Doctora O

En los Estados Unidos de América, en el estado de Texas, para ser más exacta, se están preparando para recibir la llegada de una destacada joven doctora de talla internacional. Ella es Audrey Walls, es la invitada de honor para un seminario internacional que trata sobre la medicina en campo abierto, sea en el ámbito rural, conflicto armado y/o desastres naturales. Los médicos necesitan capacitación y quién mejor que la doctora Audrey Walls para hacerlo.

Entre los asistentes se encuentra Kim Hyun Joong, un joven doctor de nacionalidad surcoreana este es su primer seminario internacional. Aunque trabaja en un hospital, se siente atraído a esta capacitación además de matar la curiosidad que tanto mencionan, también tiene el deseo conocer a la tan mentada doctora Audrey Walls.

Ella está siendo escoltada hasta la plataforma, no es de estatura alta, pero es de gran simpatía, hace una sonrisa antes de empezar.

- Buenos días con todos los presentes. Mi nombre es Audrey Walls, es un gusto conocerlos en este seminario internacional. Yo soy médico militar voluntario, voy en zonas de conflicto y presto servicio en ayuda humanitaria. Hasta hace poco estuve en calidad de médico voluntario en una zona de conflicto.

Los asistentes quedaban impactados con sus palabras de inicio sobre todo Kim Hyung Joong, para él, ver una mujer joven y con toda esa capacidad, experiencia y sencillez siente más curiosidad por conocerla.

Audrey Walls tiene una manera muy profesional de decir las cosas, pero nunca descuida la sencillez, siempre busca la manera de hacerse entender a la primera que ya no le gusta repetir las cosas y menos a que le hagan preguntas.

Este seminario internacional dura 4 días. Cada día es un equipo médico diferente pero hoy, como primer día, la apertura la realiza la doctora Audrey Walls.

Cuando la doctora Audrey terminó con la exposición, atendió algunas inquietudes de los asistentes, Hyung Joong la escucha con total atención, observa los movimientos de las manos y hace anotaciones y sólo hizo una intervención.

Seis horas duró la charla, todos estaban maravillados por la sencillez y claridad al dar detalles de ciertas explicaciones.

Los asistentes se van del auditorio, la ponente arregla sus papeles, retira su USB del sistema, se quita el micrófono y Hyung Joong aprovecha la oportunidad de acercarse.

- ¿Hola? – habla con timidez.

- Hola – Audrey le sonríe – gusto en conocerte ¿Cuál es tu nombre?

- Me llamo Kim Hyung Joong, soy médico surcoreano.

- Doctor Kim Hyun Joong, ha venido usted de muy lejos.

- Estoy aquí en Estados Unidos, soy residente aquí, en Texas y encontré trabajo en emergencias.

- Las salas de emergencia, hay que ser valientes para estar allí ¿Verdad que es agotador?

- Eso es verdad.

- Cuéntame ¿Qué le pareció la exposición?

- Muy interesante, su experiencia enriquece mucho a los inexpertos como yo.

- Son situaciones que te obligan a desarrollar habilidades que en los manuales no te dicen como proceder. Eso se ve en todos los centros de salud, siempre se encuentran casos raros, inexplicables. Hay que ser muy juicioso.

- Son un rompecabezas. Tuve casos difíciles de resolver, y es verdad lo que dijo, hay que ser ingenioso, hay que ser un verdadero profesional, te pone a prueba con los conocimientos.

- Lo que más frustra es cuando no hay nadie quien te ayude para entender un poco más y atender los casos extraños.

- ¿La puedo invitar a comer? Escoja el restaurante que quiera.

- ¡Ay, qué pena con usted! Doctor, mire, yo casi siempre voy a los restaurantes donde se prepara la comida con el sabor de casa – se ruboriza – esa es mi preferencia y esos restaurantes son cómodos para mí. – se siente avergonzada, baja la cabeza.

- No sé preocupe, yo le invito. La puedo llevar a un buen restaurante.

- No hace falta que se moleste tanto.

- Se lo merece por todo lo que ha hecho.

- Tendré que aceptar su oferta.

Hyun Joong, le da su brazo, como si Audrey fuera una diva. La invita a comer a un restaurante no muy lujoso, él sabe bien que ella no está acostumbrada a frecuentar ese tipo de lugares.

La doctora Audrey está asombrada por el lujo del restaurante, para ella es un lugar muy caro por lo que piensa en buscar algo económico de comer para no abusar de la gentileza del colega.

El mesero del restaurante los guía a una mesa cerca de la ventana y les entrega el menú.

- ¡Cuantos platillos! …- sigue buscando el más barato - ¡Oh! Llevo tanto tiempo sin comer esto. – actúa para no revelar sus intenciones.

