Andrew Quintana, es un hombre de treinta y cinco años. Guapo, alto de muy buen ver, pero sobre todo millonario, tiene una reputación impecable. Muy pocos conocen a lo que realmente sé dedica, detrás de esa figura intachable, se esconde un verdadero hombre despiadado sin el más mínimo sentimiento, los que realmente lo conocen saben de lo que es capas, de hacer cuando se meten con él.
En una persecución, tratando de atrapar a su peor enemigo, recatada a una chica que lo hará perder la cabeza, poniendo su vida y su casa patas para arriba.
Acompañame en está nueva historia, a descubrir de que es capas de hacer este hombre y quienes la chica que lo hará perder la cabeza.
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capítulo 12. Un beso robado
Cuando llegue a mi mansión me dirigí a mi despacho, cuando pase por la sala solo vi los libros de la pelirroja esa, a ella no la vi por ningún lado.
Así que seguí de largo, cuando entro a mi despacho me percató que está abierta la puerta de una habitación secreta que tengo, solo Luis, y Diana sabemos, ahí guardó gran parte del dinero sucio ganado por las drogas, por así decirlo.
Veo que Alondra está ahí parada viendo, en esos momentos no medí las consecuencias de mis actos, el coraje que Luis me había hecho pasar y encontrarla ahí. Que diablos haces aquí.
La saque a empujones que la hice caer el suelo.
No me di cuenta en que momento llego el loco ese, cuando lo vi yo ya estaba en el suelo, su mirada era la de una fiera que me hizo sentirme en esos momentos, como si el fuera la fiera y yo su presa a punto de casar.
Solo se me ocurrió querer salir corriendo, pero antes de que yo pudiera hacerlo ya me había atrapado, ni para decir que ando con tacones altos, este demonio es más rápido que yo.
Ella quiso salir corriendo, pero antes que lo hiciera ya la había atrapado, la pegue junto a la pared, la tenía tan cerca de mí que no fui capas de decirle algo, solo la recorrí con la mirada, al ver sus labios apetecibles, y sentir su respiración agitada tan cerca de mí, que solo se me ocurrió besarla.
El sentir la suavidad de sus labios provocó en mí continuar besándola, cuando de pronto sentí un fuerte dolor en mí entre pierna. < Ya saben donde me golpeo > Eso no me lo esperaba por parte de ella. Solo la vi que salió corriendo.
Cuando llegue a casa de Andrew, vi que salía Alondra de la casa casi corriendo, así que me dirigí en busca de él, como no lo encontré por ningún lado fui a su despacho, cuando entre lo vi que estaba con cara de sufrimiento, de que algo había pasado. Que pasa, porque Alondra salió corriendo de la casa. Y porque diablos te andas agarrando por allá. Me imagine lo que pudo ver pasado, así que me comencé a reír
Como vi a Luis que se comenzó a reír, no sabia si contarle lo que había pasado , pero ella ya sabia que libro era el que abría la habitación secreta. Alondra descubrió la habitación el libro que abre la habitación secreta.
¿¡¡Pero cómo!!?
No lo sé, cuando llegue ella estaba ahí, parada en la habitación viendo.
Que le dijiste.
Nada solo la saque de ahí, a empujones y se cayó al suelo.
Pero tú estás loco Andrew, por eso, salió de la casa corriendo.
En mi maldito coraje, se me ocurrió besarla, me golpeó donde ya sabes. Cuando Andrew me dijo que había besado Alondra pude comprobar que este idiota esta enamora de ella. Buenísimo esta y ajola te dejé sin tus herederos de por vida. Ahora si estás jodido mi hermano.
Después de hablar con Andrew salí en busca de Alondra al jardín, pero no la encontré por ningún lado, decidí preguntarles a los guardias, solo me dijeron que la vieron salir corriendo al otro extremo de la mansión.
Fui donde me dijeron pero no la encontré, como todo esto esta lleno de cámaras de vigilancia así que fui a ver los vídeos para ver donde se encontraba exactamente. Cuando por fina la encontré, fui donde estaba ella. Que haces ahí, baja.
Estaba subida en un árbol, que yo ni loco subiría ahí, no sé cómo diablos se subió ahí.
¿No? sube tú.
Yo no podría subir ahí.
Pues no pienso bajar, para que el loco de tu amigo me haga algo.
Baja Alondra te prometo que no dejaré que te haga nada.
Si como no.
Después de tanto insistir Luis decidí bajar, pues él no tiene la culpa de las tonterías de su a amigo.
Estuvimos platicando por un rato, esta que Luis toco el tema. Dime Alondra que piensas de nosotros después de lo que viste.
Luis yo no se a lo que ustedes se dediquen, ni mi importa, por lo que vi en esa habitación ustedes no son personas normales.
Nadie guarda tantísimo dinero en su casa.
Es verdad Alondra, no somos las personas normales que muchos creen, Andrew es el jefe.
Me lo imaginé, cuando dijiste que me rescataron en una persecución a ese tal colombiano. Luego esa tal Amanda dijo Andrew Quintana, ahí fue me quede con la duda, sabía que había es escuchado ese nombre en algún lado, luego recordé que ese nombre, era el nombre de un mafioso, Andrew Quintana, más bien conocido como el diablo Quintana. O me equivocó.
No Alondra, no te equivocas. Mi pregunta Alondra es que piensas hacer.
Me preguntas a mí, que pienso hacer.
Si quiero saber.
Nada Luis, no estoy loca para que ese de tu amigo me corte la cabeza. Bueno o mal ustedes me ayudaron.
Y si el loco ese no se arrepiente me regresara a mi casa con mi familia, los extraño.
Vi que sus ojos se llenaron de lágrimas rápidamente. No estés triste, hablaré con Andrew, para que te deje ir, en el plazo que dijo.
Él solo quiere estar seguro de que no tienes nada que ver con el colombiano ese.
Y duro y dale, con ese ya te dije que ni lo conozco.
No te enojes, está bien te creo.
Se me paso la mano con Alondra no debí de tratarla de esa manera, pero no se que me está pasando últimamente con ella, que no puedo sacarla de mi mente.
Mi coraje me llevo hacer algo que no quería o que tal vez lo estaba deseando besarla, el sentir la suavidad de sus labios provocó en mí algo que nunca había sentido. Pero de algo si estoy seguro es que esa pelirroja nadie la besado antes. Eso me hace pensar que soy el primero.
La escritora lo olvidó?