Cuatro Estaciones Para Nuestro Amor

Conociendo los atrevimientos de los hombres, Sara decidió tomar un taxi para no exhibirse ante ellos, así que rápidamente llegó al lugar de la entrevista, su mano aún llevaba el vendaje por la herida, aunque las heridas de las piernas fueron cubiertas perfectamente por las medias.

Tomo aire antes de entrar, estaba nerviosa, no podía evitarlo, después de todo era su futuro el que está en juego, dejo salir el aire lentamente de sus pulmones y se dirigió a la recepción.

_ Buenas tardes señorita, tengo una entrevista de trabajo en la oficina de recursos humanos a las seis de la tarde.

_ Sara Smith? Pregunto la recepcionista.

_ Así es, respondió Sara

_ Deme un momento, parece que a los aspirantes los están recibiendo en la sala de juntas, la llevaré ahí, dígame por favor.

Aunque un poco extrañada, Sara siguió las indicaciones de la recepcionista, quien pronto la llevo hasta un hermoso salón, este estaba lleno de sillas que rodeaban una lujosa mesa y en el centro un ramo de alcatraces, Sara no pudo evitar sonreír al verlas ya que siempre han sido sus flores favoritas, esto le pareció una gran coincidencia y hasta un buen presagio.

En la cabecera de la mesa se encontraba Carlos, admirando la belleza y sutileza de esa chica que lo fascinó tanto, tanto así que llegó al punto de crear un nuevo departamento y solicitar estudiantes para cubrirlo en menos de una semana, todo con tal de que ella estuviera cerca.

Estaba Damián y tres personas más para hacerle la entrevista, en cuanto sus ojos se encontraron con los de Carlos, sus cuerpos sintieron un golpe de electricidad, ambos quedaron maravillados al volver a verse, aunque ella un poco sorprendida de que él estuviera presente en la entrevista.

_ Tomé asiento señorita Smith, dijo Carlos abriendo la silla que se encontraba junto a él.

_ Comencemos con esta entrevista, está de acuerdo señorita Smith? Pregunto el jefe de recursos humanos

_ Claro, respondió ella un poco sonrojada al sentir la mirada de Carlos, quien no podía evitar posar sus ojos en ella, en ese momento se alegró de no haber usado rubor, de haberlo hecho, seguramente su cara parecería un tomate rojo! sentía como su cara se ruborizaba con el calor de la mirada de Carlos y esto lejos de hacerla sentir incómoda, la hacía sentir atractiva para él, en ese momento sintió mucha seguridad y respondió todas las preguntas que le hicieron con esa misma seguridad, lo que cautivo a sus entrevistadores, aunque no más que al propio Carlos que estaba embelesado escuchando cada respuesta que emitía con su dulce y melodiosa voz.

Excelente señorita Smith, sus ideas son muy claras y su currículum inmejorable, vemos que cubre usted muy bien el perfil que estamos buscando, es solo cuestión de días para dar a conocer a los afortunados que trabajarán en nuestra empresa, no se desespere, el día sábado tendremos los resultados.

_ Gracias a ustedes, estaré pendiente de los resultados. Dijo Sara mientras tomaba su bolso.

En ese momento Carlos solicito que salieran todos de la sala, excepto Sara, a quien tomó suavemente de la mano mientras la veía a los ojos.

Por supuesto que todos obedecieron la orden y en cuestión de segundos solo quedaron ellos dos sentados a la mesa.

_ Que gusto volver a verte Sara. Dijo Carlos con voz dulce y mirándola a los ojos

_ Sabe usted mi nombre? Bueno acaba de entrevistarme, es lógico que lo sepa. Respondió ella al saludo.

_ Ambos se quedaron callados mirándose fijamente a los ojos.