este otro-- lo movió un poco más-- son los latidos del cordón umbilical, tienes que tener presente la diferencia de estos dos latidos, pero todo está perfecto-- comentó y yo sonreí-- me pasó una toalla de papel para qué me limpiara el gel de mi vientre,
- Muchas gracias -- le dije y ella sonrió.
- no me agradezcas, es mi trabajo, además me hace feliz ver la felicidad de otras mamitas, yo también estoy esperando a mi primer bebé, y aunque mi profesión es obstetra, no tengo la experiencia en esta profesión tan importante y linda, que es ser madre, espero hacerlo bien-- comentó la doctora.
- Todo estará bien, me imagino que su esposo debe estar muy feliz -- dije mirando el anillo en su dedo, ella sonrió.
- Si, él está demasiado emocionado, llevamos muchos años intentándolo, y después de 7 largos años se nos hizo el milagro -- comentó -- lo siento, no quiero abrumarte con mi historia, pero me sentí en confianza contigo --
- Gracias por compartirlo conmigo, no molesta--
- Gracias, entonces te espero en el escritorio, cuando estés limpia, pasas para finalizar la cita y darte algunas órdenes para las próximas citas y algunos exámenes que debes realizarte, además de los suplementos que debes comenzar a consumir-- yo asentí y seguí limpiando el gel.
Al salir, giré mi rostro hacia su escritorio, una punzada se situó en mi pecho, ella tenía un portaretrato con una foto... Era ella...con su esposo, y su esposo era nada más y nada menos que mi novio, Khan, mi mundo se desmoronó en ese instante, mis piernas flaquearon y por poco caigo al suelo sobre mis rodillas, las rápida reacción de Irem, evitó que eso sucediera.
- ¿Estás bien? ¿necesitas que llame a tu esposo?-- dijo y yo la mire aterrada.
- No, no, ya estoy bien-- dije, ella no merece que yo le haga esto, no en su estado.
Ella me ayudó a sentar, me dió un poco de agua, yo me la bebi toda de un solo trago, logré recomponerme y finalmente la cita concluyó, salí de su consultorio con las manos temblorosas y llenas de esas órdenes médicas.
Iba distraída y sin darme cuenta me estrellé con alguien, esa persona se disculpó ya que no me vio, me entregó los documentos que quedaron esparcidos por el piso, yo agradecí y me fui, no tuve tiempo de detallar su rostro, mi mente estaba divagando, y cada que aumentaba más el tiempo mi cerebro iba despertando, pero mi corazón iba doliendo cada vez más.
Mi amiga me llamó para saber cómo me había ido en la cita, yo le pedí vernos en una cafetería, sabía que ella iba a darme un sermón, pero aún así prefiero contarle todo personalmente, necesitaba que alguien me escuchara y quien mejor que ella.
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llegué a la cafetería pactada, ella ya estaba ahí esperándome, al verme se puso de pie y fue hacia mi, no se cuál era mi condición o como era mi aspecto, pero ví la preocupación en su rostro, me tomó del brazo y me llevó a la mesa, allí ayudó a sentarme.
- Feray-- dijo pero no hubo respuesta de mi parte -- ¡Feray!-- insistió, yo la mire y reaccioné -- ¿estás bien? ¿hay algo mal con tu bebé?-- yo negué.
- No-- finalmente dije-- mi bebé está bien, lo que está mal es su padre-- ella me miró confundida.
- Explícate por qué no te estoy entendiendo nada -- yo agaché mi cabeza y comencé a llorar desconsolada, Yasemin se acercó a mi y me abrazó-- Ese maldito está casado -- solté sin más, ella se apartó de mi abrazo y levantó mi rostro entre sus manos.
- Repite lo que dijiste--
- Khan está casado-- sus ojos se pusieron rojos del coraje.
- ¿cómo te enteraste?-- de solo recordarlo me sentí culpable, aunque sabía que el único culpable aquí era el.
- La obstetra que me atendió hoy...-- hice una breve pausa -- es su esposa, y no solo eso, ella también está embarazada, pero tiene aproximadamente 6 meses de embarazo, me siento culpable -- dije poniendo la mano en mi pecho tratando de apaciguar el dolor.
- No, no y no, tu no eres culpable, ese maldito bastardo es el único culpable, y no te voy a decir "te lo dije" por qué no era de esta forma en que yo creía que ese desgraciado no era para ti-- me volvió a abrazar, ella acariciaba mi cabeza, mientras yo lloraba.