Leía Santander y Ian casillas están dispuestos a pagar el precio de ser los villanos para la sociedad si con eso pueden obtener la paz mental, estabilidad emocional y felicidad que se les fue negada y arrebatada por las personas que debieron amarlos y protegerlos por lo que si tienen que ser los villanos para obtener justicia y felicidad entonces se encargarán de hacer un papel inolvidable ante el mundo.
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Capitulo II
Mi prometido era Raúl Lao, quien tenía mucha popularidad en el mundo de los negocios a pesar de ser un joven empresario, por lo que se esperaba que hiciera cosas grandes en el futuro. Y así fue, pero para lograr que sus planes fueran tan exitosos, me utilizó como si yo no tuviera sentimientos y se aprovechó de la posición que le otorgaban mis padres para escalar más alto. Tristemente, me di cuenta muy tarde, pues ya él había hecho trizas mi corazón y mis buenos sentimientos.
Cuando conocí a mi prometido, sentí que él era el amor de mi vida, ya que Raúl era y sigue siendo un hombre muy guapo. Pero lo que más me gustó de él fue su forma de tratarme, ya que en todo momento se comportó como un caballero. Por lo que no se me hizo difícil iniciar una relación amorosa con él y con intenciones de casarnos y formar una familia en el futuro.
Nuestro noviazgo fue la etapa más linda de mi vida y los mejores tres años también. En estos tres años, Raúl me respetó y me hizo la promesa de que solo me tocaría cuando por fin fuésemos marido y mujer, lo cual me pareció muy lindo, tierno, romántico y hizo que mis sentimientos hacia él siguieran aumentando.
Otro punto a favor de Raúl fue que, a diferencia de mis padres, él siempre estuvo durante esos tres años en cada victoria que tuve para celebrar conmigo. Pero también estuvo en todas mis derrotas para subirme el ánimo. Por lo que cada día lo amaba más y deseaba convertirme en su esposa. Pero tristemente desconocía que, a partir de dar el sí en el altar, mi vida se volvería una pesadilla y el hombre que siempre estuvo conmigo en todo momento sería quien me causara un gran daño. El cual haría que mi vida diera un giro de 180° sin intenciones de volver atrás.
Mis padres siguieron igual o peor que antes, pues nunca les importó cómo me estaba yendo en la universidad. Pero lo peor y más triste de todo fue que no se dignaron en aparecer en mi acto de grado, en el cual recibí mi título como médico general con el mejor promedio de mi corte y además con un trabajo en el mejor hospital de la ciudad. Pero aún así, ellos nunca llegaron y eso me terminó afectando más de lo que creí. Pues quería compartir mis logros con ellos y nunca les importó cómo me sentía o cuáles eran mis sueños. Porque lo único importante para ellos siempre es y será su empresa de modas y tener mucho más dinero, sin importar si tienen que vender a su única hija para lograrlo.
Como siempre, el único que estuvo a mi lado fue Raúl y me dio un hermoso arreglo floral como regalo de graduación y un lindo auto, pero para mí lo más importante era tener su amor y su apoyo incondicional. Pero Raúl mostraría su verdadero rostro dentro de un mes, el cual sería supuestamente el día más feliz para nosotros, porque por fin seríamos esposos y sería suya en cuerpo y alma. Pero nunca imaginé que pasaría todo lo contrario y mi vida se convertiría en una tortura emocional sin un final feliz y que mi príncipe azul se transformaría en un sapo en el cual nunca debí haberme fijado.
Cuando me veo al espejo y recuerdo a mi antiguo yo, me siento tan tonta por haber dejado que la falta de amor de mis padres y sus maltratos me llevaran a confiar ciegamente en alguien que nunca me vio como su otra mitad, sino como un medio para llegar a sus objetivos mucho más rápido. Y lo único que lamento fue haber desperdiciado tantos años a su lado en espera de un poquito de afecto. Pero ya no soy la misma y aunque me baje la luna, no pienso dar marcha atrás, pues él tuvo más de una oportunidad y las echó a la basura. Por lo que ahora es mi tiempo de ser feliz y no me importa ni un poquito lo que los demás piensen o opinen, pues al final yo no dependo de ellos y si quiero realizarme como mujer y como profesional, debo ver siempre hacia adelante sin mirar hacia los lados.
