Aitana, es una hermosa joven que acaba de cumplir su mayoría de edad, vive al norte del reino Greyson, en la manda de luna azul, creció rodeada de amor por su familia y manada, desde niña ha estado enamorada del futuro Alfa de su manada, pero el destino tiene otros planes para ella.
Byron Drave Greyson, el actual rey Alfa del reino Greyson, tiene veintisiete años de edad, a los quince años subió al trono después de la trágica muerte de su padre y madre, después de subir al trono tuvo que hacerse reconocer y mostrarles a las manadas del reino que era digno de ser su rey, a pesar de su corta edad, aunque muchos Alfas estuvieron en contra y aliaron a reinos enemigos otras manadas lo aceptaron y lo ayudaron a que el reino creciera y se volviera lo que era ahora, uno de los más poderosos, pero al estar enfocado en proteger a su reino se olvidó de algo muy importante, encontrar a su mate, aquella quien sería conocida como Reina Luna.
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Lo siento
Byron escuchaba atento a todo lo que sucedía, pero no podía moverse, estaba teniendo una lucha interna con su lobo quien quería tomar el control y arrancarle la cabeza a aquel estúpido rey y claro que él también lo quería hacer, de solo escuchar que quería que compartiera a su pareja su sangre hervía de rabia, no lo dejaría, no permitiría que él siquiera pusiera un dedo encima de ella, Aitana era suya, su pareja, la diosa Luna se la había entregado a él, solo para él, pero matarlo solo ocasionaría una maldita guerra contra Clover y sus aliados, no podía permitir aquella masacre, su lobo gruñía en su mente, lo maldecía en insultaba, pero él no cedía, no fue hasta escuchar a Aitana defenderse, recordaron incluso cuando ella le dijo que solo le pertenecía a él, que no se iría de su lado, que confiara en ella, fue como su lobo comenzó a tranquilizarse, cuando ese Rey desprendió su aura de Alfa autoritaria, justo en ese momento su lobo se controló y dejo que él manejara la situación, Byron desprendió su aura de Alfa, incluso recibió poder de su lobo, se puso de pie, justo enfrente de Bane y lo miro desafiante.
-Jamás accedí a esa estupidez – Hablo finalmente controlando aun su irá de no golpearlo.
- Ja, ¿Entonces prefieres perder el tratado de paz? – Preguntó desafiante soltando una irónica sonrisa.
- Me importa una mierda el tratado de paz, no compartiré nunca a mi mujer – Respondió furioso, apretó sus puños tanto que comenzó a sangrar
Jair y Oscar se pusieron detrás de Bane, Emilio y Fabián quienes se habían recuperado gracias al aura de Byron, tomaron posición, Emilio se colocó detrás de Byron, mientras que Fabián tomo la mano de Irina e hizo que se levantara y la llevó justo al lado de Irina y se puso enfrente de ellas incluso, cubrió a aquella luna Reina de Clover, por alguna razón no quería que fuera herida, incluso sentía tanta rabia por lo que tenía que vivir con aquel miserable Rey.
-Idiota, solo es una follada- Se burló, los afilado dientes de Byron comenzaron a asomarse de su boca, el rey comenzó a reír y miro de reojo a Aitana- ¿No la has marcado aún? - Preguntó divertido- Entonces, debes ser virgen- Susurro, Fabián cubrió con su cuerpo a Aitana no dejaría que ese hombre siquiera la viera, Irina estando a su lado la abrazo, sintió como Aitana temblaba tanto.
- Será mejor que se vayan, no están en su territorio – Dijo Emilio tratando de mantener la calma, pero incluso él quería romperle uno que otro hueso a ese rey y sus hombres.
- Que lamentable, que su rey de reyes haya enviado a un rey Alfa incompetente a tan preciada labor- Se burló, mientras miraba de pies a cabeza a Byron quien no se intimido ni doblego ante él.
