Un soldado retirado de las fuerzas especiales es reencarnado en otro mundo de magia, espadas, demonios y cosas de fantasia, la diferencia, es que jamas ha leido nada sobre esto en su vida, por lo que tendra que adaptarse si es que quiere sobrevivir.
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PRÓLOGO: El Camino De Un Guerrero
La soledad no es tan mala, cuando esta te consuela en sus brazos...
Veo un vacío infinito, me siento tranquilo, un descanso muy bien merecido creo yo, no hace frío ni calor, no se siente el cansancio ni estrés, aunque de todas maneras una de las ventajas de estar solo es la falta de preocupación, ya que si eres de los que han vivido lo suficiente, lo mas seguro seas de los que menos miedo le tiene a la muerte, y sin nada ni nadie que perder, sin alguien que pueda extrañarte, eso solo hace la muerte algo que simplemente sucederá.
De momento, me pongo a pensar en mi vida, me parece que no fue tan buena, pero al menos cumplí mi meta y mi sueño principal, ser soldado, ah, pensar que todo empezó desde que tuve uso de conciencia, ni siquiera se porque, este solo era mi sueño, lo cumplí, si lo hice, pero al final, a veces me pregunto si de verdad valió la pena, deje toda posibilidad de sentir el amor, o de sentir la compañía
-Ah, de verdad es nostálgico-
CIUDAD DE MÉXICO
Recuerdo bien mi vida, aun me pasa por la mente, nací y crecí en un barrio bajo, lleno de delincuencia, junto a mi madre, hasta este punto apenas la recuerdo, según se, mi padre murió a manos de un asaltante mientras laboraba como policía, pero jamas lo conocí, el único recuerdo de el fue su placa, ademas de una frase que según mi madre, me decía, "Aspira mas alto", crecí en la pobreza, pero jamas carecí de lo básico gracias a ella.
Ella siempre fue devota a Dios, y siempre me hablaba sobre el y que era bondadoso, que si era bueno, y me corregía en mis errores, iría al cielo, y si no, el infierno me esperaría, por supuesto como era un niño, esas ideas me convencían, aunque al final de cuentas, me percate de la cruda realidad.
Recuerdo aquel día, salio al mercado, yo tenia 14, todo un adolescente a mediados de secundaria, vaya, ese día era nublado, pero el sol iluminaba bien, hacia algo de frío, recuerdo sus ultimas palabras, aunque hoy día son algo confusas, han pasado mas de 60 años desde aquel día, ah, ya recuerdo
-Por favor, apágale a la estufa, no se te vayan a quemar los frijoles, porque te quemo el hocico a madrazos-
Ah, mi madre, siempre con ese carácter fuerte, ese semblante amable y esa fuerza, sus abrazos y sus caricias, ¿Como es que estaba olvidandolo?, nunca mas regreso, no se que paso, no tengo idea que fue lo que ocurrió sinceramente, la espere, hasta la noche, la espere a la mañana del día siguiente, incluso fui a la escuela, ¿Porque?, algo que se me enseño desde pequeño, fue a mantener la calma, ademas, era un simple adolescente que no sabia nada de la vida.
Pasaron 3 días, fui a la estación de policía, a reportarlo, tomaron mi declaración, escribieron en papeles, y el caso se perdió, mas de dos meses pasaron, y mas preguntas que respuestas, simplemente un adolescente jodido es algo que a las autoridades les importa lo que les podría importar el cambio climático a las grandes empresas.
Sin una familia, sin amigos, familiares, sin apoyo, sin nada, no pude pagar el alquiler, no pude conservar muchas de mis cosas, así que decidí priorizar mis estudios sobre casi todo excepto la comida y agua, mi pensamiento era simple, estudios es igual a oportunidades de trabajo, y mejor calidad de vida, quería hallar a mi madre, pero seria algo casi imposible a este punto, después de 48 horas, es mejor prepararse para aceptar la cruda realidad.
Así perdí casi todo, empece a vivir en las peligrosas calles de los barrios bajos del Estado de México, afortunadamente casi nadie hace caso a un vagabundo, ya es algo normal en este país, gente de varias edades mendigando, parte de la cruda realidad, en la escuela, podía mantener apenas una apariencia estable y saludable, como podía me bañaba y lavaba mi uniforme.
Un día recuerdo cuando salimos a descanso de clases, mientras andaba por uno de los pasillos, sin nada que comer, ni dinero para comprar, lo vi, en un bote de basura, una torta envuelta todavía en papel, si, alguien tiro el almuerzo que le enviaron de casa, lo recogí, estaba relativamente "limpio", al comerlo, ya sea por el hambre o la escasez, me supo delicioso, estaba hecho con pan que tenia especias y un toque de ajo, ademas de eso, el jamón frito era delicioso, el aguacate y jitomate, así como la mayonesa y frijoles le daban un toque especial.