El día de mi boda con Raúl llegó y yo era la novia más feliz del mundo. Mi vestido de novia estuvo a cargo de mi madre, la cual eligió para mí un vestido extravagante corte princesa con escote de corazón y full pedrería. El vestido era hermoso, no lo puedo negar, pero no era mi estilo, ya que yo prefería algo más sencillo y con encaje. Pero no me quedó de otra que usar el vestido que mi madre escogió y cuando por fin pude entrar en ese montón de tela, sentí que me asfixiaba y deseaba terminar rápido la ceremonia para así ponerme el segundo vestido. El cual, aunque lo eligió mi madre también, era más cómodo y ligero, ya que era para usarlo en la celebración de la boda y debía poder moverme libremente.
La ceremonia y la celebración del matrimonio fueron muy hermosas, al menos para mí, o quizás como estaba tan embobada por Raúl, no me di cuenta de la realidad.
El momento más esperado por mí durante estos años llegó, pues estaba a punto de consumar mi matrimonio y eso me llenaba de mucha alegría, ya que había esperado este momento con muchas ansias y aunque me daban muchos nervios, también estaba súper contenta por poder convertirme en la mujer del hombre que amaba
Nuestra noche de bodas la pasamos en un hotel cinco estrellas y mi primera vez, aunque al principio sentí dolor e incomodidad, todo eso fue reemplazado por placer.
Raúl recorrió con sus manos y su boca cada parte de mi cuerpo y yo no podía creer cómo de mi boca salían todo tipo de sonidos que ni sabía que existían. Pero ese hermoso momento, el cual Raúl me hizo vivir, fue reemplazado por uno lleno de dolor y amargura, pues Raúl, después de haber terminado y haberse vestido, me dijo un montón de cosas que rompieron mi corazón y mis ilusiones de ser feliz junto a él por el resto de nuestras vidas.
-Agradece que te hice el favor de casarme contigo y que te di un bono extra, pues me acosté contigo. Así que, a partir de ahora, espero que sepas cuál es tu lugar y que no me molestes, porque si me casé contigo fue por el estatus que me ofrecieron tus padres. Ya que por ti no siento ni voy a sentir nada que no sea desprecio, pues debido a ti no solo tuve que casarme sin amor, sino que también tuve que separarme de la mujer que en verdad amo. Pero espero recuperarla cuando tus padres me cedan el poder completo de la empresa y, mientras tanto, me tendré que conformar contigo para quitarme las ganas.
Cada una de sus palabras era como alcohol para mis heridas. Sentí que mi mundo perfecto a su lado, mi cuento de hadas, se desvaneció con sus duras y crueles palabras.
Le pedí explicaciones, pues él nunca se comportó así conmigo. Siempre me trató como una princesa, mejor dicho, su princesa. Además, siempre estuvo a mi lado y no entiendo por qué de un momento a otro, el hombre del que me enamoré y con el que me casé se transformó en un completo desconocido, el cual solamente me lastimaba con sus palabras. Pero aún así, no se conformó con eso, sino que le siguió echando sal a las heridas que él mismo causó.
-No entiendo cómo pudiste graduarte con honores como médico, cuando tu cerebro no entiende que todo lo bello que viviste gracias a mí fue pura actuación. Pues si quería acceder a los bienes de tus padres, debía hacerles el favor de casarme con su hijita. Acepté el reto y me convertí en el hombre que soñabas para ganarme tu corazón. La verdad es que no tuve que hacer mucho esfuerzo, porque solo necesitaste un poco de cariño y atención para caer rendida a mis pies, como la estúpida que eres. Ahora espero que a partir de este momento seas una buena esposa y estés dispuesta para cuando yo te necesite. El resto del tiempo, te entretendrás jugando a la doctora, ya que no quiero que molestes mi vista y mi espacio con tu presencia, "querida esposa".
