Muchas veces creemos que el amor es condicionado, que debería ser, te amo si me complaces, te amo si me das, te amo si me haces feliz, pero Paul y Michelle nos enseñaran que el amor es una decisión que va por encima de todo y TODOS...
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Primer Intento...
Paul...
Esta maldita mujer me está impacientando. No la puedo mandar a eliminar tan rápido, porque yo acabo de llegar y al tener ella problemas con mi mujer, me daría demasiada notoriedad y eso no es lo que quiero. Estoy que hablo con el jefe de la camorra acá para que la acaben, pero aún no tengo motivos suficientes. Pero juro que si sigue así, no demoraré mucho en ajustar algunos favores que me deben algunos mafiosos acá.
Ver lo hiriente que es el mensaje que le está enviando a MI mujer es tan grave como si me estuviesen insultando a mi madre, a mi abuela o a mi hermana. Y el solo hecho de leerlo, me hace enfurecer. Quisiera matarla con mis propias manos. Pero entonces pienso no solo en lo furioso que me siento, sino en lo triste y afectada que se debe sentir mi hermosa mujer. Me imagino sus ojitos tristes y al borde de las lágrimas, imagino como debe sentir su corazón en este momento... Hundido, lastimado, varios insultos más en solo 1 mensaje más.
Mi corazón se arruga y se siente chiquito por ella. Por esa misma razón, le escribí el mensaje que le escribí. Quiero animarla, quiero que sepa que las babosadas que dijo el ser humano ese, son absolutamente FALSAS. ¿Yo en su cama? ¿Rendido a sus pies? ¡Hazme tu el favor! ¿Que ella tiene belleza y que es delgada? ¿Y? Eso no lo es todo... Y ¿que el dinero le corresponde a ellas? ¡Ja! No me hagas reír... ¡Si ni siquiera son Di'Giacomo legítimas! Pero me contengo para no hacer algo estúpido.
Entonces veo que mi hermosa mujer está escribiendo un mensaje. Y cuando lo veo, mi pecho se hincha del orgullo que siento de saber que ¡Mi mujer tiene los mejores y más bonitos sentimientos del puto mundo! Sonrío y mi felicidad no puede ser expresada en palabras. Me humillo ante los pies de Isabella Volkov. ¡Como no amarte, carajo! Papá y el abuelo Bastian siempre dicen que ellos tienen las mejores mujeres del mundo, pero soy yo el más afortunado de TODOS.
Isabella dio una respuesta digna como para estar entre las humilladas de la historia. Eso también lo celebro y se lo hago saber. Le expreso todo mi amor y la devoción que siento hacia ella, porque la verdad es que ella pudo haber escogido a cualquier otro hombre con más dinero, con más estatus, con más físico, con cualquier otra cosa que fuese mejor que yo... Pero el afortunado soy YO y eso lo debe saber. Yo he decidido volverme indispensable para ella y que ella sea indispensable para mí. Yo ser su vida y que ella sea la mía.
Sonreí porque no respondió más y por la cámara sé que su celular está en el escritorio. Voy a dejarla trabajar tranquila y mientras tanto, yo estoy viendo mansiones y Penthouse que están en los mejores suburbios de la ciudad. Estoy en el más exclusivo del lugar y el Penthouse que me están enseñando es enorme, tiene acabados súper modernos, todo es de alta tecnología, pero no sé si mi mujer vaya a querer un departamento o la casa. En realidad no hemos hablado de ello, por lo que le digo al asesor de ventas que por favor me de espera de un par de horas.
Agendamos para las 6 de la tarde, son 4 horas en las que ya mi mujer debe de haber salido del trabajo y podemos venir a escoger juntos que es lo que ella desea y como lo desea. Por el momento solo voy de camino a la oficina de mi mujer. Ya es hora de la comida y probablemente ella no haya comido nada o se esté comiendo cualquier cosa. Estoy con el celular porque también estoy trabajando en mis cosas. Las inversiones están aumentando sus porcentajes y las empresas de papá están bien también.
Entonces una alarma suena. No me lo esperé por lo que sonreí tranquilamente. Alguien está intentando hackear mi celular. Está intentando una y otra cosa, pero yo soy el creador de los trucos que está intentando, por lo que nada puede traspasar mi seguridad... Entonces fue cuando yo lo hackee a él. Buen intento amiguito. Pero con el fantasma no vas a poder. Veo como su rostro cambia e intenta hacer todo por salvar su información, pero ya es tarde. No le voy a robar su dinero porque ladrón no soy, pero hay detalles interesantes... A veces hace trabajos sencillos como hackeos de cuentas de redes sociales, pero a veces les roba dinero de pensiones a personas mayores, por lo que de inmediato devuelvo el dinero a sus legítimos dueños. Perdió varios miles de euros.
Entonces le volví a enviar un mensaje... Que sea la última vez que sé que le estás robando su pensión a los ancianos. Para la próxima te dejo la maldita cuenta en 0 y sabes que puedo hacerlo. Sin hacer nada que pueda alarmar, ¿Quién te está pagando por esto? Entonces poco a poco comenzó a rotar la imagen de su computador dándome la imagen de Regina. ¿Te estás acostando con ella? Mueve su cabeza de manera que se ve normal. Deja de pensar con la cabeza de abajo y usa la de arriba. No puedes andar por la vida haciendo lo que una mujer como esa te diga. Solo te daré esta advertencia. Si intentas volver a hackearme a mi o intentas hacerlo con Isabella Spinelli desde ese servidor o cualquier otro, sabré que eres tú y te juro que te voy a dejar en la calle y eso no será lo peor que te pasará. Y avísale a los demás, porque con el siguiente no seré tan condescendiente.
Cerré la comunicación y de inmediato le mandé un mensaje a Regina. Deja de hacer cosas que te puedan traer consecuencias irreversibles. La mujer no se si es que es demasiado estúpida o demasiado "valiente" pero me contestó... Deja a Isabella o te juro que te voy a mandar a meter preso y ella será quien lleve la peor parte, ya estoy en averiguar que clase de delincuente eres y apenas lo sepa, si no la has dejado por mi, te juro que te vas a la maldita prisión de por vida. Sonreí y ni respondí ni dije absolutamente nada más.
Llegué a la empresa y de inmediato subí con mi mujer. Al entrar a la oficina de ella, la encontré comiéndose solo una barra de proteínas. Señora Volkov... ¿Usted que es eso que está comiendo? Me miró y la escondió como una niñita que intenta esconder su travesura. ¡Amor, llegaste! Dijo mientras caminaba hacia mi y tiraba en la basura la barra de proteínas que se estaba comiendo. La besé y la abracé. ¿No has comido nada o me equivoco? Amor... Ya son las 3 de la tarde y desde la mañana no has comido nada ¿no es así? Solo metió su cabeza en mi pecho y no dijo nada más. Cerré su computador, guardé todo encriptado como la enseñé a hacerlo desde New York, y me la llevé de allí. Le dijo a su secretaria que sería todo por hoy, que cualquier cosa se lo enviaran por correo electrónico y nos fuimos. Comimos en el centro y luego de allí me la llevé a hacer tiempo mientras esperábamos que se hiciera la hora para poder ir juntos a ver la o lo que será nuestro nuevo hogar.
Historia de temas muy toco tocados. Y la describes de manera excelente.