Ciel Levallois es solo una extra en una historia de romance de fantasía, en la cual ella y su familia pierden la vida cuando su hermana tontamente cae en las mentiras del villano.
Pero ahora, una nueva alma ha renacido en Ciel y ella no esta dispuesta a morir por culpa de su hermana, así que para cambiar ese destino, ella decide tomar el lugar de su hermana y casarse con el gran general del reino, el duque Aleksander Ronchembert, conocido como "la bestia", por ser un guerrero despiadado contra sus enemigos. ¿Podrá Ciel escapar de su destino?
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Capítulo 24.
Los caballeros apenas llegaron al lugar, se dividieron, una parte fue directamente a atacar a los bandidos y los otros, a auxiliar a los habitantes del pueblo, les ayudan a salir de sus casas para llevarlos a una zona segura y ayudan a los heridos para llevarlos también lejos del peligro. Ciel puede ver lo organizados que estaban, así que los que la habían seguido, rápidamente se apresuran también para ayudar. Cian y Kael van con Ciel al ver que ella corre hacía los bandidos, al levantar ambas manos, flechas de energía azul salen disparadas hacía esos delincuentes y al atravesar su piel estos se congelan rápidamente.
"Un mago, han traído un mago." Advirtió uno de ellos.
Los hombres buscan de donde vienen los ataques de magia, notando la presencia de la joven pelinegra. Ninguno de ellos esperaban ver a una mujer usando magia de forma tan eficiente.
Ciel lanzo nuevamente otros ataques, mientras que Cian y Kael pelean contra los que intentan atacar a Ciel a sus espaldas. Ciel no solo ataca con magia, también toma una espada de uno de los bandidos y se apresura a atacar directamente, demostrando su agilidad en el combate.
"¿Quien demonios es esa mujer?, acaben con ella bola de inútiles". Grita el líder.
"Señor, es una maga, no es fácil". Se queja uno de sus hombres.
— no solo es una maga, es la gran Duquesa de Ronchembert.— menciona el capitán a cargo de las tropas.
Los bandidos se sorprenden al escuchar aquella presentación, aunque si han escuchado que el gran Duque se había casado, no sabían nada de su esposa, aunque todos asumen que solo es una simple dama noble.
"Perfecto, dejemos viudo a ese estúpido Duque." Grita el líder.
— si tienes esposa, es ella quien será viuda.— responde Ciel.
La chica lanza nuevamente otro ataque con magia, siendo esta vez una explosión que causa que el líder y sus subordinados a su lado sean lanzados al aire por dicha explosión, esto ayuda a que los caballeros ataquen a los caídos. Además de que es una buena distracción para que los habitantes del pueblo puedan seguir siendo evacuados a salvo, pues algunas casas habían sido incendiadas.
Al ser demasiados bandidos la batalla se alargo un poco, pero finalmente habían logrado detenerlos, aunque unos pocos lograron escapar, pero la prioridad era apagar los incendios y poner a salvo a las personas. Quienes estaban impresionados por la valentía y fuerza de la Duquesa.
Tras apagar los incendios, Ciel pidió que las personas sean llevadas al castillo, lo mejor era que pasaran la noche allá pues estarían a salvo, mientras se reparan sus casas y revisan la gravedad de los daños, además, los caballeros saldrán mañana en busca de los bandidos que lograron escapar. Ciel estaba organizando todo con cautela, priorizando la seguridad de su gente.
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En la noche cuando Aleksander regreso, se le informó de aquel ataque y se le hizo saber que la Duquesa había acudido personalmente a pelear también, todos halagan las habilidad de la joven y su forma tan rápida de actuar durante esa emergencia. Aleksander rápidamente va en busca de Ciel, no puede creer que se haya puesto en peligro mientras él no estaba. Al llegar a la alcoba, ella estaba sentada en un sofá con vista hacía la ventana mientras leía un libro de magia, al escuchar la puerta levantó la vista.
— bienvenido, excelencia.— deja el libro y se pone de pie.— supongo que ya le han informado lo sucedido en la tarde.
— así es, ya se que te has arriesgado a pelear sin saber cuan fuertes eran los enemigos.— expresa molesto.
— un pequeño detalle que no considere, lo importante en ese momento era defender el pueblo.— responde con calma.
Aleksander deja salir un pesado suspiro, no tenía caso regañarla, lo que ella decía era verdad, incluso él se ha arriesgado de esa forma. Aleksander se acerca más a ella y le acaricia el rostro.
— entiendo que seas una excelente maga, pero, también debes preocuparte por ti misma, no hagas algo tan arriesgado.— le pide con una expresión de preocupada.