El rey de Clover y sus hombres se marcharon, la reina Luna Tamia era la última en irse, miro a Aitana y se sintió feliz al saber que aquella mujer tenía un gran hombre a su lado, incluso sintió envidia pues su vida era un infierno con el Rey Alfa Bane Clover, dirigió su mirada a Fabián aquellos ojos claros la miraban con cierta nostalgia, se sintió conmovida, inclino su cabeza en modo de despido y se fue siguiendo su Rey para seguir con su desdichada vida.
Aitana soltó un largo suspiro, miro sus manos seguía temblando de miedo, no tardó mucho en sentir que perdía las fuerzas en sus piernas, Irina se percató pues aun la tenía abrazada, la ayudo a sentarse en el sofá, Fabián le paso un vaso de agua, notó como sus manos temblaban, pero admitía que había hecho un buen trabajo al momento de defenderse, mientras Byron tenía su lucha interna con su lobo, ellos no podía hacer nada al menos que intentaran hacerle daño físico, sonrió sintió orgullo de su Reina Luna, recordó a la reina Tamia, su corazón se sentía ansioso, no entendía porque se sentía provocado ante aquella mujer, ella incluso tenía su pareja, un rey Alfa despreciable.
- ¿Estás bien? – Preguntó Emilio, miro que Byron seguía tenso, miro a Aitana quien tomaba agua, notó el temblor de sus manos- Ve con ella- Susurro, Byron la miró notó como ella tomaba agua y no dejaba de temblar, se acercó a ella y al notarlo Fabián se apartó, Irina miro a Emilio, le hizo una seña para que se alejara y así lo hizo, tomo el vaso ahora vació de las manos de ella.
- Iré cerciorarme que se larguen- Dijo Fabián, Byron lo miró y asintió, dirigió su mirada a Emilio, él entendía con solo verlo.
- Te acompañó- Dijo, miro a Irina no quería dejarla después de lo que habían pasado, sabía que estaba asustada, pero trataba de controlarse.
-Estaré bien, ve con él…- Sonrió con ternura, Emilio asintió y beso sus labios, después se marchó con Fabián.
Irina miro a aquella pareja necesitaban privacidad, comenzó a marcharse de manera silenciosa y ordeno que nadie los interrumpiera.
Aitana miro a Byron estaba de pie justo frente a ella, aquellos azules la miraban con intensidad, suspiro, la manera en que él se puso frente a aquel rey y se negó a su petición aun sabiendo las consecuencias, hizo que su corazón latiera tan rápido, estaba feliz no había duda de eso, Byron era su pareja y él le había demostrado lo importante que ella significaba para él, lo contrario a ella que incluso se había resistido al vínculo de parejas y aferrado a un amor infantil, suspiro, no merecía un hombre como él, pero la diosa luna se lo había enviado.
- ¿Te sientes bien? - Preguntó Aitana, aún notaba que estaba tenso, sus manos permanecían cerradas en forma de puños.
-Eso debería preguntar yo- Respondió, notaba que Aitana aun temblaba, aunque ya no tanto como el principio.
-Lo estoy, gracias a ti- Dijo, ella tomo una de sus manos y comenzó a acariciarla.
-Lo siento- Dijo, Aitana lo miro a los ojos no podía creer que un hombre como él, un rey Alfa fuera capaz de decir aquellas palabras. – Te arriesgue con ese miserable- Se acercó a ella y la rodeo en sus brazos, de solo recordar lo que había pasado sentía que quería ir a buscar a ese hombre y arrancarle la cabeza.
-Me gusta tu aroma- Dijo Aitana, aunque ella realmente no se había dado cuenta que lo dijo en voz alta, Byron sonrió, aquella mujer hacia que su mal humor se esfumara con aquellas palabras, la miro ella mantenía su rostro escondido en su torso, pero notó como sus orejas estaban totalmente rojas.
