Esta Vez

La Unión

Kalet y Asher se unieron en un abrazo apasionado, sus labios se encontraron en un beso profundo y emocionado. La tensión y la anticipación se disiparon, dejando paso a una sensación de libertad y felicidad.

Se sintieron uno, conectados en cuerpo y alma. La pasión y el amor que sentían el uno por el otro se manifestaron en ese momento, en ese abrazo que los unía.

Kalet se sintió seguro y protegido en los brazos de Asher, sabiendo que estaba exactamente donde debía estar. Asher se sintió completo, con Kalet a su lado.

El mundo exterior se desvaneció, dejando solo a los dos, perdidos en su propio universo de amor y pasión. La noche se convirtió en un momento eterno, un momento que nunca olvidarían.

"Te amo", susurró Asher, con la voz temblorosa de emoción.

"Yo también te amo", respondió Kalet, con una sonrisa en los labios.

El silencio que siguió fue solo roto por el sonido de sus corazones latiendo al unísono. Se sintieron uno, unidos en cuerpo y alma.

Y en ese momento, supieron que nada podría separarlos. Que su amor era fuerte enough para superar cualquier obstáculo.

Sueños y Realidades

Después de su momento de pasión, Kalet y Asher se quedaron en el auto, abrazados y disfrutando de la calidez del momento. Asher estuvo hablando sobre sus sueños de convertirse en un artista.

"Quiero exposiciones en galerías, quiero que la gente vea mi trabajo y se sienta inspirada", dijo Asher, con los ojos brillantes de emoción.

Kalet sonrió, admirando la pasión de Asher. "Lo lograrás", dijo. "Eres muy talentoso".

Asher se rió. "Gracias, Kalet. Tú siempre me apoyas".

Kalet se acercó a Asher y le dio un beso suave en la mejilla. "Siempre estaré aquí para ti", dijo.

Luego, Kalet se recostó en el asiento y sonrió. "Por cierto, envié la solicitud de empleo en la escuela de la ciudad", dijo.

Asher se sorprendió. "¿De verdad? ¡Felicidades!", dijo. "Estoy seguro de que lo conseguirás".

Kalet asintió. "Espero que sí. Estoy nervioso, pero emocionado de empezar esta nueva etapa".

Asher se rió. "Vamos a celebrar cuando te den la noticia", dijo. "Te llevaré a cenar a donde quieras".

Kalet sonrió, sintiendo que Asher siempre estaba allí para él.

La noche se deslizó suavemente, con Asher y Kalet hablando sobre sus sueños y planes para el futuro.

El Regreso a la Ciudad

Asher dejó a Kalet en la puerta de su casa, sonriendo mientras lo veía entrar. Se quedó un momento en el auto, observando cómo Kalet desaparecía en la oscuridad de la noche.

Luego, arrancó el auto y se puso en marcha, dirigiéndose de regreso a la ciudad. El viaje de dos horas parecía pasar volando, ya que su mente estaba llena de pensamientos sobre Kalet y el momento que habían compartido.

Asher sonreía para sí mismo, recordando la forma en que Kalet lo había abrazado y besado antes de despedirse. Se sentía feliz, sabiendo que Kalet estaba en su vida.

El camino se deslizó suavemente, con la música de fondo y el ruido del motor. Asher se sintió relajado, disfrutando del silencio de la noche.

De vez en cuando, se miraba en el espejo retrovisor, sonriendo al recordar la noche que había pasado con Kalet. Se sentía afortunado de haber encontrado a alguien como él.

El tiempo parecía volar, y antes de que se diera cuenta, ya estaba llegando a la ciudad. Asher se sintió un poco melancólico, sabiendo que estaría lejos de Kalet durante un tiempo.

Pero sabía que pronto estarían juntos de nuevo, y que su amor seguiría creciendo con cada día que pasara.

Asher llegó a su departamento, se bajó del auto y se estiró, sintiendo el cansancio del viaje. Pero su corazón seguía lleno de emoción y amor por Kalet.

