La única manera de ayudar a su padre enfermo, es casándose con un hombre que no ama.
Sabiendo que la vida de su padre dependía de aquello, debía seguir con la farsa que su matrimonio conllevaba.
No obstante, jamás pensó que su vida cambiaría de manera tan radical, sobre todo porque hacía tan solo unos meses estaba no solo por graduarse, sino haciendo otros planes.
¿Podrá la vida depararle algo más?
¿Podrá ella conocer el amor en aquella situación tan crítica?
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Capítulo 1 LA GRADUACIÓN
Meses atrás...
-Despierta, hoy es el gran día, te vas a graduar de la universidad, estoy tan emocionada
-mamá, son las 7 de la mañana, la ceremonia es a medio día, relájate – respondió desde la cama
-ya lo sé cariño reserve un día en el salón para nosotras dos, ya que mi hija debe estar hermosa cuando de el discurso de graduación, así que levántate y toma una ducha te estaré esperando abajo para desayunar- la mujer salió dejándola sola.
Isabela se levanto, sus pies descalzos tocaron la mullida alfombra rosa que estaba a los pies de su cama y cubría el piso de su habitación casi por completo, se puso sus pantuflas, y camino hacia el baño se quito su pijama, se metió a la ducha, abrió el agua caliente dejando que el agua empapara su cuerpo desnudo y terminara de despertarla, al salir de la ducha se envolvió el cuerpo en una toalla que era de un color rosa pálido, casi todo a su alrededor era de distintos tonos de rosa, su mamá había elegido todo y ella lo odiaba, la hacía sentir como si fuera una niña pequeña, a pesar de que ya había cumplido los 21.
Bajo a desayunar y encontró a su padre tomando café –padre el médico te dijo que debías tomar menos café
-es la costumbre cariño, no me regañes- respondió el señor Villanueva sonriendo.
Ernesto Villanueva era todo lo contrario a su esposa, era un padre amoroso que adoraba a sus hijas, sobre todo a Isabela que era la menor, pero no era capaz de llevarle la contraria a su mujer, por otro lado Florencia, era una mujer orgullosa que había sido hermosa en su juventud y aun cuidaba mucho su figura y quería que sus hijas hicieran lo mismo, Estela su hija mayor había resultado una decepción para ella pues se parecía a su padre y no le interesaba mucho su imagen pero al menos era inteligente o eso creía ella, pero Isabela su hermosa hija pequeña era perfecta había heredado su belleza y elegancia y era tan inteligente como su padre sabía que su hija llegaría lejos por eso le había elegido la carrera, aunque se quejara algún día se lo agradecería.
Isabela se sentó a desayunar con su padre, su mamá le coloco un plato de frutas enfrente, después de terminar el desayuno salió con la señora Florencia rumbo al salón, por el camino no dejaba de pensar en comida, en cuanto su madre la dejara sola buscaría algo de comer, no tenía más opciones que ocultarse, odiaba estar siempre a dieta.
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La primera vez que Isabela vio a Alexander fue cuando visito a su padre en el trabajo, escucho que era el jefe pero en realidad no le prestó atención, la segunda vez fue el día de su graduación ella salía de la oficina de su profesora, abrió la puerta pero al ir distraída revisando su discurso chocó con algo, o más bien con alguien levantó la cabeza y se encontró con un hombre muy alto, de cabello negro y ojos azules, que la miraron al principio con molestia como si ella no fuera más que un insecto que se atravesó en su camino, después la miro de una manera que ella no supo interpretar, sin saber muy bien que hacer murmuro una disculpa, él se hizo a un lado y la dejo pasar, ella salió sin darse cuenta de que él la siguió con la mirada hasta que se perdió de vista.