Raúl salió de la habitación dejándome sola en nuestra noche de bodas y después de haberme dicho todas esas palabras horribles e hirientes. Lo que quedaba de noche lo pasé llorando, pues aún me negaba a creer que el hombre maravilloso y caballeroso que tanto amaba solo fue un personaje. En realidad, me casé con un monstruo igual o peor que mis padres.
En la mañana, mis ojeras eran horribles, así que tuve que cubrirlas con maquillaje. Después de haber cubierto toda evidencia de lo triste y dolorosa que fue mi noche de bodas, salí del hotel y tomé un taxi a donde pensé que sería el nidito de amor de Raúl y yo.
Cuando llegué, Raúl estaba en la sala esperándome para solo seguir aumentando mi sufrimiento.
-Espero que todo lo que te dije anoche te haya quedado claro y no moleste mi presencia a menos que yo te mande a llamar. En cuanto a tu habitación, será en la mía, pero esta tiene un anexo y esa será tu habitación. Hay que guardar apariencias ante la sociedad y ante mis suegros, por lo menos hasta que yo tenga el poder absoluto y me pueda divorciar de una insípida, llorona y falta de amor como tú.
Cuando iba a reclamarle por ser tan cruel conmigo, me tiró un sobre de pastillas en mi cara.
-Tómate esas pastillas, las cuales son las del día después, ya que tú no mereces cargar a un hijo mío en tu vientre. Y si eso llegase a pasar, tendrás que abortarlo, ya que yo solo voy a tener hijos de la mujer que amo y no de una mujer como tú, que es tan débil, poca cosa y de mal sabor.
Otro golpe más duro que los anteriores recibí de parte de Raúl y este me dolió mucho más, pues uno de mis sueños es ser madre y saber que él es capaz de mandarme a abortar a una criatura que no tiene la culpa de nada es demasiado horroroso y cada vez me hacía desconocer al hombre que tenía en frente.
-Tú no eres el hombre del que me enamoré, tú eres un ser horrible, peor que mis progenitores. No entiendo cómo puedes hablar tan tranquilo del aborto de tu propio hijo y tratarme tan mal si yo lo único que he hecho es amarte con todas mis fuerzas. ¿Dónde está el hombre guapo y respetuoso que se ganó mi corazón?
-Jajaja, definitivamente tú eres retrasada, pero como soy bueno te voy a decir algo, y eso es que nunca te amé y nunca pienso hacerlo, ya que tú eres muy poca cosa para mí. Además, yo merezco una mujer de verdad, no una que parece sacada de cuentos infantiles y que cree que todo se resuelve con amor.
Ese día tuvimos una discusión muy fuerte, de la cual la única que salió perdiendo fui yo, y al entrar a lo que sería mi habitación, me tiré nuevamente a llorar sin poder detenerme.
No entendía cómo todo cambió tan drásticamente y tan rápido, cómo pasé de ser una mujer felizmente enamorada a una esposa maltratada y olvidada por el hombre que decía amarla con todo su ser y que daría su vida por ella, pero ahora se ha convertido en el causante de mi mayor dolor.
Después de pasar horas llorando y preguntándome por qué las cosas tenían que ser así, me levanté de la cama decidida a cambiar mi presente y a salvar mi matrimonio, pues me negaba a creer que todo lo que pasó entre Raúl y yo haya sido fingido, ya que algo de todo lo que vivimos debió haber sido real para él, y yo lo iba a encontrar y tendría de vuelta a mi gran amor.
Nota de la autora:
Gracias por el apoyo 🤗💖🤗. Espero que les haya gustado este capítulo. Los quiero mucho 💝💖🤗.