- ¿Qué platillo es?

- Es este de aquí. – le señala – Comía mucho de eso cuando era niña. Pollo al horno. – está tan feliz de probar pollo al horno.

- Haremos el pedido.

Kim Hyun Joong llama al mesero y hace su pedido.

- ¿Qué desean comer los señores?

- Mi invitada y yo queremos la exclusividad de la casa.

- Muy bien ¿Algo más?

- Para acompañar el plato quiero un Chardonnay Sauvignon.

- Esa es la combinación perfecta. En seguida lo atiendo.

Audrey está boquiabierta, no puede creer lo que oyó de su colega, le va a invitar el platillo más caro, así como también, acompañar la comida con un vino muy caro, pero excelente para la ocasión.

-Yo, yo, yo… - tartamudea la doctora – sólo quería el pollo al horno. – se sintió muy incómoda.

- Lo sé, pude ver en sus ojos la felicidad de comer ese plato, pero una persona como usted merece algo mejor que un simple pollo al horno.

- No cree que esté usted exagerando las cosas.

- Personas como usted deberían recibir mejor trato. Sacrificar tiempo y esfuerzo por brindar el mejor servicio a la humanidad dándoles una segunda oportunidad de vivir. Por lo menos acepte un almuerzo a su altura.

- Gracias. – se enrojece de la vergüenza e incomodidad.

Tras varios segundos de silencio Kim Hyung Joong rompe el hielo.

- Su sencillez y carisma me recuerda a alguien que tuve que dejar ir.

- ¿Sacrificó la compañía de alguien para venir a trabajar aquí?

- La verdad, no. Estoy aquí para olvidarla, ella se casó con otro hombre por ser más maduro en edad.

- Lo lamento. No creo que sea fácil superar una herida sentimental.

- Había venido aquí con mi padre, pero sólo por unas semanas para conocer el lugar.

- A las personas mayores les encanta viajar, pero no creo que le haya gustado el cambio tan brusco de clima y sobre todo de cultura ¿A qué se dedica su padre?

- Es médico de profesión. Yo seguí sus pasos.

- Siempre hay alguien que nos inspira a tomar decisiones en el futuro.

- ¿Usted tiene algún familiar médico?

- Bueno, mi madre murió al tenerme, mi padre murió prestando servicio como médico sin fronteras en una zona de desastres, se lo llevó una réplica, casi de la misma intensidad del terremoto. Eso me dijeron, fue en Somalia. Me crió un tutor, desde los seis años, y toda mi vida giró en torno al ejército.

- Se inspiró en su padre.

- No, - suspira al recordar su pasado - estudié medicina cuando vi morir a mi mejor amiga en la escuela secundaria, tenía una rara enfermedad y los médicos no pudieron salvarla.

- ¿Esa pérdida fue su inspiración?

- Sí.

- Pero sin darse cuenta sigue los pasos de su padre.

- Veo que sí, ni cuenta me di. – ella hace risitas para simular sus verdaderos sentimientos de tristeza.

- Me gustaría que usted visitase mi país. – Hyun Joong hace una propuesta.

- Suena genial, podría ser en mi temporada de vacaciones.

- Perfecto. Le va a gustar Corea del Sur, tiene lugares muy bonitos que visitar y así también probar nuevos sabores.

- Me parece muy bien. Organizaré mis vacaciones para visitar su país.

El mesero llega con el pedido, el plato es servido a Audrey primero, pero Hyun Joong se permitió tomar el plato y cortar el filete en su totalidad. Eso tomó por sorpresa al mesero y a Audrey. Después de preparar el plato de Audrey, Hyun Joong recibe su plato, el mesero sirve las copas con el vino y se retira.

- Que disfruten su comida.

- Gracias – responden en unísono los comensales.

- Doctor Kim Hyun Joong, no hacía falta ese gesto. – se siente incómoda.

- En mi país, esto es un gesto de cortesía y aprecio por la persona que estimamos. También es para las personas que son pareja, es como una muestra de cariño.

- ¡Oh, ya veo! Es parte de su cultura.

- No lo tome a mal. - se disculpa

- Gracias por su gesto de atención.

- Buen provecho.

- Gracias, a usted también, buen provecho.

Ambos empiezan a comer, Audrey no conoce las reglas de etiqueta, bueno sí, pero nunca las he usado y se las olvidó, en la guerra y ante un desastre natural no se come con etiqueta, por lo que imita a Hyun Joong disimuladamente. El almuerzo fue ameno, se han ido conociendo un poquito más. Después de comer, Hyun Joong pagó con tarjeta y dejó en efectivo la propina. Ambos abandonan el restaurante y salen a caminar un poco para que la comida se digiera en armonía.