Un Amor Misterioso

Una noche oscura y con neblina, una niña corre por el bosque, se ha separado de sus compañeras que son mas grandes, no tiene miedo sabe defenderse con su arco y tiene muy buena puntería.

-Rayos!! seré regañada, me he alejado mucho, debo concentrarme para regresar.

Ella camina un poco para tratar de ubicarse pero es inútil, cuando escucha un aullido

-Son los lobos? Me aleje tanto? Los lobos no pasan la frontera, entonces no estoy en Terán, debo regresar de inmediato.

Ella intenta nuevamente regresar, empieza a correr pues escucha y siente que la siguen, así que saca su arco y dispara, al acercarse ve que es un lobo y le ha lastimado una pata.

-Perdon, no fue mi intención, quédate quieto y te lo quitaré.

El lobo le grunia, no dejaba que se acercara y ella le pega con el arco.

-calmante o te atravieso con otra flecha.

El lobo se quedó quieto y ella pudo quitarle la flecha, le vendo su pata y el pequeño lobo solo se quedó quieto.

-Bien terminé, ahora vete.

Pero el lobo no se iba se quedó con ella un rato, la niña solo ve como el lobo camina frente a ella, sin darse cuenta ve el campamento de sus compañeras.

-Me has traído de regreso, gracias

El lobo solo se dio media vuelta y se fue, ella regresa al campamento donde la buscan.

-Mime, donde estabas, te busque por todos lados, no puedes alejarte.

-Perdón maestra no volverá a pasar.

Ella entrena con las mujeres que son exclusivamente para el servicio de la emperatriz.

-Mime, debes practicar más con el arco, tu puntería es buena, hoy practicaremos con las dagas.

Así que ella práctica, cada día es mejor y letal es una de las pocas niñas que está ahí.

El pequeño lobo llega a dónde también lo buscan, ahí se transforma y recibe un regaño de su abuelo el gran duque del Oeste.

-Te has alejado mucho, que te paso?

-Me encontré con una salvaje de Thaslis.

-Ya te he dicho que no las llames así.

-Bien no les diré así, pero me dio con una flecha, al menos tiene mala puntería…

-Joseph sé que a pesar de todo sigues recibiendo correspondencia de tu padre, el no comparte la misma opinión que yo, antes de ser Rey debes pensar en tu pueblo, el pueblo es el que mantiene el reino, por eso estás aquí, este nuevo campo de entrenamiento es para hacer caballeros signos de confianza.

-Abuelo, pero te imaginas poder conquistar Thaslis.

-Tú crees que Thaslis es débil? Si quisiera nos haría polvo.

-Mi padre es fuerte, al igual que yo.

-Mira niño, tu madre te alejó a tiempo de tu padre, el ahora está enfermo, así que debes ser más responsable.

-Yo seré el Rey.

-No, eres muy joven, primero debes crecer un poco y ser fuerte, ser digno de la corona.

-Mi madre será regente si mi padre muere.

Su abuelo no pudo seguir hablando, las trompetas suenan, la bandera de Thaslis se alza, no solo esa también la bandera del emperador.

-Quien es?

-Es el Emperador de Thaslis vamos, debes ser educado.

-Si, tampoco soy tan tonto.

Ambos van a recibir al emperador.

-Alteza es un honor.

-Duque, el campamento de ambos lados es un éxito, voy a la capital de Thaslis, debo hablar con el rey, el pequeño príncipe está aquí?

-Si, solo fue a cambiarse.

-Bien mi hijo va conmigo, el Rey está muy enfermo, el pequeño no puede subir al trono, necesito su apoyo para Diana

-Para Diana?

-Si, ella y mi hijo, la propuesta es que ambos se casen, que ella sea la Reina.

-Por supuesto majestad, cuente conmigo, el oeste estará con Diana

El Emperador sigue su camino, con él va el príncipe Luciel, el pequeño Joseph solo los ve, para el son muy altos.

-Yo seré así de alto, abuelo cuando iremos a la capital.

-En unas semanas

-Bien entonces iré a entrenar.

-No te alejes

Contrario a lo que su abuelo le dijo el se transforma y va a la frontera, ahí ve de lejos el campamento de aquellas mujeres y caballeros.

-Buuu.

-El se sobresalta y resbala por las rocas.

-Que lobo tan tonto, oye lobo, a quien buscas? A mí?

si me ven hablando contigo van a pensar que estoy loca.

El lobo solo se sacude las hojas y se le lanza encima, aunque ambos se llevan bien y ruedan por el pasto.

-Oye! Quítate debo practicar, mira vez esos puntos en los árboles debo tratar de dar en el blanco.

El pequeño lobo solo la observa, pasa con ella toda la tarde y por la noche se va.

-A dónde se fue, no lo veo.

-Mime, es hora de regresar, vamos.

-Sí.

Así la pequeña regresa, al otro día es lo mismo, después de una semana ambos corren por el bosque, él la ayuda con su puntería y él recoge los conejos.

-Gracias, serán la cena.

Ella acaricia la cabeza del lobo, después de que él se va en su campamento solo piensa en como aquellas mujeres llevan su entrenamiento.

-Ella que se cree no soy un perro, por ahora las observaré así, ella puede mostrar sus debilidades, mi padre dice que Thaslis debe ser nuestro.

En el sur las cosas son diferentes ahí, la pequeña princesa está junto a un lobo más grande, ambos cazan de noche perfectamente sincronizados, aqui la ventaja es que lisa tiene magia.

-Me gusta tu pelaje, es hermoso, vamos es hora de irnos no vemos mañana.

-**Con cuidado, no pueden verme, por eso no te acompaño**.

-Cuídate.

Philip no sabía por qué, pero podía comunicarse con Lisa por medio de telepatía, él sabe que solo pueden entre lobos, con Diana podía, más un día se burlaba de la puntería de lisa y ella apuntó su flecha hacia él, escuchando sus pensamientos, fue así que se dio cuenta de que ambos estaban conectados.

En la academia él cambia de forma, sube a su cuarto y ahí ya está Hunter.

-Y esa cara?

-Es carta de Luciel su boda es un hecho, el Rey está muriendo.

-Te diría que es triste, pero me alegro mucho.

-Lo suponía...

-Sucede algo más?

-No, me dormiré.