Me pregunto, ¿Quien seria tan bastardo e imbécil?, por tirar algo así, tan delicioso, que hacia recordar la palabra hogar, mientras una lagrima salia por mi mejilla, estupidos imbeciles deberían aprovechar mas lo que tienen, desde ese entonces, hurgando en la basura, encontraba comida, mientras aprovechaba lo que los demás tiraban sin miramientos.
...La cruda realidad...
Logre como pude completar la escuela secundaria, afortunadamente en aquellos tiempos eso era suficiente para ser militar, mi meta era esa, "aspira mas alto", lo hice, pero había un grave problema, estaba desnutrido, estaba enfermo, el descuido mermo mis capacidades físicas, no sabia que hacer, nadie quería contratar a un vagabundo.
Tome una mala decisión, una muy mala, pero que dio resultados, robar, empece con pequeños robos a tiendas comerciales, sacando algunas verduras y atunes, comida enlatada, me descubrieron dos veces, una logre correr, la segunda me tuvieron piedad, despues empece con algo mas grande y peor, robar a las personas y pequeños locales.
Me pudría poco a poco, sin darme cuenta, se hizo mas fácil, me estaba dejando llevar, un adolescente sin guia, sin nadie que lo corrija, sabe que esta mal y que esta bien, pero solo se deja llevar por el placer, solo se deja llevar por lo fácil, conseguí un pequeño departamento en pésimo estado y con humedad, salia en las noches y las madrugadas, acechando, me volví una escoria de la sociedad.
Hasta que una vez me detuvieron, sorprendentemente no fue la policía, fue un soldado el que me persiguió, obviamente su condición física era mucho mas superior, me alcanzo en menos de tres minutos hasta que me cansé, al atraparme, me subieron al camión de transporte, pensé en un principio que me llevarian a la estacion de policia a procesarme, en ese momento sentí que todo se había acabado, simplemente acepte mi destino, todo fue por mis errores y era hora de pagar.
Grande fue mi sorpresa, cuando me di cuenta que me llevaban a otro lado, fue cuando sentí un pavor incontrolable, aunque aceptaba la cruel realidad de mis errores, el miedo me decía que tal vez no volvería a ver la luz del sol, llegando a un pequeño campo afuera de la ciudad, me bajaron del camión, el teniente a cargo se me acerco, y una patada me saco de mis pensamientos, el casquillo de la bota fue un golpe estremecedor, sentí mi cerebro moverse.
Muy pocas palabras hacen falta para describir aquello, la paliza mas grande que me hayan dado, mientras aquello me pareció que duro horas, aunque fueron unos minutos, solo podía quejarme, mientras aquella bota me estremecía los órganos, la sangre broto de mi boca, nariz, incluso algunos cortes, a pesar de todo, no dije nada, sabia que me lo merecía, pensé en lo que había hecho, no me queje, no suplique piedad, solo acepte mi castigo por mis errores.
-Estas callado escoria, alguien mas ya estaría llorando como perra-
-Se que no puedo quejarme, es el resultado de mis decisiones-
Un ligero atisbo de interés resulto en la mirada de aquel sargento.
-Oh, dime, ¿Por que robabas?-
-En un principio fue necesidad, después, simplemente me gustaron las cosas fáciles, por eso acepto el castigo, sabia que algun dia esto podía pasar-
-Dime, ¿Tus padres saben esto?-
-Mi padre murió trabajando como policía a manos de un asaltante, mi mama, ella desapareció, jamás fue encontrada-
-Ya veo, que irónica es la vida, tu padre, murió por una rata, y tu, te convertiste en una, no tienes perdon, eres una basura, alguien como tu solo merece morir-
-Yo...-
-Eres una maldita desgracia, tu padre debe estarse revolcando en su tumba de tristeza, por que su hijo esta siguiendo los mismos pasos que su asesino, en serio que bueno que esta muerto para no ver la maldita escoria en la que te convertiste-
No pude evitarlo, mientras las lagrimas salian sin parar, aquel soldado tenia razón, yo no era mas que una escoria de la sociedad, perdí de vista mis objetivos, me perdí por el sendero del mal, mientras hacia lo que siempre odie, mientras me convertía en aquello que mi padre combatía.
