Emma con 18 años llega a trabajar a la empresa Lamborghini, cuyo dueño es Osvaldo un CEO prepotente, que no cree en el amor. Los años pasan y ella se vuelve una profesional, que por cosas de la vida, se vuelve su secretaria, las cuales se convierten en sus amantes. ¿Ella aceptara ser su amante?.
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Contrato
Había cláusulas específicas cómo: Ser completamente leal y fiel, no divulgar lo que pasa en las oficinas, ni de los documentos que va a pasar por sus manos, debe tener disponibilidad de su tiempo las 24 horas al día, de lunes a viernes, podrá tener los fines de semana libres, si no se presenta alguna novedad o un contrato que tengan que salir a unas fiestas o de viaje, pero estar siempre pendiente de su celular por alguna novedad.
Esto estaba bien para Emma, pero las siguientes cláusulas ya no les gustó mucho.
Las siguientes cláusulas decían que debía ser amante del CEO, estar dispuesta para él las 24 horas del día los siete días de la semana, todos esto deben ser consensuados, no realizar escenas de celos, no embarazarse y mucho menos enamorarse.
Cuando leyó esta cláusula su rostro quedó totalmente pálido, era verdad que las secretarias del CEO se volvían amantes de él, era por qué estaba en el contrato, al leer esto ella miró al hombre que estaba frente de ella, pero el seguía con su vista en el computador, ella miró a Andrés que la miraba preocupado, dirijo su mira al contrato para seguir leyendo.
El resto del contrato decía cuánto era su salario, que era casi el triple de lo que ella ganaba en ese momento, algo que necesitaba de urgencia para seguir preparandose, había buscado algunas universidades para estudiar su maestría, la cual eran carísimas, lo peor es que se ha vuelto ambiciosa y quería aprender dos maestrías, las cuales ayudarían en su carrera, y lo mejor es que eran virtuales, pero tenían un límite de tiempo y muy pronto se cerrarían, si aceptaba, podía estudiar.
Ella estaba procesando todo lo que había leído para tomar una decisión, cuando la voz del hombre que tenía al frente, la sacó de sus pensamientos.
Osvaldo- qué dices vas a firmar el contrato.
Emma regresó en sí y contestó- debo de cumplir todas las cláusulas incluso el de ser su amante y si me niego.
Osvaldo- si quieres ser mi secretaria, debes aceptar con todas y cada una de las cláusulas, si no quieres tranquilamente puedes regresar a tu puesto, pero vi que habías aplicado a otro puesto, en marketing por tu carrera, pero no hay ninguna vacante en este momento, te pedí a ti específicamente porque hablas diferentes idiomas, has tenido 5 años trabajando en la empresa y conoces al revés y al derecho el edificio, necesito una secretaria que se maneje sola y no tenga que estar atrás de ella, la mayoría que han aplicado no estan tan preparas como tú_ sin dejar de mirar el computador.
Emma se quedó asombrada incluso Andrés se asombró de todo lo que había dicho Osvaldo, él tiene razón siempre elegía las de buen cuerpo, con grandes senos, grandes traseros, para hacer sus secretarias, pero ahora no estaba viendo su cuerpo, sino su currículum.
Emma no sabía qué hacer, dentro de ella se sintió muy bien, todo el trabajo que había hecho durante estos 5 años, se lo están recomiendo y no cualquier persona, era el presidente, el dueño de la empresa.
Aún no estaba convencida de aceptar el puesto de secretaria, sobre todos por la cláusula de amante, ella no había estado con ningún hombre, aunque tuviera 23 años, solo se había dedicado a estudiar y nada, más, no conocía el amor, ni sabía ser tierna con una pareja, ya que no lo había tenido.
Miró al hombre que estaba frente a ella, era un hombre alto se podía notar que era de un metro 90, su piel era clara con unos ojos verdes su cabello castaño una barba corta no tanta, definitivamente era un hombre muy guapo y sexy.
Osvaldo sintió la mirada penetrante, alzó su mirada y se encontró con unos ojos penetrantes que lo miraban, pero no era una mirada simple, era como que lo estaban escaneando de la punta de la coronilla, hasta la punta de sus pies, esta era la primera vez en su vida que se sintió intimidado, aunque no lo dio anotar.
Osvaldo- ya pensaste lo suficiente, necesito una secretaria con urgencia, vas a firmar el contrato sí o no_ habló para que lo dejara de ver.
Emma pensada que tal vez no era tan malo entregarle a ese hombre su castidad, era un hombre muy guapo y de seguro con mucha experiencia, que la podía tratar bien, además como los rumores decían tal vez en seis meses se aburre de ella y podrá seguir con su vida normal.