Nunca creí que me enamoraría, mucho menos que fuera de una humana, que lucharía y haría hasta lo imposible para porder estar con ella.
Incluso arriesgar a los seres que luchan a mi lado.
Nuestro amor causaría grandes perdidas pero, ¿valdrá la pena?.
NovelToon tiene autorización de mintani para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
2
• Cazadores o presas •
Cien millones de años después fueron naciendo los impuros más fuertes de cada clan.
Se convirtieron en los mejores integrantes de cada clan.
Hoy en día aquellos son los mejores aliados entre ellos, apesar de las rivalidades de sus clanes, todos viven juntos sin importar que cada uno venía de su clan enemigo.
— Hazel, es hora de irnos, Narine nos matara al no vernos — camino hacia una impura acostada en un sillón que al verla se sentó.
— Aún no entiendo porque hacen esto si no es de su incumbencia — habló con un tono ronco a la otra impura.
— Claro que nos incumbe, Narine nos mataría si nos negamos — dijo tomando asiento a un lado de ella — y además eres muy gruñona en esa forma — paso su brazo por sus hombros, la impura solo se movió a otro lado quitando el brazo de sus hombros.
— Y también nos encanta cazar a esos pequeños ratones— dijo levantándose avanzando de espaldas, su mirada fija en ella.
— Te esperamos — con eso último salió de la habitación dejándola completamente sola.
Un momento después Hazel se levantó.
Salió de la casa encontrándose con un grupo de impuros esperándola, una de ellos en especial la miraba fríamente.
— Andando — esa impura hablo empezando a caminar delante de los demás que no dudaron en seguirla
................
Caminaron hasta llegar a un bosque, todos cuidaban sus espaldas, ese bosque era la entrada de su mundo y el camino hacia el mundo de los humanos.
Muchos impuros y humanos se dedican a cazar a los contrarios en ese lugar.
Pero no es donde esté grupo quiere llegar, ellos buscan entrar al mundo humano, ya que lo que ellos buscan se encuentra allí.
Todos caminaban en guardia hasta que uno de ellos se detuvo mirando un punto fijo lo que puso alerta a todo el equipo.
— ¿Qué sentiste, Romy? — se acercó Narine a la impura, que se quedó inmóvil por unos segundos.
— Siento dos presencias... — logró decir entre susurros.
— ¿Humanos? — preguntó un impuro detrás de ella mirando a los lados mientras sacaba una especie de espada.
— Eso es lo raro... — se quedó otro momento en silencio antes de mirar a Narine y decir — ... No lo sé —.
Todos se quedaron confundidos por la respuesta de Romy, sin pensarlo más cruzaron la puerta hacia el mundo humano corriendo.
Al cruzar al otro lado se prepararon esperando que aquellas o aquellos que los estaban siguiendo los atacarán, sin embargo nada se acercó.
Narine se giró a ver a Romy buscando una explicación.
— No buscaban pelear, solo nos tienen vigilados, hay que tener cuidado. — dijo simplemente con voz susurrante mientras se daba la vuelta y continuaba su camino.
— Está bien sigamos —.
................
Después de caminar un largo camino llegaron a un pueblo abandonado.
Se notaba que llevaba años abandonado por la antigüedades que tenía.
Todo el grupo empezó a ir por las calles de aquel pueblo, pensaban en llegar a la iglesia donde normalmente se encuentran los impuros más inteligentes.
También necesitaban más cosas por lo que tenían que hacer un largo camino como ellos creían que sería.
Este pueblo es muy popular y valioso para los impuros, ya que de aquí provienen mucho de su pasado y recursos más importantes, además de ser uno de los únicos lugares donde ningún humano pudo conquistar.
Aunque eso no evitó que hubo y hayan en la actualidad decenas de grupos intentando invadir, lo que también ocasionó muchas pérdidas de ambas partes.
Decidieron separarse para encontrar todos las cosas que necesitaban, se dividieron en dos grupos de tres en donde estaba Hazel, Romy y Río. El otro era de dos impuros Ciro, Harith, y su líder Narine, quien es la más fuerte del grupo siendo ella la que toma las decisiones de mayor importancia.
Tan solo unos minutos caminando con el grupo de Hazel, comenzaron a oír ruidos provenientes de una casa cercana a ellos.
Hazel miro a Romy que tenía la mirada perdida mientras fruncía el ceño, dedujo que se le hizo imposible poder distinguir a aquellos intrusos dentro de la casa.
Hazel tomo la iniciativa de acercarse, fue lentamente cuidando que nadie adentro la viera, vio a una silueta sacando cosas de un cajón y muchas más haciendo un desorden mientras parecían buscar algo con prisa.
No tardó en darse cuenta que eran humanos, cerró su mano en un puño ejerciendo fuerza en ella, miro a las otras dos que estaban a sus espaldas dándoles una señal para que dieran la vuelta a la enorme casa de dos pisos.
Espero unos segundos antes de entrar a enfrentarlos, abrió con cautela la puerta, logrando que nadie la escuchará.
Los miro fijamente mientras sus ojos se tornaron de un color rojo intenso.
— ¿Qué hacen unos asquerosos humanos por aquí? — dijo con un tono frío y aterrador logrando erizar la piel de muchos de ellos.
Todos al mismo tiempo que escucharon su voz dieron un pequeño salto en su lugar, y se fueron volteando lentamente hacia su dirección, algunos tragando saliva al verla frente a ellos.
Era la primera vez que veían a un impuro.
Entonces uno de ellos camino hacia ella dejando unos pasos de distancia.
— Sólo venimos a tomar algunas cosas — habló sin importarle estar frente a una impura — ¿algún problema? —.
Hazel lo miro de arriba abajo notando su aura que trataba de mostrar superioridad ante ella, solo sonrió mostrando sus afilados colmillos.
— ¿En serio quieres morir joven y virge— dijo dando un paso hacia el chico que al ver sus intenciones saco un cuchillo de plata.
— ¿Qué me dices ahora? ¿Quién es el que va a morir? — replicó apuntando a su cuello mientras soltaba una carcajada.
Hazel le dio un fuerte golpe en la mano que nadie pudo ver por la velocidad en la que lo hizo, haciendo que suelte el cuchillo y saliera volando a unos metros de ellos, el chico se cayó sentado sosteniendo su mano adolorida.
Vio los nervios en sus ojos por unos segundos, y todos los demás que estaban atrás de él la miraban con pánico, eso solo hizo que su orgullo creciera.
— ¿Tu arma y tú fuente de valentía era ese, un cuchillo? Que patético — hablo alzando una ceja — ¿Crees que escaparas fácilmente? —.
— No — se levantó sin mirarla a los ojos —.
................