CAUTIVA DEL PRÍNCIPE

Ojos cautivadores

No sería sencillo pero ganar lo era todo para Amelia tenía que ganar ese desafío por su familia motivación y destreza no le faltaban aunque no podía apartar esa mirada de sus pensamientos. Yahir no podía dejarla ir esa chica sabia demasiado o era que esa chef era un enigma ella despertaba en el sensaciones que no lograba entender. No permitiría que se alejara de él haría lo por hacerla su cautiva si era necesario lo sería por siempre.

Capítulo 1

Fue la noche más larga Amelia Becker solo concilio pocas horas de sueño sabía que era importante dormir lo suficiente para concentrarse en el casting y un prodigio que su tía Saly conociera el capitán de ese crucero la ducha ayudo a ordenar sus pensamientos. En el instituto culinario era una chef talentosa sus maestros siempre degustaban con aprobación sus platos eso le dio la confianza suficiente para seguir adelante y participar en ese casting y este era el día la universidad de su hermana Amanda estaba en juego y siendo su única hermana era su responsabilidad lograr que ami como la llamó de bebé pudiera ir a la universidad.

Tía Saly: cariño ya casi es hora tu desayuno esta listo date prisa. - escucho a su tis desde la puerta de su cuarto -.

Amelia: bajaré en un segundo no logro encontrar mi kit de cocina. - contesto buscando en el armario de su cuarto -.

Tía Saly: está sobre la mesa anoche terminé de pulir tus cuchillos ya están listos y empacados linda.__ le dijo Saly muy entusiasmada y feliz por ella.

Lo había olvidado la anoche anterior cuando las tres conversaban después de la cena. Amelia desayunó con su tía y su hermana. Las hermanas disfrutaron de la compañía de su tía era una suerte tenerla. Saly nunca se casó ni tuvo hijos propios se dedicó a cuidarlas luego de la muerte de sus padres. Pero su pasado era un misterio para ellas nunca hablaba de eso evadiendo siempre cualquier pregunta al respecto o daba por terminada cualquier cosa que tuviera que ver con las preguntas sobre su vida pasada. Quizás algún día se sienta cómoda y quiera contarles por lo pronto no la incomodarían. Saly Stuart era guapa a pesar de su edad de ojos color ámbar con cabello rubio cenizo de rasgos europeos muy marcados su piel era Blanca muy conservada apenas con un leve bronceado muy característico de quienes habitan la isla de Capri en Italia apenas cumpliría 48 en un par de meses y Amanda ya le estaba organizando una fiesta sorpresa para sorprenderla.

Amelia: tía no debiste molestarte todo te quedó delicioso era mi turno prepararles el desayuno.__ le dijo en tono amoroso sintiéndose agradecida por sus atenciones.

Tía Saly: tonterías cariño tu concéntrate en preparar algo espectacular y delicioso para ese príncipe que sepa que contratará a la mejor chef de toda Italia.

La despedida fue breve con las bendiciones y abrazos de su tía se incrementó su entusiasmo. Pero antes de subir a ese yate debía visitar a sus padres decidió hacer una breve pero emotiva parada en el campo santo donde descansaban sus padres.

Guarda espaldas: Disculpe señorita pero no puede acercarse. Se informó el hombre que sostenía su brazo con fuerza.

Amelia: ¿quienes son ustedes? ¿Qué hacen aquí? Esa es la tumba de mis padres no tiene ningún derecho de estar aquí ¿quién se ha creído? le dijo tratando de zafarse del fuerte agarre de su brazo que de seguro le dejaría morado. Pero no logro soltarte, en cambio, la dirigió casi a rastras a la puerta de salida. Amelia lo golpeó con toda la fuerza que pudo pero no sirvió de nada. Mientras la sacaba observó como el hombre que se mantenía en pie frente a la tumba echo una breve mirada sin prestar atención a sus protestas. Ya en las puertas del lugar el guardia la dejó y este entro de nuevo dejándola afuera.

Ella miró desde las puertas y vio a una elegante mujer entraba y abrazaba al que estaba dentro. Quiso entrar de nuevo pero ese incidente le había costado un tiempo valioso no podía llegar tarde al casting y además el guardia de seguro la sacaría con la misma rapidez con la que la había sacado.

No podía dejar de ver ese hombre su presencia era imponente emanaba virilidad sus miradas se encontraron cuando el guardia la tomó por el brazo ella logró ver sus ojos y la forma como miró al guardia de seguridad le dio un leve escalofrío pero cuando sus ojos negro azabache se posaron en ella aunque por breve instante su mirada tenía una expresión de poder y arrogancia que nunca había visto.

Sus miradas se encontraron ella no lograba descifrar la expresión de su rostro, era muy atractivo, demasiado pensó Amelia. Sintiendo que su corazón se detenía al ver cómo la miraba ¿cómo podía haber alguien con ese atractivo tan desmesurado?, seguramente era un completo Casanova acostumbrado a romper corazones a su paso.

no obstante Amelia se prometió a no sucumbir ante sus encantos. En ese momento no necesitaba la más mínima distracción, debía concentrarse para lograr ganar el desafío que estaba a punto de comenzar.

A pesar de todo lo que le había sucedido se sentía muy segura de sí misma además tenía una gran motivación necesitaba ganar para costear los estudios de medicina de su hermana Amanda. Quería a toda costa hacerle realidad ese sueño que había tenido desde que eran niñas y sus padres las veían jugar. Sin embargo, la mirada de ese hombre no lograba apartarse de su mente.