UN AMOR TEÑIDO DE SANGRE

PELEAS

(*Ana)

Como es mi dia libre aprovecho a encerrarme en el estudio para completar mis deberes y alejarme de la tormenta que hay entre mis tios.

-Ana vamos... Iremos a refrescarnos en el espejo de agua del bosquecillo. Me invita Claudio.

-Llevaremos un refrigerio... Si quieres puedes nadar... O te sientas sobre la manta. Me dice Mateo y noto que solo quieren alejarme de la tensión que hay entre mis tios por lo que asiento agarrando mi mochila con mi libro.

Nos encaminamos en caravana hacia el lugar donde los jovenes acostumbran a ir a refrescarse cuando hace calor.

Llegamos y veo el pasto que es verde por lo que extiendo la manta bajo la sombras y me acomodo con el libro de historia para hacer la redacción que nos solicito el profesor.

-Que aburrida. Aparece Pablo y me salpica agua en la cara.

-¡Para!. Me quejo molesta.

-Diviértete un poco... Nada. Me molesta Pablo.

-No... Estoy bien asi. Le respondo molesta.

-Prometo no burlarme... Ni decirte que pareces un palo de escoba. Me dice con una sonrisa de lado.

-Lo estas haciendo. Le respondo suspirando pesado.

-Dale Ana animate. Me dice Claudio que se esta refrescando en el espejo de agua.

-Diviértanse ustedes. Le respondo y me acomodo cruzando mis piernas en el suelo sobre la manta leyendo el libro.

Llegan el grupo de chicas populares con sus acompañantes haciéndose escuchar al reir fuerte, enseñando todo con la mini bikini que traen. Salpican agua a proposito hacia donde estoy. Junto mis cosas molesta para que no mojen.

Veo que mis primos salen del agua serios tomando la toalla para secarse.

-Nos vamos... Termino la paz. Anuncio Mateo.

-Cayo piedra sin llover. Comento Pablo.

-Llegamos a la casa y veo a una rubia cruzada de brazos mirando con cara de pocos amigos.

-Matiu... ¿Dónde estabas?... Desde hoy te estuve esperando. Exclama molesta.

-No recuerdo haber acordado vernos en mi casa... Y menos haberte invitado. Le dice serio Mateo.

-Me estas cambiando por esta. Exclama alterada señalando en mi dirección.

"Otra mas que se cree dueña de Mateo", pienso.

-No somos nada... Asi que no tienes que hablar asi. Le dice Mateo serio cruzando a su lado ignorandola.

Ingresamos a la casa y los tios no estan. Mateo toma la nota de la heladera suspirando pesado.

-Hay una cena... Estaremos solos. Anuncia.

-Ok... Voy a mi cuarto. Les digo alejándome de ellos.

Suspiro pesado al ingresar, me doy un baño y una vez cambiada continuo con mi lectura mientras escucho música de fondo.

Pasaron un par de horas cuando un toque en mi puerta me dice que es Claudio.

-Ana... Me ayudas con estos cálculos. Me pide enseñándome unos ejercicios.

-Si. Le respondo y enseguida me pone su carpeta ante mi para que vea.

Lo ayudo a resolver y le muestro como hacerlo.

-Gracias. Me dice una vez que terminamos.

Los dos salimos del cuarto dirigiendonos a ver que hacemos para la cena.

-Ana... Claudio. Nos saludo el tio Ricardo.

-Padre... Crei que tenias una cena. Le dice Claudio.

-Si... Estoy cansado... Por lo que me retire. Responde serio.

-Y mamá. Le consulta Claudio.

-Ella se quedo. Dijo y vemos que se lleva un plato con un sandwich y un vaso de jugo a su cuarto.

-Se ve que la pelea es seria. Murmuro Claudio.

-Siempre andan juntos... Pero ahora no. Le digo en un suspiro.

-¿Hacemos unas papas fritas?. Me consulta Claudio.

-Si ... Esta bien. Le digo.

-¿Qué van a hacer?. Pregunta Mateo al aparecer.

-Pensamos en hacer papas fritas. Le responde Claudio.

-¿Qué le parece pizza?. Pregunta Pablo.

-Si lo haces tú. Le dice Claudio.

-Bien... Yo hago la maza. Responde serio Pablo.

-Te ayudamos en algo. Le pregunto.

-Hagan la salsa... De lo demas me ocupo respondió serio.