-Yo quiero...quiero...quiero seguir, quiero enmendar mis errores, yo, quiero cambiar...-
-Eso es, pensaba asesinarte, dejarte como uno mas de las estadísticas, pero espero no equivocarme al darte una oportunidad-
-¿Entonces que haremos?-
-Es obvio niño idiota, te volveremos soldado...-
AÑOS DESPUÉS
Fueron demasiados años los que pase en el ejercito, mi curso básico fue muy difícil, al graduarme el sargento Laborde, que para ese tiempo ya era teniente, aquel que me saco del abismo en el que me metia, me felicitó, me dijo que aspirara mas alto, y asi lo hice, aspire mas alto, siguiendo adelante, mientras me planteaba mis metas, servir a mi nación, y encontrar a mi madre.
Empece como recluta, después de varias operaciones en el norte del país, ascendí a Cabo, mientras tanto me ofrecí para diferentes cursos, entrenandome en supervivencia, después entrene para ser lo mejor de lo mejor, esforzandome al maximo en todo lo que hacia, defensa personal, después fue paracaidismo al unirme a la brigada de fusileros paracaidistas, y una de las mejores ramas militares del ejercito.
Al superar el duro entrenamiento, fui ascendiendo, entrenandome hasta romperme los músculos, adquiriendo lo máximo de conocimientos posibles, tanto técnicos como prácticos, siendo de los mejores, hasta lograr iniciar con mi curso de fuerzas especiales basico, lo mas duro que viví en ese tiempo, fue demasiado dificil, mas de tres veces pensé en abandonar, pero siempre recordaba mis metas, siempre recordaba de lo que estaba hecho.
Luego de lograrlo, segui, despues de eso todo se volvio mas facil, pero, aun asi, todavia podia seguir mas arriba, todavia no quería irme sin haber llegado a la cúspide, después de todo ese entrenamiento, solo fue lo basico, aun quedaba mas por hacer, así que entre al curso de fuerzas especiales del alto mando, la élite de la elite.
Asi despues de seguir, por poco fallo el entrenamiento, estando a punto de no pasar el examen físico, mi cuerpo se sobre esforzó demasiado, pero aun asi, mi perseverancia gano mas, por lo que a pesar de todo, a pesar de las adversidades, los climas, logre ser el mejor de mi curso, aunque no es que hubiese muchos que hayan logrado pasar aquel infierno.
Después de lograr pasar el curso, vino el bautismo, una cubeta de agua fría, con aquella desde frase célebre.
-YO TE BAUTIZO COMO-
En ese momento supe que tenía que tener un identificativo, ¿Sombra?, No, muy cliché, ¿Fantasma?, Tampoco, quería algo diferente, yo,quería un nombre que fuera recordado como leyenda.
-YO SOY AZRAEL-
Si, elegí ese nombre al final, yo quería ser aquel que fuera leyenda, Azrael, el angel de la muerte, un buen nombre, me gustaba, así que lo elegí, y ese fue mi identificativo por el resto del tiempo que serví en el ejército.
Al asignarme de unidad, me interceptaron dos hombres, me llevaron a una sala, sin saberlo, fui elegido para el cuerpo especial de operaciones clandestinas, un cuerpo que solo es conocido por los mas altos mandos del pais, un cuerpo que es la elite de la élite de la elite, y el curso consta de entrenar con unidades especiales como el S.A.S británico, después de eso con el Navy Seal estadounidense, y no acaba ahí, vienen los cursos con mas fuerzas especiales del mundo, Kaibiles de Guatemala, incluso el BOPE brasileño, entre otras más.
Claro, las operaciones que se llevan a acabo son operaciones de alto impacto, y clandestinas, eliminando a quien se debe eliminar, y haciendo lo que se tiene que hacer, éramos fantasmas, hombres sin rostro, sin familia, no existimos nunca, podíamos usar tatuajes o cabello largo si así lo deseábamos, no teníamos registros, nadie sabia de nosotros.
Y después...
Pasaron los años, me fui haciendo viejo, me jubile a los 65 años, mientras me retire, quede solo en casa, nadie estaba ahí para mi, solo y sin nadie, use mi dinero para viajar, por diferentes países, no tuve tiempo para disfrutar ni siquiera mi adolescencia, pero pronto la edad cobro factura, cuando mis piernas no podían mas, me quede en baston.
Aún así, yo quería seguir haciendo más, aspirar más alto, aprendí cosas como Herreria, Albañilería, e incluso electricidad, seguía mejorando con mi puntería a pesar de mi edad, experimentando la cacería en diferentes entornos.
Mi conocimiento de armas era muy amplio, incluso llegué a empezar a fabricar mis propias municiones, mientras aprendía algo de química para saber a fondo todo, yo, quería ser más, aspirar a mas.
Así llegué a la edad de 71 años, mi bastón lo convertí en un arma de un disparo, ¿Porque?, No tenía nada que hacer, hice de mi casa una fortaleza, e incluso compré un rifle de asalto FX-05, si, era mi arma de cargo, me había acompañado por décadas en la batalla, no la dejaría abandonada.