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Horas más tarde la ceremonia termino y le siguieron las fotos, los abrazos y demás, ella se encontraba con sus amigas, llego Alan su novio y le entrego un enorme ramo de flores
-excelente discurso Villanueva
- que hermosas flores- respondió ella –mis padres me están buscando, nos vemos más tarde – se acerco a Alan y lo beso en la mejilla, se despidió de los demás con la mano y se fue
- no creen que Isa se está portando muy fría conmigo le acabo de dar sus flores favoritas y no la vi muy emocionada -
Marina la mejor amiga de Isabela lo miro con desagrado – si mi novio de años se postulara para una beca en el exterior y me lo ocultara por meses yo también estaría enojada, idiota
-ya les dije a ambas que no quería decepcionarla por eso quería estar seguro antes de hablar con ella
- sí pero te irás antes de lo planeado, si no se lo dices hoy se va a cabrear mas contigo, cuando te deje no vengas llorando entendiste -
-ok pero no me grites hablare con ella hoy voy a ver a mis amigos- dicho eso salió corriendo
-sinceramente porque esta con ella, Isabela es tan aburrida, el merece algo mejor – dijo una de las otras chicas
-¿alguien como tú? – dijo Marina alzando una ceja
- no quise decir eso ok-
-por favor Wendy todos saben que perseguías a Alan antes de entérarte que a él le gustaba Isa, y todavía lo desvistes con la mirada cada que lo ves -
- eso fue antes ok, y no lo veo de esa manera solo reconozco que es guapo -
-mas te vale – respondió Marina, se puso sus gafas de sol – chao, chicas las veo más tarde, y a ti – dijo señalando a la chica- te voy a estar observando – y se fue del lugar contoneando las caderas llamando la atención de todos.
Esa misma noche Isa iba rumbo a la casa de unos de sus ex compañeros a una pequeña reunión, para celebrar la graduación, se le había hecho algo tarde, discutió con su madre antes, así que se le hizo tarde para recoger las pizzas que había pedido, al llegar a la entrada de la casa de su amigo este la esperaba afuera.
-llegas tarde todos me quieren convertir en pizza a mí, no te hubieras ofrecido a traerlas. – dijo un chico de cabello rizado
-perdón no fue mi intención, tuve un imprevisto, ¿me ayudas?
-¿eso es sushi? – el chico señalo otra bolsa en la mano de ella
- no es para ti no te ilusiones mucho por eso ok -
-Alan es un tipo con suerte, a mí, mi novia solo me grita – dijo el joven sonriendo
Fue con él a la parte de atrás de la casa donde había una piscina, al verlos todos se abalanzaron sobre la comida todos menos Alan
-¿Alguien vio a Alan? -
- lo deje en mi habitación dijo que se pondría su traje de baño, ve por el dijo su amigo- al ver que ella no se movía - y no te preocupes por bajar enseguida pueden usar mi habitación si se reconcilian – después se echo a reír y su novia le dio un manotazo.
Ignorando a sus amigos entro a la casa y subió al segundo piso a buscarlo habían discutido mucho los últimos días era hora de reconciliarse, la habitación estaba al final del pasillo, así que casi corrió para llegar se detuvo cuando vio que la puerta estaba entre abierta, se acomodo el cabello y la abrió.
-Alan, cariño estas aquí ve lo que te… - antes de terminar soltó la bolsa no podía creer lo que veía, ahí estaban Alan su novio y Wendy una de sus supuestas amigas, la camisa de él estaba abierta y Wendy solo traía un traje de baño diminuto y estaba casi encima de su novio mientras lo besaba, al verla Alan la empujo y esta cayó al piso
-no es lo que crees cariño ella me beso, te juro que yo no hice nada -
-quieres que crea eso, piensas que soy estúpida mírate- con cada palabra retrocedía un paso Isabela no quiso seguir escuchando y bajo corriendo las escaleras mientras él la seguía llamándola por su nombre, Wendy venía detrás y trataba de detenerlo, al llegar abajo la tomo del brazo
- escúchame si, me estaba vistiendo y ella entro y empezó a desvestirse, yo no hice nada nena lo juro -
- pobre de ti, ni siquiera puedes defenderte de una mujer medio desnuda – dijo Marina saliendo de el baño que estaba en la planta baja, la joven paso a un lado de Alan fue hacia la otra chica que seguía parada detrás de él – te lo advertí, así que mientras lo digo por las buenas toma tus cosas y lárgate o te saco -
La otra chica se levanto del piso tomo sus cosas y salió – ni quien quiera estar aquí -
-¿ahora si podemos hablar Isa?, por favor mírame, te juro que no hice nada -
-lárgate Alan te lo advierto si te le acercas a mi amiga te juro que no respondo- contesto Marina furiosa ya que Isabela se había quedado callada
Los demás entraron al escuchar la discusión y vieron que su compañera salía de la casa casi desnuda dando un portazo
-creo que lo mejor es que tu también te vayas amigo solo lo estas empeorando, no es que no te creamos pero ahora pareces bastante culpable – el chico de cabello rizado le sonrió con tristeza – vamos te acompaño a la puerta -
Isabela se sentó en el piso y se puso a llorar, porque su primera relación seria tuvo que terminar de esta manera.