Soy Elizabeth García tengo Veintiséis años, hacé cinco años me casé con Eduardo Jackson, mi esposo.
A quién debería amar pero.... En el fondo de mi corazón, lo odio por todo el daño y el maltrato qué me ha hecho a mí y a mi hijo Thomas.
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La primera vez.
Recuerdo que ese día, Eduardo se encargó de todos los gastos fúnebres. Yo no tenía dinero, solamente trabajaba los fines de semana para pagar los gastos de mi carrera.
Eduardo ya trabajaba en un prestigioso bufete de abogados en la ciudad, Así qué no me quedó más que aceptar su ayuda.
Después de llegar del cementerio Eduardo me deja en casa, me quiso acompañar toda la noche y yo acepté ya qué no quería sentirme sola.
Nos acostamos a dormir en mi cama, mientras él me acariciaba mi cabello, después de un largo silencio me pregunta:
¿Qué harás ahora?
_ Estoy tratando de buscar una solución, pero aún no la encontró.
""Creo qué no vas a poder seguir pagando la renta de esta casa""
_ Lo sé, amó con todo el corazón mi carrera, pero creo que tendré que congelar mis estudios.
¡Cásate conmigo!
_ ¿De qué hablas?
""Sí, nos casamos tendrás un hogar y yo te podré ayudar""
_ ¡Eduardo no quiero ser una carga para ti.!
""Te daré un hogar, viviremos en mi casa con mi madre por mientras que nos compramos la nuestra""
_ ¿Estás seguro qué es lo que quieres?
""Sí, quiero que seas mi mujer y la madre de mis hijos""
.....................................
(Y así fue, me casé con Eduardo porque pensaba amarlo y porque necesitaba un hogar.)
La boda fue muy sencilla, algunos amigos de Eduardo, mi gran amigo Lucas y la madre de Eduardo que se veía muy feliz con nuestro matrimonio.
La noche de bodas, (Mi tan esperado día) Al que me había guardado, al que desde niña había anhelado y creía que sería algo tan hermoso.
¡No, fue más que el principio de mi desgracia!...
Eduardo me dijo que aún no podíamos ir de luna de miel, porque había gastado mucho dinero en el funeral de mi madre.
Así que después de la boda nos fuimos a su casa, Eduardo estaba un poco pasado de copas había estado bebiendo con sus amigos que lo acompañaron en la boda.
Cuando entramos al cuarto, yo estaba tan nerviosa, mi corazón palpitaba muy rápido solo veía como Eduardo se comenzaba a desnudar para ir a tomar una ducha (Parecía que yo no existía en ese momento para él)
Yo no sabía que hacer, estaba tan nerviosa qué solo me senté en la cama esperando de él (Si hubiese sabido lo que ocurriría hubiese salido corriendo de ahí)
Después de unos minutos Eduardo sale de la ducha solo con una toalla envuelta en su cintura tapando su parte íntima.
Su mirada no era la misma, sus ojos me veían con odio o desprecio (No sabía muy bien qué era lo que sentía él en ese momento)
Se me acerca y me levanta de un tirón de la cama...
""Ven, quiero que te desnudes""
Sus manos toman mi vestido y lo comienza a desgarrar con la fuerza que hacían sus manos.
_¡Espera! ¿Qué haces?
""Eres mi esposa yo hago lo que quiero""
Sus palabras me dejaron paralizada, no me podía mover y me quedé ahí parada en frente de él Mientras que Eduardo me desnudaba con brusquedad.
""Ya estando completamente desnuda me besa, ese beso no lo reconocía (siempre sus besos fueron dulces y delicados) pero... Este beso hacía que mis labios ardieran de dolor por el fuerte roce de su boca.
Cuándo me termina de besar, me da un fuerte empujón y yo caigo de espaldas en la cama.
"Estaba muy asustada"
Tenía en frente de mí a otra persona, no era mi novio dulce y encantador que me enamoró durante un año.
Sin poder moverme Eduardo se me sube encima, sus caricias eran toscas, sus besos en mi cuerpo eran bruscos y sus mordidas me causaban dolor.
No sentía nada más que dolor y miedo al tenerlo sobre mi cuerpo (Y eso que aún no entraba en mí )
""Te gusta maldita zorra""
_ Qué te sucede ¿Por qué me tratas así?
""Cállate ahora o lo hago yo""
(Dios mío, no sabía que hacer mi miedo me paralizó y me quedé ahí acostada en esa cama)
Eduardo, me toma de mis piernas las separa un poco y sin un poco de cuidado entra en mi cuerpo.
Se movía muy fuerte, daba estocadas tan fuertes que sentía qué me estaba desgarrando de dolor.
(La que sería mi primera vez dónde me entregaría al amor de mi vida, en donde se suponía que yo conocería el verdadero placer al entregarme a un hombre)
No fue más que la primera vez de todas las veces que sentía querer morir por el dolor que su cuerpo ejerce con brutal fuerza.
No sé cuánto duró ese calvario, mi mente quedó en blanco y me fui a mi niñez cuando jugaba con los hermosos vestidos que les hacía a mis muñecas.
Cuándo acabó él, se acostó al lado de la cama y se quedó profundamente dormido.
Ahí fue cuando desperté de mis pensamientos y volví a mi realidad al sentir el gran ardor y dolor que tenía en mi intimidad.
Mis ojos comenzaron a llorar, solo mis lágrimas caían en silencio una tras otra.
"Mi alma estaba destrozada y mi cuerpo también por el hombre que me juraba amar"
Después de unos minutos me levanto al baño a darme una ducha tratando que el agua pudiera aliviar un poco mi dolor.
Salgo sin hacer ruido de la cama, abrí la puerta muy despacio y la cerré con seguro, para que Eduardo no pudiera entrar si se despertaba.
Doy el agua y me meto a la ducha, vi como corría la sangre entre mis piernas, sabía que la primera vez uno sangraba un poco pero... Yo tenía un río de sangre corriendo de mi cuerpo.
No soporte más y bajo el agua de la ducha lloré con mucha fuerza maldiciendo lo que me había sucedido...
(Al salir de la ducha me veo en el espejo y ahí fue la primera vez qué no me vi... No vi a la Elizabeth que solía ser, solamente vi a una mujer con el alma desgarrada)