Un dia, solo salí a la tienda de la esquina, cuando llegue iba a comprar, pero un asaltante entro a robar, no me quedaria de brazos cruzados, el me apunto, yo lo sometería, de pronto un disparo sonó, era el disparo de mi Colt .45 el cual le perforó la cabeza a aquella rata, inmediatamente salí de la tienda, pero un estúpido camión de pasajeros me arrollo.
Por supuesto sobreviví, con lesiones graves, me quedé en una estúpida silla de ruedas, pero no me iba a detener, le adapte un motor eléctrico de alta potencia que yo desarrollé, logré llegar a la velocidad de 40 kilómetros por hora, hasta que me estrelle contra un carro.
Y así, volví a sobrevivir, esta vez fue un milagro, ya que me rompí dos costillas, el cuerpo humano es muy frágil, mi doctor me dijo que no podía seguir haciendo varias actividades, pero aún así, quería seguir haciendo más.
Ahora opte por ir a un maldito bar lleno de strippers y prostitutas, quería sentir el calor de una mujer, tenía mucho dinero, demasiado, así que al llegar pedí un lugar vip, me atendieron como rey, y mientras tomaba una de las mejores botellas de tequila de aquel establecimiento rodeado de mujeres hermosas que me atendían a mi placer cualquier capricho, sufrí un infarto.
Y así, llegando al hospital, en aquella cama mientras los doctores corrían de un lado a otro de la sala, volví a sobrevivir, después de varios días me dieron el alta, nadie me vino a visitar, por supuesto, estaba solo, y llegué a casa, entre y fui a mi cuarto.
-Ya veo, ahora entiendo porque no podía mantenerme aquí-
La soledad me carcomía e inconscientemente mi cuerpo y mente querían escapar, es por eso que no podía estar un día sin estar haciendo o aprendiendo algo, bueno, al menos no me volví loco, que vida tan curiosa lleve, llena de altas y bajas.
De pronto una idea me vino a la mente, no sé porque, simplemente apoyándome en mi andadera, llegué a mi baúl, lo abrí, y ahí estaba, mi uniforme, tenía dos en total, mi uniforme color negro, para operaciones clandestinas y nocturnas.
Y mi uniforme de campo, con camuflaje pixelado de diferentes tonos, así que le vesti con mi uniforme pixelado, chaleco, botas, pantalón, equipo externo, chaleco táctico, casco, mochila, tome mi colt.45 y mi fusil FX-05 que compre en el mercado negro, tenia una enorme variedad de accesorios para mi arma guardados en la mochila para evitar su desgaste.
Y así, me senté en mi sillón, con mi uniforme color negro en mis muslos, recordando todo, con nostalgia, la soledad me golpeó de nuevo, pero ahora, ya había aceptado ese hecho, estoy solo, no hay nadie más aquí, mi única compañera fue mi arma de cargo, mientras recordaba más y más viendo mis medallas colgadas en la pared, cerré los ojos, sintiendo paz, mientras los cerré, mi conciencia se desvaneció...
Y así llegué aquí, a este vacío, infinito, no siento nada, no veo nada, es tranquilo, es, relajante, ¿Está es la muerte?, Se siente bien, si que tuve una vida agitada, al final, cumplí mis dos metas de vida, encontrar a mi madre, y aspirar más alto, llegar más allá.
Pero bueno, ¿Ahora iré al infierno o al cielo?, Oh no, espera, soy ateo, y no he visto ninguna luz, supongo que la muerte es este vacío infinito, pero aún estoy pensando, aún tengo conciencia, entonces, ¿El alma existe?, Sinceramente no creo en dios, o el diablo.
De hecho esa religión fue implantada por los españoles durante la invasión, por lo que en si no creo que eso sea real, pero espera un momento, segun recuerdo de la religión prehispánica, ¿Iré al Mictlán?, No sé mucho de historia, pero creo que así se llsmaba donde iban los muertos en ls cultura Azteca.
¿O era la cultura Maya?, No sé, no recuerdo eso, pero si, supongo que iré al Mictlán, bueno, supongo, porque al parecer no me muevo de aquí, no es tan malo, pero siento que si me quedo aquí mucho tiempo me volveré loco por alguna razón.
Ah, espera, siento algo, es, es, un olor, si, huele a tierra, tierra húmeda, y a pasto, si, es olor del pasto, y, estoy empezando asentir algo, si, ahora se que estoy acostado, y que estoy sobre pasto.
Bueno, al parecer el Mictlán es una pradera...
Por los conocimientos de esa época y en parte ¿Su edad? supongo que es normal que tenga esa duda...
Pero casi me da algo jajaja