Ciel deja ver una leve sonrisa.— lo tendré en cuenta. Además las criaturas gigantes son mucho más peligrosas.—
— los humanos también son peligrosos, a veces son peores que esas criaturas.— responde.
En especial cuando tiene una mujer ante ellos, pues son peores que un animal en celo y son capaces de todo sin importar el daño que causen. Aunque sabe que Kael y Cian la cuidan, no deja de ser peligroso. Ciel al ver la preocupación en el rostro del Duque, le abraza por la cintura y levanta la vista.
— su excelencia no debe preocuparse, no pienso dejarlo viudo tan pronto.— menciona en un tono más relajado.
Aleksander la abraza inclinándose para estar más cerca de su rostro después de quitarse la máscara, lo cual permite que ella pueda ver su sonrisa ladina. Ciel estaba encantada con ese hombre tan atractivo, en especial le fascinaba ese par de ojos grises.
— espero que así sea, dudo encontrar otra esposa tan interesante como tú.— responde.
Más tarde esa misma noche, antes de cenar, Ciel se encargo de que los sirvientes le dieran de comer a los que han refugiado en el castillo, afortunadamente dentro de la propiedad había una zona donde los sirvientes duermen y hay suficientes habitaciones para que los refugiados compartan, quizás estén un poco apretados los que son familias grandes, pero al menos están seguros y en un lugar cálido. Aleksander por su parte, estaba hablando con sus caballeros, revisando el mapa para poder organizar una búsqueda mañana, pues no pueden dejar que anden libres los bandidos que lograron escapar.
— en esta zona hay cuevas, con este invierno, son las más seguras para pasar la noche.— señala el capitán.
— pienso lo mismo, lo mejor sería ir al amanecer, si ellos están en esas cuevas podremos alcanzarlos antes de que sigan su camino y son las más cercanas al pueblo.— señala otro capitán.
— bien, hagan eso, asegúrense de que nadie escape. Y Dylan, tú los acompañas.— le ordena Aleksander.
—¿que?, ¿por qué yo?— se queja.— tengo una cita con Lilianna.
— no es verdad, ella no puede salir de la academia hasta el fin de semana.— le responde el Duque.
Dylan frunce los labios al ser descubierto.
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Después de asegurar que todo estuviera bien con los refugiados, Ciel regreso a su habitación donde pidió que le sirvan la cena, por ahora solo quiere bañarse y descansar, así que una cena en el comedor esta de más, total, puede cenar con su esposo en la habitación, aunque probablemente lo de descansar no sea posible y eso no le molesta.
Al salir, la cena ya estaba servida en la habitación y Aleksander la esperaba, el cual al parecer ya se había bañado en otra habitación. Ciel sonríe y se acerca a la mesa tomando asiento, así, mientras disfrutan de su cena, Aleksander le comenta sobre la búsqueda que se hará mañana, lo más probable es que puedan encontrar a esos bandidos, pues no pueden haberse ido muy lejos, en especial porque ya ha empezado a nevar nuevamente. Ciel mira por la ventana y efectivamente, la nieve a empezado a caer.
— espero que sean encontrados, mañana iré con los obreros para supervisar la reconstrucción de las casas afectadas.—
— de acuerdo, dejaré un pequeño escuadrón para que te acompañe.— responde Aleksander.— yo debo de ir hacía la frontera y es probable que no regrese hasta el día siguiente.
—¿hay problemas en la frontera?— trata de pensar si hay algún suceso importante, pero no recuerda nada al respecto.
— algunos nobles descontentos, quieren entrar hacía nuestro territorio y adueñarse de esas tierras, cuando en ellos son de Ferval.— expresa con fastidio.
— ya veo, no creo que sea un gran problema para usted, ¿cierto?, un pequeño susto y huiran.— sonríe ladina.
— tal vez una manada de lobos los asuste cuando ataquen su campamento.— se encoge de hombros.
— que lamentable para ellos.— responde Ciel.
Aleksander sonríe ante la respuesta, tal parece que la joven sabe de lo que habla y le da curiosidad saber como es que ella ha descubierto lo que es, porque la mayoría de los nobles no tienen idea de su verdadera identidad, tal vez Kael y Cian han dicho algo, ya que ese par suelen ser los más chismosos a parte de Dylan.
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Buenas noches villanas, una disculpa por actualizar tan tarde, estuve un poco ocupada y en la tarde fui a acompañar a mi mamá a visitar a su hermana, que tristemente ha estado muy enferma y no sabemos cuando nos dejará, así que queremos estar presentes en su vida lo más que se pueda. Muchas gracias por su comprensión y pasen linda noche ❤️