Después de 7 años de matrimonio, Valeria descubre mensajes comprometedores entre su esposo Lucas y su amante, lo que lleva al divorcio. Decidido a recuperarla, Lucas rompe con Julia y se esfuerza por reconquistar a Valeria. Mientras tanto, Julia resentida, hará todo lo posible para sabotear su felicidad.
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Capitulo 2: Grietas En La Fachada
Valeria había estado notando pequeños cambios en Lucas últimamente. Pequeñas grietas en la fachada de su matrimonio perfecto que antes no había visto. Lucas llegaba tarde a casa con más frecuencia, a veces con excusas vagas sobre reuniones que se extendían hasta tarde en la noche. Las conversaciones se volvían más superficiales, y Valeria empezaba a sentirse como si estuviera viviendo con un extraño en su propia casa.
Intentaba ignorar esas pequeñas señales, atribuyéndolas al estrés de su trabajo y a las demandas crecientes de sus respectivas carreras. Pero una parte de ella no podía evitar preguntarse si había algo más detrás de esos cambios. La duda comenzaba a sembrar una semilla de inquietud en su corazón.
Esa noche, mientras cenaban en silencio en la mesa del comedor, Valeria decidió enfrentar directamente el problema que había estado evitando. Miró a Lucas fijamente, buscando respuestas en sus ojos verdes que siempre habían sido su refugio.
—Lucas, ¿hay algo que quieras contarme? —preguntó, tratando de mantener la calma a pesar de los nervios que sentía.
Lucas la miró por un momento, como si estuviera evaluando qué decir. Luego, suspiró y bajó la mirada hacia su plato.
—Valeria, he estado ocupado últimamente con el trabajo. Sé que no he sido tan presente como solía serlo, y lo siento por eso —respondió, evitando su mirada.
Valeria apretó los labios, sintiendo que sus peores temores comenzaban a confirmarse. No era solo el trabajo lo que los estaba distanciando. Había algo más, algo que Lucas no quería o no podía contarle.
—Lucas, necesitamos hablar sobre esto. No podemos seguir así —dijo finalmente, con voz firme pero con el corazón latiendo desbocado en su pecho.
Lucas levantó la mirada hacia ella, y en esos ojos verdes que solían ser su refugio, Valeria vio una sombra de culpabilidad que la hizo estremecerse por dentro.
Lucas se quedó en silencio por un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para responder. Valeria aguardó en tensa expectativa, preguntándose qué revelación podría surgir después de tantas semanas de distancia emocional.
Finalmente, Lucas suspiró y apoyó las manos sobre la mesa, mirando a Valeria con una mezcla de tristeza y resignación.
—Valeria, te prometo que no hay nada importante que no te haya dicho. Sé que las cosas han estado difíciles últimamente, pero te amo más que a nada en este mundo. No quiero perderte —dijo, con sinceridad en su voz.
Valeria sintió un nudo en la garganta al escuchar sus palabras. Quería creer en él, quería aferrarse a la promesa de que todo podría volver a ser como antes. Pero las dudas persistían, alimentadas por las señales que había estado ignorando durante demasiado tiempo.
—Lucas, necesitamos ser honestos el uno con el otro. No podemos seguir adelante si no confiamos plenamente el uno en el otro —respondió Valeria, luchando por mantener la compostura.
Lucas asintió lentamente, pareciendo entender la gravedad de la situación. Pero aún así, Valeria no pudo evitar notar la sombra de algo oculto en sus ojos, algo que no estaba dispuesto a revelar por completo.
El resto de la cena transcurrió en un silencio incómodo, cargado con la tensión de palabras no dichas y verdades evitadas. Valeria se retiró a la cama esa noche con el corazón pesado, preguntándose cuánto más podrían soportar las grietas en la fachada de su matrimonio antes de que todo se desmoronara por completo.