Veo que coloca la harina en un recipiente , le pone una pisca de sal junto con levadura en polvo y una pizca de azúcar, un chorro de aceite. Se remanga la camisa. Comienza a entreverar con una mano todo a medida que va agregando agua. Una vez que integro todo, deja a la maza reposar tapada. Pone a calentar el horno, la fuente de pizza lo enharina, estira la maza en el, pasado unos minutos lo introduce al horno. Veo que tiene una expresion seria como si preparara una formula. Miramos una pelicula mientras esperamos. Cuando se cumplió el tiempo de coccion de la maza, Pablo la saca untando la salsa en ella y cubriéndola de queso. Lo pone de nuevo unos cinco minutos solo para derretir el queso. Al cumplir el tiempo todos colaboramos para servir acomodandonos ante la televisión a seguir mirando la pelicula de guerra que a ellos les gusta. No me quejo, me acostumbre con ellos asi.

-Te salio bien. Le dice Francisco a Pablo comiendo la pizza.

-Podías ser chef si quisieras. Le dice Mateo.

-Sabes que nuestro padre quiere que estudie para seguir sus pasos. Le responde.

-Debes estudiar lo que te guste. Le dice Mateo.

-Tu lo haces porque te impones a lo que él te diga... No todos somos como tú. Le responde.

-Por eso te atrasas a proposito para no terminar el secundario. Le dice Mateo.

-Cállate... No sabes por lo que paso. Ofusca serio al levantarse gestualizando molesto hacia Mateo.

-A ustedes que les gustaría estudiar. Le pregunto a los mellizos como para cambiar el curso de la discusión, ellos elevan los hombros en señal de que aún no lo han pensado.

-TU SI NO SABES POR LO QUE PASO POR SER EL PRIMOGENITO ... NO ESTUDIE LO QUE QUERIA POR QUEDARME A ESTAR AQUI POR USTEDES... YA QUE SI NO SE DIERON POR ENTERADO... NUESTROS PADRES ESTABAN TAN METIDOS EN SUS PROBLEMAS... QUE YO DEBIA LIMPIAR TUS DESASTRES... PARA QUE NO TE DESCARRILES Y NO SEAS UN BIBRON. Le grito molesto Mateo.

-PUEDO OCUPARME MUY BIEN DE LIMPIAR MIS DESASTRES... TENEMOS COMO EJEMPLO A NUESTRO PADRE. Grita Pablo molesto y veo que los mellizos miran nerviosos el piso.

-TERMINENLA... SON HERMANOS... NO ENEMIGOS... DEBEN ESTAR UNIDOS NO PELEADOS. Les digo elevando la voz y me quedan mirando sorprendidos.

-Ya le hiciste gritar a Ana. Le dice Mateo con un gesto en la cara que le hizo reir a Pablo.

-Debemos dejar de gritar o puede noquearnos. Comenta Pablo y todos se rien.

-Si quiero puedo. Les digo segura.

En ese momento la tia Rosa ingresa con una expresión molesta gritando.

-RICARDO... ¿CÓMO TE ATREVES A IRTE ASI?... ME DEJASTE... TUVE QUE REGRESAR CAMINANDO. Ofusca molesta y sale el tio de su recamara.

-ROSA TE PUSISTE A TIRAR INSULTOS A ESA MUJER SIN NINGUNA RAZON... ESTOY CANSADO DE TUS CELOS ENFERMIZOS. Le responde.

-ESO NO PASARÍA SI NO DIERAS MOTIVOS. Le grita molesta.

Junto a mis primos subimos a nuestras habitaciones a encerrarnos para no escuchar la pelea entre ambos.

Suspiro pesado se me estremece el estómago, hundo mi cabeza en la almohada para no escuchar. La intriga de lo que sucederá es insoportable.

¿Seguirán casados?

¿Que pasara con nosotros?

La angustia me carcome por dentro, siento un frio recorrer mi cuerpo. Me cubro mas entre las mantas y me duermo. Pero nuevamente las pesadillas estan presentes. Me siento paralizada del miedo, congelada, tiesa, podia ver, oir, pero no moverme. Es feo la incertidumbre de lo que vendra, de lo que pasara. Y en el momento en que el miedo se apoderaba de mi razón siento una presencia una figura que me protege como un angel y el miedo se disipa, me descongelo, todo temor se desvanece. Y sueño con los ojos claros del señor Kim que me miraban de una manera penetrante como si leyera mi alma y podia ver la suya tan solitaria y fria llena de tristeza e incertidumbre como si vagara sin rumbo fijo. Senti compasión por él, de lo solitario que se veia, aunque a la vez me daba intriga.

