Karina es una chica alegre que le apasiona la literatura y esta a a punto de graduarse la universidad, ademas de casarse con quien creía que era el amor de su vida.
Leonarod es un exitoso empresario quien esta comprometido con Sara Amelia desde joven por sus padres.
Dos personas totalmente desconocidas, con vidas distintas y planes diferentes que parecian no tener nada en comun, pero al parecer destino tenia otros planes para ellos.
-¿Quien es esa mujer con un vestido de novia mojada por la lluvia en medio de la nada?- Se pregunta Leonardo cautivado por su belleza
Dejandose llevar por el deseo, se entregan el uno al otro, pero ella confundida y con muchas dudas huye sin saber que los planes para su vida cambiaron... y 6 años después debe regresar a su hogar y sin esperarlo él pasado la puerta de su corazón volvio a tocar.
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Capitulo 1
Un día como cualquier otro, en los días de exámenes finales en la universidad y Karina Spencer estaba junto a su mejor amiga Louissa Smith en el pasillo, discutiendo que vestido usarían en la graduación cuando de pronto llega Edwin Rogers; El novio y prometido de Karina muy sonriente.
—¿Ya eligieron el vestido, chicas? ¿Ya elegiste cuál usar amor mío?—Dice dirigiéndose a Karina
—Hola amor, si estamos en eso, Lou ya a usar uno blando y yo uno negro— Responde Karina entusiasmada.
—Perfecto mi amor… Y ¿el vestido de novia ya lo elegiste?
—Amm… Sí, pero no estoy segura, de sí se me verá muy bien, ya que la modelo que lo usa es mucho más delgada que yo—Dice un poco avergonzada
— Amor aún queda un mes, aún tienes tiempo de hacer una dieta fuerte y te quedará de maravilla
—¿Qué estupideces dices Edwin? Ella mide 1.63 y pesa 58 Kilos, es un peso saludable y bueno, además ella sí tiene piernas y un buen trasero a diferencia de la mayoría de planas que hay. Y tú Karina, que ni se te ocurra hacer una dieta, ya la hiciste hace poco y terminaste en el hospital por sobre exigirte tanto
—Tienes razón amiga—Dice Karina algo avergonzada—Es que en serio quería usar ese vestido, siempre soñé con un vestido así… Pero no se preocupen, tengo más opciones que me gustan
—Perfecto, amiga siempre y cuando te gusten está bien, me tengo que ir, sigan hablando—Le da un beso a Karina en la mejilla y se va corriendo apurada
—¿Karina, amor porque no dijiste antes que ya habías mirado otros vestidos? Así no habríamos perdido el tiempo—Dice un poco fastidiado— Olvídalo, debo irme. Te veo en casa ¿Ya repartiste las invitaciones de la boda?
—Sí, las repartí… Pero como te dije, solo invite a amigos cercanos y familia… No creo que sea necesario invitar a todos los de la universidad como quieres, muchos de ellos son
— Amor —Interrumpió Edwin un poco fastidiado— solo hazme caso, son mis amigos y amigas, ¿Qué tiene de malo que los invite a mi propia boda? Además, debemos hacerlo a lo grande.
— No lo sé yo
— Sabes que, déjalo así, a ellos los invitaré yo. Tú ocúpate de lo otro… ¿Ya le dijiste a tus padres sobre nuestra decisión de quién manejará la empresa al frente?
—No, aún no. Y sobre eso te quería hablar… Verás, yo Estudio y me preparo porque también quiero trabajar en la empresa. Tengo tanta capacidad como tú, no estoy en contra de que estés en la cabeza como presidente, después de todo seremos marido y mujer. Pero quiero trabajar también, no estar todo el tiempo en casa, nos vamos a graduar, tendré mi título al igual que tú, soy buena escribiendo o eso creo… —Dijo tímidamente con su cabeza baja—Así que… pues… pensé en que me quiero encargar como directora en el área de redacción y publicidad en la empresa.
Esa idea no le hizo mucho agrado a Edwin
—Amor, entiendo tus sueños y todas esas locuras de escribir que tienes. Pero es muy diferente escribir en un diario o historias, a gestionar en una empresa… ese realmente no es tu mundo. Además, terminarás muy cansada después del trabajo. Cuando tengamos hijos deberás encargarte los primeros años de él en casa y será un problema buscar un nuevo director de la nada. Confía en mí, solo te quiero proteger y que no tengas preocupaciones.
Karina titubeó un poco, después de todo lo que decía Edwin no era tan ilógico… La empresa era primero y realmente no pensaba que era tan buena escribiendo. Opto por lo seguro y estuvo de acuerdo y Se contuvo forzando una sonrisa.
—Qué bueno que lo arreglamos amor. Escúchame Karina, solo quiero tu bienestar, y el mundo de los negocios será demasiado para ti, eres una chica con un espíritu libre, déjame el trabajo duro a mí. Me tengo que ir, te amo.
—Yo igual… Espera ¿A dónde vas? Creí que en dos horas iríamos el ensayo de la boda.
—A sí, sí, claro. De-debo ir a un lugar primero. Nos vemos en dos horas en el lugar, mi amor, en serio debo hacer algo urgente—Dijo yéndose apurado
—Claro, solo no llegues tarde.
—Por supuesto.
Karina confiaba ciegamente en Edwin, él era su primer amor, su primer y único novio, el amor de su vida, un chico de quien se había enamorado desde el colegio y para su suerte terminaron en la misma universidad donde se hicieron novios al inicio de su carrera y luego de 4 años juntos habían decidido que al graduarse se casarían y vivirían muy felices en la casa de sus sueños.
Aunque más que de sus sueños, era de los sueños de Edwin, ya que era muy vanguardista para su gusto, pero si a su novio le gustaba a ella la hacía feliz.
Dos horas después, Karina estaba en el lugar de ensayo junto a Louisse y Thomas; sus mejores amigos, pero Edwin no llegaba y Karina se empezaba a preocupar.
