Atracción Pasional

Laura:

Miraba mi celular sin entender de lo que me estaba hablando Erick, negué con la cabeza, era lo que menos me hubiera esperado que me reclamara algo que ni había aceptado, realmente ni pensaba hacerlo, no buscaba el por que tendría que tomárselo personal… dejé el celular en el tocador quitándome la toalla de mi cabello que se estaba secando.

TOC!! TO!!

Levanté la mirada a través del espejo, la puerta se abrió entrando mi abuelita, con un vestido super sexy, sonreí viendo que cerró la puerta, caminaba hacia mi, entrecerrando los ojos al darse cuenta que estaba algo triste, dejó el vestido sobre el sillón acercándose a mis espaldas, acomodaba mi cabello negando con la cabeza.

Abuela: Mi niña hermosa, ¿Por qué esos ojitos tristes?

Laura: Nada abuelita, solo me dieron una noticia…

Abuela: ujum… Erick, ese muchacho que siempre consigue hacerte sentir mal por cualquier cosa, no me digas que le pediste permiso para salir con tus amigas y te dijo que no.

Reí negando con la cabeza, si mi pobre abuelita supiera lo que realmente ha pasado estoy segura que toma el primer taxi para ir a buscarlo y decirle hasta de lo que se va morir.

Laura: Mami, por que no le tienes buena voluntad a Erick, él siempre ha sido lindo contigo, te aprecia, cuando salimos te atienda como si fueras su mamá.

Negó con la cabeza tomando el cepillo, pasaba suavemente en mi cabello.

Abuela: No es a mí a quien tiene que impresionar… mi vida, hay personas que contigo aprenderás que lo que no se cuida se pierde. Otras que lo traerán aprendido y llamaremos suerte al coincidir con ellas. A veces seremos la consecuencia de quienes no cambien y otras veces la recompensa de quienes ya vengan mejorados por sus propias experiencias.

Sujeté su mano, acarició mi cabello dejando reposar mi cabeza en su pecho, dejó un beso sobre mi cabello húmedo mirándome por el espejo.

Abuela: aprende una cosa mi amor… Los hombres no son complicados, si no te escribe no está interesado, si no le preocupas no está enamorado, sino sabe que quiere contigo no eres la chica de sus sueños, eres una opción, solo te ven como una distracción... no pierdas tu tiempo intentando entender a alguien que no tiene un propósito contigo.

Mis ojos se humedecieron, cuanta razón tenían las palabras de mi abuelita, es más había momento que también me preguntaba por que tenía siempre esa actitud arrogante conmigo, para después frente a sus amistades proclamarse el mejor de los novios, esa actitud aun no lograba descubrirla a pesar de los años que tenemos de novios, aunque es cierto con mi familia se porta como todo un caballero, pero en lo menos esperado cambia radicalmente conmigo, tanto que quisiera decir lo que pienso, pero basta con una sola palabra de él que prefiere irse, dar la media vuelta y después de unos minutos hacer como que no ha pasado nada.

(…)

Ya estaba completamente lista, apenas eran las 9 de la noche, era buena hora para ir aclarar las cosas con Erick, tampoco es que lo quiera dejar solo así, hacerle entender que las cosas no fueron como él piensa, quizá la manera de don Elías no fue la forma de hacérselo saber. Si… eso debió ser…

Mi celular empezó a sonar, apresuré el paso tomándolo, abrí el cajón donde estaba la llave de su apartamento, aunque me haya dicho que no quiere que nos veamos, me escuchará y luego me marcharé.

“amiga bella, ya llegué”

“Tu mami pregunta si vamos con Erick y Ray, le dije que si, no le iba a decir que es noche de chicas”

Reí rodando los ojos, guardé la llave en mi bolso, guardé mi celular, ya había leído la advertencia de lo que Ceci había dicho a mi mamá así que tenía que hacer todo lo posible para hacer saber que así era.

Abrí la puerta de mi habitación tomando mis zapatillas, corrí por el pasillo de las habitaciones bajando uno a uno los escalones.

Mamá: Vaya… Erick se va a infartar al ver a mi hija tan bella.

Laura: Mami, no creo llegar, lo más seguro es que me quede en el departamento de Erick.

Ceci: Si doña Lulú, quedamos seguir la fiesta en su departamento.

Me acerqué a mi mamá dejando un beso en su mejilla, mi madre tomó mi rostro entre sus manos asintiendo con la cabeza.

