si soy yo de nuevo haciendo todo lo que mi familia o mejor dicho mi hermana menor quiere que haga.
mi nombre es Elizabeth Jackson oconor, tengo 26 años, estaba comprometida con un hombre que nisiquiera conocía pero mi tragedia no comienza allí, todo va muy mal cuando mi hermana menor crece y empieza a querer todo lo qué es mio y no entiendo que, si nisiquiera tengo nada ya que mis padres la quieren más a ella por su culpa termino muriendo traicionanda por mi única hermana y esposo llena de deseos de venganza pero algún Dios me vio tan desesperada que decidió darme una segunda oportunidad para acabar con las personas que me hicieron daño hasta la muerte y está vez no desaprovechare esta oportunidad.
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COMO PUDE SER TAN CIEGA
●Elizabeth: Está bien, suegro, gracias por lo de hoy. Cuídese y estamos en contacto. Cuando pueda, iré a visitarlo. Bueno, Máximo, todo salió mejor de lo que imaginaba, gracias a ti. Ya puedes irte, nos vemos más tarde. No olvides nuestra cita.
●Máximo: Ey, espera, no puedes irte así sin despedirte como se debe. Además, mi abuelo nos está mirando. Tomo a Elizabeth de la cintura sin darle oportunidad de alejarse y le doy un beso lleno de cariño. Me sorprende ver que ella se entrega tanto a ese beso que le digo: 'Ya me tengo que ir, pero prometo que esto se repetirá más pronto de lo que piensas, mi amor.' Me despido con una sonrisa y subo al auto, así nos alejamos de esa mujer que me roba hasta el aliento.
●Elizabeth: Estás loca, ¿qué crees que estás haciendo? Este no es el momento de pensar en el amor. Miro hacia una de las ventanas de la casa y veo a Carmina mirándome con ganas de matarme. Le sonrío y entro a la casa. Me encuentro con mi padre y, la verdad, no quiero cruzar ni una palabra con él, pero me detiene.
●Pedro: Hija, ven, tengo algo que decirte. Las cosas están algo tensas en la casa porque te vas a casar con Máximo. Pero no te preocupes, todo saldrá como lo hablamos. Solo un pequeño favor: ve a hablar con tu madre y trata de reconciliarte con ella. Bueno, eso era todo lo que quería decirte. Ahora ve a hacer tus cosas para que estés libre a la hora en que venga a buscarte tu prometido.
●Elizabeth: miro a este maldito con tanto odio que nunca podré perdonarlo por todo lo que me ha hecho y por lo que ha permitido que me hagan. Aunque él no me mató, contribuyó al no defenderme como su hija. Así que le digo: está bien, papá, no te preocupes, prometo hablar con mi madre para que estés tranquilo. Subo a mi habitación y veo que allí está Carmina esperándome. Qué bueno que estás aquí, ya iba a buscarte. Mi padre quiere que arregle las cosas contigo, así que tienes que decir que todo está bien entre nosotras si sabes lo que te conviene, madre, la dejo allí de pie sin darle la oportunidad de responderme. Entra a mi habitación y me tiro en la cama, ya que hoy estoy muy cansada. Cierro los ojos y, después de un largo tiempo mirando el techo, me quedo dormida.
RECUERDOS DEL PASADO
●Abro los ojos y miro, pero no sé qué hago en este lugar. Comienzo a caminar y la escuela se ve igual que cuando estudiaba. Si es un sueño, no quiero despertar, ya que este era el único lugar donde fui feliz. Miro hacia atrás y veo venir a Máximo; me pongo algo nerviosa al verlo, pero él pasa de largo sin saludarme. Cierto, no nos llevábamos bien en esa época.No sé cómo estoy logrando esto, pero me siento tan bien. Voy a mi salón y allí está Aurora esperándome. ¿Quién diría que una niña que parecía tan dulce me haría tanto daño? Sea lo que sea, no puedo cambiarlo, solo es un sueño, pero ya sé lo que va a decirme.
●Aurora: hermana, qué bueno que ya estás aquí. Te estuve esperando, pero no regresabas. Tengo algo importante que decirte. Sabes que te quiero mucho y no te lo digo para hacerte sentir mal, sino para que abras los ojos. Escuché al chico guapo de tu clase decir muchas cosas horribles sobre ti. Además, comentó que iba a enamorarte y luego dejarte de lado para que dejes de creértela tanto. Solo al ver la cara que pone esta estúpida, me da tanta felicidad.Tranquila, hermana, lo puse en su lugar y es evidente que no volverá a molestarte.
●Elizabeth: ¿Qué es esto? Puedo escuchar todos sus pensamientos. Así que esto fue lo que pasó: me dejé engañar por esta chica desde que estábamos en la escuela. Máximo nunca se metió conmigo y yo fui la única grosera con él. No sé qué sucede, pero me transportaron rápidamente detrás de la escuela, donde estaban Máximo y Aurora hablando. Me quedé escuchando en silencio.
●Máximo: ¿Por qué me llamas, Aurora? Te dije que quería hablar con tu hermana. Además, ¿puedes explicarme por qué tu hermana ha cambiado tan drásticamente conmigo? Antes apenas me prestaba atención, pero ahora me mira con mucho odio. ¿Qué le dijiste?
●Aurora: Tranquilo, Máximo. Juro que le dije que querías hablar con ella y que te gustaba, pero para mi sorpresa, su reacción no fue nada buena. Me dijo que nunca se involucraría con un hombre como tú, tan superficial, y que solo te gusta la atención de la gente. Me da mucha pena decírtelo, además comentó que nunca estaría con un huérfano como tú. Lo siento.
●Máximo: así que eso fue lo que dijo Elizabeth. Bueno, ya sabes que no le digas más nada a esa niña consentida. Es una loca, no entiendo cómo me pude fijar en alguien como ella. Que se pudra me largo de este lugar. Desde ese día, ignoré a Elizabeth y competí con ella en las calificaciones, no se lo dejé nada fácil a esa bruja.
●Elizabeth: No, Máximo, espera, eso es mentira. ¡Por Dios! Esto es un simple sueño; por más que lo desee, nada cambiará. Me despertaré de un golpe, solo era un sueño, pero me hizo darme cuenta de muchas cosas. Ya entiendo y comprendo la actitud de Máximo hacia mí. Después de un tiempo, vaya, me he dormido tanto; ya es hora del almuerzo y la verdad es que ni siquiera quiero verles las caras a estos malditos.
●Aurora: Llegamos al lugar que nos indicó Bladimir. Entramos a la habitación privada y esperamos, ya que ese estúpido no está aquí. Oye, Miguel, sabes que tienes que aceptar todo lo que digamos, ¿verdad? Abren la puerta y veo entrar a Bladimir. Vaya, por fin llegas. Toma asiento, así terminaremos de hablar rápidamente sobre este tema tan importante.
●Bladimir: cuñadita, qué bueno verte, ya me hacías falta. Y este es tu amigo o amante querida, bueno a mí no me importa de todos modos, los llamé aquí porque quiero que avancemos con tu plan para mañana. Quiero tener a tu hermana lo más pronto posible. ¿Qué piensas?