Byron se apartó un poco de ella, coloco una de sus manos en su barbilla e hizo que levantara su cabeza, incluso sus mejillas estaban rojas por sus palabras, le gustaba verla así, se inclinó a ella y beso sus labios, ella respondió, el beso fue tierno y corto, miro a la chica a los ojos, cada día que pasaba esos ojos grises lo miraban diferente y claro que le gustaba, la llevó hasta el sofá donde ambos se sentaron, él hizo que subiera sus piernas sobre las de él y las acariciaba haciendo movimientos de arriba a abajo, el cuerpo de Aitana comenzó a reaccionar a esas caricias, sentía que el calor en ella aumentaba, soltó un leve suspiro, Byron la miro y sonrió sabiendo lo que estaba provocando con aquellas caricias, sin siquiera pensar en el lugar donde estaban, sus manos fueron subiendo más hasta pasar por debajo de aquel vestido, Aitana lo detuvo con sus propias manos y miro a los lados.
-Nos pueden ver…- Susurro nerviosa con su rostro ya rojo, Byron soltó una sutil risa, se inclinó a ella, dio un beso y una pequeña mordida a sus labios, mientras sus manos seguían subiendo hasta llegar a aquella zona cubierta por una fina tela- Byron…- Susurro la chica cerca de sus labios.
Byron sello sus labios con los de él, esta vez fue un beso lleno de pasión, coloco su mano desocupada detrás de su cabeza para impedirle que ella se alejara, no tardo mucho para que ella dejara de insistir en terminar aquel beso y poso sus manos alrededor de su cuello profundizando más aquel beso, su mano en su entrepierna comenzó a acariciar su intimidad sobre su aquella tela, Aitana apretaba sus piernas al sentir aquellas caricias, pero eso no detenía a Byron, mordió su labio inferior para terminar el beso, ella jadeo, recostó su cabeza sobre el cuello de él, mientras seguía sintiendo aquellas caricias, los dedos ya estaban pasando de aquella tela, sus dedos rozaron aquel húmedo lugar, Aitana jadeo con dolor al sentir como su dedo se deslizo dentro de ella, el dolor comenzó a mezclarse con el placer, cuando su interior se acostumbró, él introdujo otro dedo, los jadeos de Aitana eran cada vez más, así como el ritmo frenético de los dedos dentro de ella, ella busco sus labios para besarlo, aquel beso lleno de lujuria, sus lenguas se entrelazaban una a la otra, soltaba jadeos entre sus besos al sentir la presión entre sus piernas iba subiendo hasta que sintió otro fuerte empujón que la llevo al borde, se arqueo de espaldas terminando el beso, sus labios soltaron un grito, cuando su orgasmo sacudió su cuerpo, Byron la miro recomponerse, ella mantenía sus ojos cerrados y su respiración alterada, sus piernas estaban temblando, sonrió con orgullo, le gustaba que ella estuviera así por él.
-No hagas eso…- Susurro al ver como él se llevaba aquellos dedos que estuvieron dentro de ella hace unos segundos a su boca, él la miro a los ojos y así sin apartar la mirada saboreo de sus dedos aquel sabor de ella- Eso es vergonzoso- Susurro cubriéndose el rostro con sus manos, escuchó a Byron reír, aquella risa ronca le gustaba, eran música para sus oídos, se descubrió sus manos y lo miro él seguían mirándola con aquella sonrisa en sus labios.
-Eres muy tierna, mi vida- Dijo recostando su cabeza sobre su pecho, aquellas palabras no dejaban de repetirse en su mente, puso sus manos sobre su negro cabello y comenzó a acariciarlo, aquel hombre, era un rey Alfa y su pareja, a pesar de lo que había escuchado sobre él, que era un rudo, feroz y temible Alfa, desde que lo conoció él había sido amable y cariñoso con ella, diciéndole lindas palabras como “amor” o “mi vida”.
Sintió que su respiración comenzaba a relajarse, él se había quedado dormido, siendo un rey tenía tanto trabajo, incluso aquella mañana se fue mucho antes de que ella despertara, suponiendo que era debido a aquella desagradable visita, siguió acariciando su cabello negro, hasta que ella igual se quedó dormida.
NOTA AUTOR:
Hola!, muchas gracias a quienes me siguen en esta nueva novela, he tratado de actualizar seguido y también tengo un avance extra en la novela, he leído los comentarios y agradezco de corazón.
Sean pacientes con Aitana, se ira desarrollando poco a poco.
Espero sigan disfrutando cada capítulo y gracias nuevamente por acompañarme en esta novela.