Mamá: Mi amor, recuerda que el lunes debes acudir a la becaria para tus documentos.

Sostuve del brazo a Ceci jalando hacia afuera, era momento de irnos, levanté la mano despidiéndome de mi mami…

Laura: rápido, no vaya ser que le llamen a Erick.

Ceci: ayy, por favor, tu mamá confía más en él que en nosotras juntas.

Abrimos la puerta de su auto subiendo de inmediato, cerré la puerta acomodándome perfectamente poniendo las zapatillas de tacón, no por nada Ceci se veía impresionante con el cuerpazo que se manda, todas unas diosas para esta noche. Encendió el auto acelerando un poco.

Laura: Podemos pasar al departamento de Erick.

Rodó los ojos mirándome desaprobando la idea, miraba el camino sin decir si o no.

Ceci: Laura, es noche de chicas.

Laura: Nubia me dio dos boletos, él puede estar en otra mesa, además no dudo que no ya tenga boletos, el señor Braxton siempre les da las cortesías.

Ceci: cortesías que nunca nos invita. ¿Para que lo quieres ver? Es más fácil que te vea allí.

Laura: Amm…

Me miró por el retrovisor, bajó un poco la velocidad tomando mi mano.

Ceci: ¿todo bien Laura?

Laura: Bueno, es que se enteró que el papá de Nubia me iba a pagar la beca.

Ceci: Pero que tiene de malo.

Laura: Para él si, según por no haber dicho, es más, nos íbamos a ver pero me canceló después de discutir.

Ceci: Esta bien… vamos, pero conste que si quiere ir, se va solo.

Reí abrazándola con fuerza, nunca me dejaba sola Ceci, siempre cómplice de mis locuras y de todo lo que pensaba en hacer. Ceci era mi amiga, igual Nubia, pero Nubis, tenía otras prioridades, si estudió con nosotras enfermería solo fue para desobedecer a su padre y demostrarle que no podía controlar su vida, sin embargo ella está más enfocada a su novio Joy que le da todo lo que ella quiere, de las tres, la familia de Nubia nunca ha tenido necesidades, por el contrario, hasta los enamorados que tiene siempre de familia muy importantes, conoce a muchas personas del gobierno, de los hospitales, siempre rodeada de grandes personalidades, así que su mundo era muy diferente al de nosotras, pero no dejaba de ser nuestra amiga.

(…)

Cecilia se iba aparcando en una de las casillas vacías… apagó el auto abriendo la puerta. Sostuve su mano negando con la cabeza.

Laura: Prefiero ir sola.

Ceci: ¿Segura?

Laura: Si, no quiero que nada lo haga alterarse y no poder hablar, prometo no tardar.

Ceci: De acuerdo, de acuerdo, pero si empieza con sus cosas, solo lo ignoras y te quitas, no te quedes a escuchar sus tonterías.

Enredé mi dedo meñique al de ella donde las dos dejamos besos en cada uno. Metí la mano en mi bolsa sacando la llave… Abrí la puerta bajándome, acomodé el vestido que se me había subido un poco, no era muy corto pero marcaba muy bien mi cuerpo. Cerré la puerta caminando hacia la entrada del edificio. Aun estábamos a tiempo, prometí no tardar, si Erick no entendía no importaba… oprimí el botón del ascensor, por suerte las puertas se abrieron, entré sin demora, oprimí el botón de su piso viendo como se iban cerrando, sostuve a la vista mi celular, buscando su pantalla queriendo avisarle que iba subiendo, reí negando con la cabeza.

Laura: Seguro lo tiene apagado evitando que lo llame o recibir mensajes míos.

El ascensor se detuvo abriéndose las puertas, salí caminando directo hacia su apartamento. Miré la puerta quedando frente a ella, respiré profundamente metiendo la llave en la cerradura, giré la perilla abriéndose… inhalé un poco percibiendo el olor a cigarrillo y a otro aroma que se me hizo reconocerlo. Miré hacia adentro que estaba algo oscuro con velas en la mesa. Cerré la puerta con mucho cuidado…

(Escuchen: Infinite White, Steve Jablonsky)

Alcé mi pierna quitándome uno de las zapatillas, luego hice lo mismo quitando la otra, caminé hacia la mesa apagando las velas aromáticas.

Laura: (susurrando) nunca te han gustado las velas aromáticas.

- Jajajajaja…. No inventes Erick…

Una fuerte punzada sentí en mi corazón, tanto que hasta el aire me hacía falta, cubrí mis labios con mi mano quedando totalmente helada.