La Cita Obligada

Asher se recostó en el sofá, intentando relajarse después del largo viaje. De pronto, su teléfono sonó, interrumpiendo el silencio. Miró la pantalla y vio que era su padre.

Dudó un momento antes de contestar, sabiendo que su padre no llamaba tan tarde sin una razón importante. Finalmente, respondió.

"Hola, papá. ¿Qué pasa? ¿Por qué me llamas tan tarde?", preguntó Asher, intentando sonar tranquilo.

Su padre, el señor Jenkins, respondió con firmeza. "Asher, hijo, solo quería decirte que el fin de semana tienes una cita con la hija de un socio. No puedes negarte".

Asher se sintió incómodo. "Pero papá, ya te dije que no quiero citas", protestó.

Su padre insistió. "Asher, esto es importante. Este socio es crucial para nuestros negocios y no podemos decepcionarlo. La cita es el sábado a las 8 pm en el restaurante italiano".

Asher sabía que no podía negarse. Su padre era un hombre influyente y no quería que se enterara de su relación con Kalet. Así que aceptó la cita, aunque no quería.

"Está bien, papá. Iré", dijo Asher, intentando sonar convencido.

Su padre se sintió satisfecho. "Excelente, hijo. No te olvides de vestirte bien y ser educado".

Asher se despidió de su padre y colgó el teléfono. Se sintió atrapado y no sabía cómo salir de esa situación.

Lo que Asher no sabía era que su padre ya estaba al tanto de su relación con Kalet y que esta cita era una forma de intentar separarlos.

La Rutina Diaria

Asher suspiró y se quedó pensando un momento, intentando procesar la conversación con su padre. La cita obligada le pesaba en la mente, pero sabía que no podía hacer nada al respecto... por ahora.

Finalmente, se levantó del sofá y se dirigió a su habitación. Se acostó en la cama, intentando relajarse y olvidar los problemas del día. Después de un rato, se quedó dormido.

Al día siguiente, Asher se despertó temprano, como de costumbre. Se levantó de la cama, se vistió y se preparó para ir a la escuela. La rutina diaria era un refugio para él, un lugar donde podía olvidarse de los problemas personales.

En el camino a la escuela, Asher pensó en Kalet y sonrió. Se sentía afortunado de tenerlo en su vida, y sabía que pronto podrían hablar sobre la cita obligada.

Llegó a la escuela y se dirigió a su salón de clase. La jornada escolar pasó sin incidentes, y Asher se mantuvo enfocado en sus estudios.

Durante el recreo, Asher se sentó en un banco y sacó su teléfono. Quería hablar con Kalet, pero decidió esperar hasta después de la escuela.

Después de la última clase, Asher se dirigió a su auto y se sentó al volante. Encendió el motor y se puso en marcha, rumbo a su casa.

Mientras conducía, pensó en cómo le diría a Kalet sobre la cita obligada.

El Secreto Guardado

Asher llegó a su casa y se sentó en el sofá, pensando en cómo manejar la situación con Kalet. Sabía que debía decirle sobre la cita obligada, pero temía su reacción.

Después de un rato de reflexión, Asher decidió no decir nada sobre la cita. No quería que Kalet creyera que estaba jugando con él o que no estaba comprometido con su relación.

"Es solo una cita", se dijo Asher. "No significa nada. No voy a dejar que afecte nuestra relación".

Asher se convenció de que era mejor mantener el secreto, al menos por ahora. No quería complicar las cosas y prefería mantener la paz en su relación con Kalet.

Esa noche, Asher llamó a Kalet y hablaron sobre su día. Asher se sintió aliviado de que Kalet no notara nada extraño en su voz o en su actitud.

La conversación fue ligera y divertida, y Asher se sintió feliz de estar conectado con Kalet. Por un momento, olvidó la cita obligada y se enfocó en la persona que amaba.

Pero el secreto guardado pesaba en su conciencia. Asher sabía que no podía mantener la verdad oculta para siempre.