CONTIGO O SIN TI.

Siento su fuerte mano enredarse en la mía.

_ ¿Vamos?

_ Sí.. sí vamos. Lo sigo sin más.

Llegamos a un bonito lugar apartado y veo como toma asiento de forma elegante, yo me dispongo a sentarme más alejada, pero siento su fuerte agarre nuevamente que me obliga a caer junto a él, lo miro algo furiosa.

_ No me recuerdas verdad.

_ ¿Acaso ya nos conocemos?

_ Bueno no te culpo esa noche estabas algo pasada de copas quizás esto te refresque la memoria. "Yo no te dejo de mirar, te daría un beso, pero estoy cantando".

Mi cara de confusión le deja muy en claro que no entiendo nada de lo que está hablando.

_ Ja ja ¿De verdad no recuerdas ni siquiera la canción que te dediqué solo a ti?

_ Discúlpame, pero no.

_ Hace como dos meses fuiste a Las Vegas.

_ Sí.

_ Bueno fuiste a un bar.

Me quedo analizando cada palabra y de repente siento que mi cerebro por fin hace clic.

_ Ah eres ese cantante..

_ Sí por fin me recuerdas linda.

_ Lo siento esta noche no estaba en mí.

_ Lo sé me dijiste que no me enamorara de ti como 10 veces.

_ Yo..yo. De verdad qué vergüenza.

_ Todo está bien hermosa.

_ No hagas eso.

_ Dijiste lo mismo esa noche, pero eres hermosa Daphne.

Desvío mi mirada apenada.

_ Veo que también te dije mi nombre. Qué estás haciendo aquí.

_ Ya sabes de viaje. Qué suerte la mía volver a encontrarnos.

_ Ajá si me disculpas. Quiero salir corriendo del lugar.

No me creo que un hombre tan guapo me vea bonita a mí, de seguro debe tener a muchas mujeres hermosas detrás de él y yo ya no quiero sufrir.

Además no sé error cometí con él y quizás esto solo sea una venganza por ignorarlo aquella tarde en el lobby del hotel.

Tal vez parezco una presa fácil, pero esta presa sí sabe correr. Maldición dónde se metió Thalía. Ya me quiero ir.

Llego a la salida del lugar cuando siento su mano tocar mi hombro.

_ Espera Daphne ¿Qué sucede dije algo malo?

_ No es eso, es solo que quiero irme a casa.

_ ¿Por qué?

_ Mira yo no creo nada de lo que dices. Que soy hermosa. ja ja mírame cualquier chica de aquí es mil veces mejor que yo y tú quieres que crea algo tan absurdo. No sé si esto es una estúpida apuesta de conquistar a la más fea y monja del lugar, pero yo no estoy para juegos adios.

Ese hombre no quiere rendirse y yo solo quiero correr lo más rápido que pueda.

_ Oye nena. De qué estás hablando ¿Que no eres bellísima? Te presto mis ojos para que veas lo hermosa que eres.

¿Que cualquiera de aquí es mejor que tú? Nadie absolutamente nadie es mejor que tú porque eres única, tienes tu propio encanto y aun teniendo esos ojos tan tristes solo me dejan ver que detrás de ellos hay una mujer que vale toda la maldita pena del mundo.

Una de esas pocas que ya no existen. Daphne no sé quién te lastimo tanto como para que no puedas ver que eres grandiosa.

Te juro que desde esa noche mis ojos solo podían verte a ti nadie más existía en ese momento, con el lugar lleno de gente yo solo podía verte a ti Daphne. Solo eras tú.

Lamento lo que tuviste que pasar porque esto es el resultado de un imbécil descerebrado, pero te aseguro que no todos somos tan ciegos como para no ver a tremenda mujer.

Sus palabras me hacen temblar, no solo el cuerpo sino que también el alma. Me aferro a él con todas mis fuerzas y comienzo a llorar.

Eduardo nunca me dijo algo así, nunca nadie lo dijo con tanto sentimiento y amor.

_ Gracias.

_ No tienes nada que agradecer bonita y perdón por mi rudeza aún así no encontré otra forma de que te quedaras conmigo.

_ Yo ni siquiera te conozco tú a mí tampoco.

_ Eso lo podemos arreglar. soy Líam y para mí sería todo un honor que me permitiera ser tu amigo y tal vez cortejarte en el futuro no muy lejano.

_ Ja ja No te rendirás verdad.

_ Si es por ti no pienso hacerlo.

Ese hombre frente a mí se ve tan confiado que me desconcierta. ¿Puede ser verdad que esté interesado en mí?

Despierta Daphne. Ahora eres una mujer divorciada y madre, una mujer engañada y muy lastimada no puedes creer y mucho menos caer ante unas simples palabras bonitas de un hombre que acabas de conocer.