Luz O Oscuridad

26/01/2019

10:15pm

Losert: (Despierta desorientado en un espacio negro infinito, con el eco de su respiración rodeándolo) ¿Dónde estoy...?

Voz: (Susurrando desde todas direcciones, como si el espacio mismo hablara) En el lugar que temes mirar. Nuestro corazón. (La voz se mueve, y una figura sombría emerge lentamente de la oscuridad) Mira a tu alrededor, Losert. Vacío. Oscuro. Como tú.

Losert: (Intenta retroceder, pero no hay suelo bajo sus pies, solo vacío) ¿Nuestro corazón? No entiendo. ¿Quién eres?

Voz: (Acercándose con pasos lentos, resonantes) Soy lo que escondes. Soy el grito que ahogas. (Se detiene frente a él, su rostro indistinguible, como una sombra que nunca se define) Soy el sentimiento que reprimiste tanto, que ahora soy todo lo que queda.

Losert: (Frunce el ceño, tratando de entender) No... no entiendo.

Voz: (Con un tono cargado de sarcasmo) Claro que no lo entiendes. Has vivido huyendo de esto toda tu vida. Pero ya no más.

Losert: (Vacilante) ¿Qué quieres de mí?

Voz: (Su tono se vuelve más cortante) ¡Quiero que dejes de mentirte! (La oscuridad tiembla a su alrededor) No soporto más esta confusión. Este dolor que tú mismo creaste.

Losert: (Mirándolo con creciente pavor) ¿Qué confusión?

Voz: (Pausa, como si evaluara su respuesta) Lo sabes, Losert. Sientes algo por Elizabeth. Pero en lugar de aceptarlo, has llenado este corazón con dudas y miedos. (La figura se quiebra, susurrando entre lágrimas) Y yo... yo cargo con todo.

Losert: (Se lleva las manos al pecho, como si sintiera el dolor) No es amor. Lo que siento por ella no puede ser amor.

Voz: (Se inclina hacia él, con una sonrisa triste) No sabemos lo que es el amor. No lo hemos conocido. Pero esta confusión... (Señala el espacio negro) está destrozándonos.

Losert: (Apretando los dientes) Déjame tiempo. Puedo aclarar lo que siento.

Voz: (Lo observa, con una mezcla de esperanza y resignación) Tienes dos años. Si no encuentras respuestas para entonces, el pacto decidirá por nosotros. Tal vez... tal vez el dolor termine entonces.

Losert: (Se pone de pie con determinación, aunque su voz tiembla) ¿Y si descubro que la amo?

Voz: (Una sonrisa se dibuja en el rostro de la sombra, más definida, casi humana) Entonces, no la dejaremos ir.

Murmullos: (Desde las profundidades, una risa burlesca emerge) Je, je, je...

Losert: (Gira, alarmado, buscando el origen del sonido) ¿Quién está ahí?

Murmullos: (Ahora serios, como un filo de cuchillo) Si el pacto se cierra... (Una pausa, la risa regresa) Jejeje... sabrás quién soy.

Losert: (Susurra, con un escalofrío recorriéndolo) ¿Qué significa eso?

Murmullos: (Mesquinos, cargados de amenaza) Si eliges el vampirismo, Losert, yo seré tu sombra... siempre.

Desperté de golpe, mi cuerpo empapado en sudor, con la sensación de que mi mente se desbordaba. ¿Qué fue ese sueño? Las imágenes del vacío y la figura oscura aún danzaban en mi mente. ¿Quién era esa tercera presencia? La voz, tan cercana y tan distante a la vez, seguía resonando en mis pensamientos. ¿Con el tiempo...?

Mi cabeza parecía a punto de estallar, pero justo en el instante en que creí que perdería el control, escuché la voz de Elizabeth. Su llamada, suave pero firme, me trajo de vuelta a la realidad.

27/01/2019

10:55am

Elizbeth: (Tocando la puerta suavemente) Losert, ¿estás despierto?

Losert: (Respondiendo serenamente) Sí, lo estoy.

Elizabeth: ¿Puedo pasar?

Losert: (Un poco sorprendido, pero relajado) Ah... claro, adelante.

Elizabeth: (Con una sonrisa tímida, abriendo la puerta) Con permiso.

Losert: (La mira, curioso) ¿Dime qué sucede, Elizabeth?

Elizabeth: (Se sienta en la silla de su escritorio, evitando su mirada) Quería hacerte una petición.

Losert: (Intrigado, levantando una ceja) ¿Qué clase de petición?

Elizabeth: (Mira al suelo, un poco nerviosa) ¿Crees que podría quedarme un poco más...?

Losert: (Suspira de alivio, sonriendo suavemente) Claro, después de todo somos amigos, ¿no?

Elizabeth: (Lo mira, sonriendo con gratitud) Muchas gracias. (De repente, se lanza a abrazarlo)

Losert: (Incomodo, se tensa un poco) Oye, espera... no es necesario que me abraces.

Elizabeth: (Susurrando cerca de su oído) Es que eres muy amable...

Losert: (Pensando para sí mismo) Si yo soy amable, ella... en su propio modo, es tierna. (La aparta suavemente, con una sonrisa) ¿Crees que pueda cambiarme a solas?

Elizabeth: (Impactada, pensativa) Wow, qué tierno...

Después de que ella salió de mi cuarto, me cambié rápidamente y bajé a la sala. Allí la vi, sentada en el sofá, con la mirada perdida en el vacío, como si estuviera esperando algo. No quise interrumpirla, así que me dirigí a la cocina.

Mientras preparaba el desayuno para los dos, una sensación de nostalgia me envolvió. La rutina de desayunar con alguien me resultaba familiar, algo que había olvidado con el tiempo. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que compartí algo tan simple con alguien? El sonido de las tazas al ser colocadas sobre la mesa, el aroma del café... todo me traía recuerdos de un pasado que preferiría no recordar, pero que de alguna manera, en ese momento, me reconfortaba.

Losert: (Pone los platos en la mesa y, alzando la voz, la llama) Ven a desayunar, Elizabeth.

Elizabeth: (La mira desde la sala, sorprendida) ¿En serio?

Losert: (Con una sonrisa divertida, algo confundido) Pues sí, ven o se enfriará tu huevo.

Elizabeth: (Corre al comedor con una energía que él no esperaba, como una niña pequeña, y al notar que Losert la observa, trata de disimular su emoción) Ah... gracias.

Losert: (Sonríe, pero algo en su interior se detiene por un segundo) No hay de qué. (Se queda en silencio por un momento, observándola de reojo mientras ella se sienta, notando su gesto juguetón, como si fuera más joven de lo que parecía. Su mente empieza a divagar) Es curioso cómo se comporta... tan... inocente, como si fuera una niña en ciertos momentos. (Una ligera sonrisa aparece en su rostro mientras reflexiona) Nunca la había visto así, tan... ligera. Tan espontánea.

(Se toma un segundo para observar cómo se acomoda, su actitud que cambia tan rápidamente de la seriedad a la alegría infantil, y se pregunta por qué ese simple gesto lo hace sentir una extraña mezcla de calidez y preocupación.)

Losert: (Pensando mientras sirve el desayuno) Nos hemos hecho amigos rápidamente, pero... ella tiene algo que va más allá de esa simple amistad, algo que no logro entender del todo. Hay momentos en los que parece más vulnerable de lo que quiere mostrar... y luego, otros en los que es como un soplo de aire fresco, como si no le preocupara nada. (Su mente se detiene en el pensamiento de que tal vez, sin querer, ella había comenzado a afectar más su vida de lo que imaginaba.)

CONTINUARA...