Me levanto a la madrugada sintiendo un aire raro en el ambiente. Camino suspirando hacia la cocina para beber un baso de agua y escucho un cuchicheo en la puerta trasera por lo que me voy a ver de que se trata.

-No es adecuado que vengas asi. Escucho que dice molesto Mateo.

-No puedo estar sin ti. Le dice la voz de una joven.

- No tenemos nada... Te lo explique. Le responde molesto.

-Quiero quedarme contigo. Insiste la joven.

-Regresa a tu casa. Le dijo e ingreso.

Me miro sorprendido, agacho la cabeza como apenado. Se aproximo y se me abrazo.

-Dame fuerzas. Me susurra.

-¿Qué sucede?. Le pregunto.

-Solo tu debes conocer ese sentimiento de estar en un lugar y sentir que no perteneces a el y que te aprisiona como destruyendo tus sueños. Me dice Mateo.

-¿Por qué lo dices?. Le pregunto.

-Por ser el mayor... Dan por asentado que estoy bien encaminado, con mi camino trazado... Pero te confieso que no es asi. Me dice aferrándose a mi como buscando un consuelo.

-No te entiendo Mateo. Me separo al sentir que me va a quebrar.

-Eres la unica que nos mantiene cuerdos en esta familia de desquiciados. Expresa Mateo.

-Ja...Ja... Haces expresiones muy rudas. Le digo sorprendida.

-Como siempre solo en vos confio en tu discreción... Ajam... Nuestros padres estan discutiendo...

-Eso no es un secreto... Hasta la luna los escuchan discutir. Le comento.

-Ja...Ja... Si... Todo el mundo los escucha... Lo que quiero decir es que el divorcio entre ambos parece que se dara al final... Y no quiero decirles nada aún a los demas para no preocuparlos. Me dice Mateo.

-Y a mi si me lo dices. Le expreso.

-Siempre tomas las cosas de una manera relajada... Como si no te afectara. Me comentó.

"Si me afecta",

"Aunque no se expresarlo"

pienso.

-Y necesitaba hablar con alguien... Si no lo largaba me comería por dentro. Me dice exhalando pesadamente.

-Y se que tu no dirás nada... En cambio los demas se alterarían y la poca tranquilidad que hay se desaparecerá. Explica.

Me dice, solo lo escucho la noticia me cayo como un balde de agua fria. Tomamos un vaso de leche tibia y nos fuimos a dormir. Pero lo que me dijo Mateo me mantiene despierta. Al dar muchas vueltas me levanto y salgo al jardin, camino mirando el cielo que se ve nublado y apenas se ve la luna.

-No deberias andar sola... Hay animales salvajes. Escucho la voz del señor Kim.

-Que... ¿Qué hace?. Le pregunto nerviosa.

-Te vi y sali. Me dice serio.

-En el fondo de nuestro jardin. Le señalo, el sonrie de lado con una mera mueca.

-No... En mi jardin. Responde serio y mira hacia donde estoy mirando.

-¡¿Qué?!. Pregunto nerviosa y miro a mi alrededor y estoy en su jardin, se ve que camine mas de lo que crei pienso desconcertada.

-¿Qué miras?. Me pregunta señalando el cielo.

-He... La luna... Me gustaría estar ahi. Le respondo.

-¿Por qué quieres hacerlo?... Yo prefiero los pies sobre la tierra. Comenta el señor Kim.

-Creo que... No existen los problemas ahi... Se ve pacifica. Le respondo pensativa.

-¿No puedes dormir?. Me consulta.

-Me cuesta... Las cosas estan dificiles estos dias. Le cuento por alguna extraña razón me siento comoda platicando con él.

-¿Qué tan dificiles puede ser para una joven como vos?. Me pregunta y sonrió de lado suspirando.

-Mis tios discuten todo el tiempo. Le digo en un suspiro.

-¿Eso es malo?... Por lo general es algo normal en los matrimonios. Responde serio.

-Como ellos lo hacen sí... Se denigran... No lo hacen para mejorar algo... Sino que se quieren herir, pisotear... Se olvidan el dolor que causan a sus hijos... Cuando era pequeña creía que eran mis padres hasta que un día llegue de la escuela y ellos discutían... Ahí me enteré de que eran mis tíos y de como murieron mis padres... Salí corriendo y Mateo me salvo de ser atropellada. Le cuento y él solo escucha atento dejando que exprese mis emociones.

Contarle al señor Kim me resulta cómodo.