La Villana de la historia Irina Ordóñez nos cuenta lo que la llevo a ese puesto. También veremos el nacimiento de una nueva villana. Espero y disfruten de la novela.
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Esto es muy grave.
Quién diría que una de las palizas de mi madre me servirían de algo.
Ese día de verano llegué con una chamarra que cubría casi todo mi torso al colegio. Amadeo se acercó a mí después de clases preocupado puesto que hacía mucho calor para que yo estuviera vestida de esa manera.
Me llevó a su oficina y me obligó a quitármela delante de él. Senti mi corazón acelerado imaginándome otro escenario.
Pero él solo quedó asombrado al ver mis moretones, tanto que quiso dar aviso a las autoridades.Pero se lo impedí.
_ No profesor por favor no haga eso.
_ De qué hablas Irina. Esto es muy grave.
_ No duele casi nada. Yo estoy bien.
_ Esto no está para nada bien y que intentes minimizarlo es aún peor.
_ Le puedo contar un secreto.
_ Claro que sí. Puedes confiar en mi.
_ De nada vale intentarlo. La policía siempre hizo oídos sordos a todas las denuncias que realizaban los vecinos por el escandalo que escuchaban en ni casa.
Lo único que cambia era que nos mudábamos a otro lugar nuevo y esta vez no quiero eso.
_ Lo que me cuentas es muy grave Irina. ¿Esto sucede a menudo?.
_ Casi a diario, ya estoy acostumbrada. Por eso le suplico que no lo denuncie. Me gusta esta escuela y no quiero marcharme.
_ Sigo creyendo que no está bien callar. Mi deber como tu profesor es cuidar de ti.
_ Cuide de mí enseñándome para poder llevar otra clase de vida y no ser igual a mis padres.
Después de muchas súplicas lo logré convencer. Estaba muy aliviada, ya que no tendría que marcharme de su lado.
Aunque le prometí ese hecho no volvería a suceder. Era casi imposible para mí cumplírselo ya que mis padres eran terriblemente crueles a la hora de descargar su frustración en mí.
Después de ese incidente y de escuchar mi patética vida. Amadeo se preocupaba más por mí.
Me daba prioridad y me demostraba algo de cariño lo que hacía que mi corazón no dejará de palpitar por él.
Un día me arme de valor y le confesé sé mis sentimientos por él. Ya no quería desperdiciar más tiempo.
Este se quedó sorprendido, pero no me dio un no rotundo.
_ Irina creo que estás confundiendo las cosas. Tal vez me ves como una figura paterna o como un protector.
Pero qué estupidez más grande, yo me lo quería follar duro. Deseaba tenerlo en mi cama. Eso no lo sientes por una figura paterna. Yo lo añoraba como hombre y quería que él me enseñara a ser mujer.
_ No profesor lo que yo siento por usted es amor. Ya tengo un padre que aunque no es el padre que desearía tener. Yo sé que lo que siento por usted no es lo mismo que lo que siento por él.
_ Escúchame bien. Claro que no es lo mismo porque tú estás viendo en mí al padre que desearías tener y no al maltratador que te golpea sin piedad.
_ Usted no lo entiende. Yo lo deseo profesor y lo veo como hombre.
Después de una fuerte charla Amadeo se marchó y me dejó algo confundida.