Bryan, un joven músico estudiante del último año de la secundaria, conoce a Julieta una jovencita más o menos de su edad, quien también está terminando el último año de la secundaria.
Bryan tendrá que demostrar que tiene talento y hacer hasta lo imposible para lograrlo así ayudar a su madre quien lo crío sola.
Julieta es la segunda de tres hermanos, su madre Brígida es mujer dominante y prejuiciosa que no descansará hasta verlos separados.
Ambos deberán luchar contra todos los obstáculos que se impongan por mantener su amor a través de los años
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El inicio cap 1
Era la época de los noventa, para ser exactos el año mil novecientos noventa y cuatro, el liceo San Agustín, se vestía de sus mejores colores para recibir a los alumnos que iniciaban sus clases de ese nuevo año escolar, todos aquellos pasillos que quedaron en silencio por unos meses nuevamente volvían al estropicio de los días escolares.
En las afueras en las bancas que utilizaban los alumnos para sentarse a hablar antes de que el timbre les indicara que era el inicio de alguna clase, se encontraba un joven rubio de ojos color miel, tocando su guitarra, su nombre era Bryan, era intrépido, alegre, de risa fuerte y contagiosa, estaba en compañía de sus inseparables amigos Aldemar, quien en ese momento sonaba un lápiz contra uno de sus cuadernos tratando de sacar una melodía y Jefry un moreno de cabello ensortijado que trataba de cantar a toda voz, los demás alumnos entraban al liceo saludando al portero Pedro, este hombre siempre risueño y complaciente con los alumnos, siempre les daba una oportunidad para que entraran después que algún descuidado dejara en casa su insignia de la institución o no portara el uniforme.
Por fin el timbre sonó, el grupo que tocaba su música en la entrada comenzó a recoger sus cosas, Aldemar y Jefry le hablaron a Bryan, después de recoger sus cosas, apurándolo- -date prisa! Es hora de entrar a Historia - al ver que se demoraba, decidieron entrar antes que Pedro cerrara el portón, Bryan caminó casi detrás de ellos al pasar el portón en ese instante llegó como un ciclón una jovencita de estatura pequeña y cabellos negros, recogidos en una coleta con su uniforme reglamentario, era Julieta, comenzó a rogarle a Pedro junto a sus dos amigas, Maryori y Viviana
- Pedrito por favor! d! Dejanos entrar, es el primer día de clases- el hombre les respondió con seriedad
-ustedes no cambian, siempre llegando tarde, ya es hora que aprendieran el valor de ser puntual- Viviana le respondió con elogios
- tienes razón Pedrito! Pero déjanos entrar- Maryori continuo hablando
-por fis, te prometemos que no volverá a pasar- Bryan miró a través de las rejillas la cara de las tres muchachas, soltó una carcajada y le dijo al portero marchándose
- Pedro, deja pasar a las tres chifladas, mira cómo vienen despeinadas y llenas de sudor, además esas tontas no saben que hoy por ser el primer día hay tolerancia de cinco minutos - Pedro suspiró y recordó que lo que decía el estudiante era cierto, abrió el portón, Bryan caminó con su guitarra en la espalda, alejándose de la mirada de las chicas, Pedro cómo era de esperarse le dio un sermón a las chicas, pero una de ellas quedó mirando la espalda de aquel chico que se alejaba con su guitarra, cuando por fin el portero las dejó libre, las tres caminaron entre risas por lo ocurrido, Julieta continuaba perdida en sus pensamientos, hasta que por fin le exclamó a sus amigas
-vieron ese chico de la guitarra?- Viviana le contestó con la mirada iluminada
- claro! Ese es el amigo de mi Jefry!- Maryori le contestó haciéndola aterrizar a la realidad
- no seas ilusa Viví, recuerda que Jefry no te da ni la hora!-
Las tres rieron de aquello y caminaron a su aula de clases, su primera hora verían Biología, las tres se sentaron cerca la una de la otra, mientras la profesora se presentaba ante los alumnos nuevos y les recordaba las normas del aula de clase.
Lennyn había sido el "cerebrito" de los anteriores años, siempre destacado en las clases el número uno, después de el Julieta le seguía en promedio, este chico se les acercó a las jovencitas que murmuraban entre ellas sonriendo mientras jugaban con el esqueleto de la clase
-al parecer este año tampoco crecieron niñas- Viviana sonrió acercándosele con picardía y le dijo al oído
-acaso tú si?- todas rieron con burla, luego de ver su expresión nerviosa, la profesora de ciencias entró al salón molesta al escuchar el escándalo
-no puedo entender como chicos que próximamente serán los bachilleres de la nación sean tan inmaduros! Qué escándalo tienen! Vamos, organicemos grupos de cuatro para comenzar con nuestro proyecto
Los grupos comenzaron a organizarse en el bullicio de los pupitres al moverlos.
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