Erick: Te la meto duro si quieres.

- Hazlo entonces, quiero gritar tu nombre.

Tragué saliva caminando lentamente hacia donde escuchaba las voces. No, no podía creerlo, era por esta razón que no quería verme.

Me acercaba al área de las habitaciones.

- Aaaahhh, aaah, que rico, quiero más duro.

Erick: ¿Mas duro? ¿asi?

- Aaaahhh, que delicia. Si, así… Erick… que rico…

Mis lagrimas empezaron a caer una a una… me acerqué a la puerta que estaba algo abierta, ella estaba de a cuatro y él de espaldas, negué con la cabeza al ver como le hacía el amor, se dejó caer sobre su cuerpo de ella entrando con mucho placer.

- Ooooh Erick, mi amor…

Erick: Eres una delicia. Te sientes muy bien.

- Mejor que tu noviecita.

Erick: No la menciones…

Cerré los ojos con fuerza dando media vuelta reposando mi cuerpo en la pared. Tenía que salir cuanto antes de aquí, no quería que se diera cuenta que estaba dentro de su departamento. Mi mano donde tenía la llave me temblaba demasiado, corrí de puntillas hacia la puerta, abrí la puerta con mucho cuidado sin hacer nada de ruido.

- Aah, ahhh, Erick, eres todo un hombre.

Erick: Tú mi mujer.

Arrojé con fuerza la llave que por suerte su piso estaba tapizado de alfombra así que no había manera que se escuchara, salí cerrando la puerta con cuidado. Di varios pasos hacia atrás sin dejar de llorar, tenía el corazón hecho pedazos.

Laura: (susurrando) ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Si ya no querías nada, por que no decirme.

Negué con la cabeza corriendo hacia el ascensor, oprimía el botón varias veces logrando que se abrieran las puertas… tragué saliva oprimiendo el botón de planta baja, las puertas se cerraron, necesitaba tranquilizarme, necesitaba procesar lo que acaba de ver y pensar que era mentira… No quería que Cecilia me preguntara, no quería decir nada.

Aparté rápidamente las lagrimas de mis mejillas, me miraba por el espejo del ascensor, no había nada que pudiera evitar que Cecilia se diera cuenta de que había llorado. Pero si, era mejor no decir nada, quería callar, quería guardar este mal momento para mi sola, no quería que nadie supiera de la burla que he sido de ellos.

La puerta se abrió salí de pasos agigantados, corrí hasta la puerta empujando con gran fuerza, Ceci se apartó del auto arrojando la colilla del cigarrillo, necesitaba salir cuanto antes del lugar no podía quedarme y tener en mi mente la asquerosa y terrible imagen que había visto, tanto que me esforcé para llegar y tener las palabras correctas dando explicación a lo que él había confundido.

Ceci: ¿Qué te sucede? Parece que viste un fantasma.

Me sujetó de los brazos, trataba de removerme a que me dejara, no tenía ganas de hablar, al menos no era el momento. Negué con la cabeza.

Ceci: ¿Te hizo algo?

Laura: No, no… no me hizo nada, solo no acudió a la puerta.

Ceci pasó la mirada hacia el estacionamiento mirando el auto de Erick, se veía a simple vista.

Ceci: No acudió a tu llamado… ¿pero por que? ¿Qué demonios le pasa?

Laura: solo vámonos.

Ceci: No, nos vamos a ir, en este momento subimos y que te abra la puerta, así tenga que tirarla… Vamos.

Sujetó mi mano, se la arrebaté evitando regresar hacia ese lugar, no quería volver…

Laura: Por favor, ya estuvo… hasta aquí… No abrió, no quiere hablar conmigo, mejor así. Podemos divertirnos y pasarla bien esta noche, solo… vámonos.

Entrecerró los ojos rodando, respiró profundamente abriendo la puerta de mi lado…

Ceci: Esta bien, pero conste que solo por que me lo estas pidiendo, sino sabes que derribo la puerta.

Reí forzosamente, no quería que nadie sospechara que estaba muerta en vida, prefería quedarme con este trago amargo…

Subimos al auto, Ceci aceleró sin dejar de mirar el edificio, levantó su dedo de en medio dirigido hacia el departamento de Erick… que lo hiciera las veces que quería. Era mejor dejar las cosas como estaban, si en este momento hablaba, todo podía terminar muy mal.

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Laura Miller

Ceci Gordon