Felicidad

Me levanté sintiendo la cabeza pesada, me dolía el cuerpo y mis ojos ardían. Miré la hora en mi teléfono dándome cuenta de que me desperté muy tarde, eran las dos y varios minutos de la tarde.

En ese momento recibí una llamada de Kate.

—¿Sí? —descolgué la llamada sintiéndome fatigado.

—¿Te acabas de despertar?

—Ah, sí… dormí demasiado anoche.

—Te escuchas horrible, deberías descansar hoy…

Mi pecho dolió al escuchar eso, no quería cancelar la salida con ella.

—Estoy bien, ¿Qué película deseas ver?

—Ey, oye, podemos ver la película otro día, no tiene que ser necesariamente hoy. Debes descansar.

Sentí una punzada en la cabeza, no me sentía bien, realmente no me encontraba bien… no quería quedarme en la casa y tampoco quería cancelar la salida por un simple dolor de cabeza… me sentía bien.

—En serio estoy bien… créeme.

—Ethan, ¿quieres que nos veamos en el parque?, así hablamos un poco en compensación.

Me quedé un momento en silencio, no sabía en que estaba pensando ella, en ese momento sentí como se aflojaba el nudo que tenía en mi garganta.

—¿Ahora?

—Si quieres, sí.

—Ah, ya voy, iré a bañarme.

—Te espero —dijo antes de cortar la llamada.

El agua de la regadera me ayudó a relajar mis músculos, de igual modo mis pensamientos se calmaron, no entendía porque me encontraba ansioso antes, ese sentimiento fue tan ahogante.

Más tarde llamaría a mi mamá para pedirle el dinero de la graduación, o tal vez no asistiría a esa sección de fotos y menos a la graduación. No era como si yo estuviera emocionado por eso, de hecho luego de eso no sabría que más hacer con mi vida, sería un simple parásito…

Me vestí con un poloché, encima me puse una sudadera y los acompañé con unos pantalones de mezclilla anchos. Salí de mi habitación, abajo me hallé a Sonia viendo la televisión y le avisé que estaría afuera por unos minutos.

Caminé a la casa de Kate y toqué el timbre, ella no tardó mucho en salir. Kate vestía un pantalón de deporte de su antigua escuela y un abrigo de color blanco con un bordado de una rosa en el pecho.

—Te ves muerto, ¿qué pasó? —ella me preguntó mientras sostenía mi rostro con suavidad, apreté mis labios y ella luego me abrazó. —Supongo que tiene que ver con tu papá.

—Ajá… no vale la pena preocuparse, ni siquiera se porque me puse tan mal por algo tan insignificante.

—¿Qué tan insignificante?, vamos hay muchas cosas que nos afectan, aunque queramos creer que no. —ella comenzó a caminar y yo la seguí mirando sus pies, llevaba unos tenis Vans. —Y que nos afecte no es algo necesariamente malo, digo; eso quiere decir que somos humanos. Aunque yo odio tener emociones. —Ella dejó salir una carcajada.

Como el parque estaba cerca llegamos muy rápido, lo bueno es que casi no había nadie allí, nos sentamos en los columpios mirando el lado lleno de árboles, dando un toque boscoso.

—Pensé por muchos años que tal vez no le gustaba ser padre, digo, nunca lo fue conmigo. —Suspiré pesadamente. Kate se quedó tranquila esperándome. —Fue… extraño verlo sonriente con Atan, yo simplemente no lo entendía… —sentí mis ojos llenándose de lágrimas y volví a suspirar, era una manera de retener el llanto. —¿Ves?, era un asunto sin tanto valor, creo que estoy exagerando.

—No, no exageras. Es normal sentir eso Ethan, uno siempre espera ser amado por los padres… pero puedes tener tu familia, me refiero a que la sangre no debe demostrar quien es tu familia, tú puedes crear tu propia familia, como Lucas, Jonathan e incluso yo, si tú quieres.

—Gracias por escucharme, me duele la garganta.

—No deberías reprimirte tanto, si lloras no le diré a Lucas —ella carcajeó y sentí como las lágrimas resbalaban por mis mejillas. —¿Cómo te sientes ahora?

—Mejor —dije secándome las lágrimas que no paraban de salir.

—¿Quieres venir a mi casa a ver anime? —Me quedé desconcertado porque sacó el tema de la nada.

—¿Sí?

—Bueno, vamos. —Me tomó la mano y no pude evitar reírme, ella estaba siendo tan extraña. —¿Por qué te ríes?

—No, nada. —Seguí riéndome, ella sonrió y me arrastró de regresó. En toda mi vida jamás estuve tan feliz como ese día, Kate realmente era como una luz, una que me dejó completamente deslumbrado.

Cuando llegamos a su casa ella me dirigió a su habitación, la casa estaba silenciosa, tal vez no había nadie, su mamá decía estar trabajando. Observé su habitación, ella tenía varios peluches en su cama, muchos posters en las paredes y una mesa de dibujo que me dejó sorprendido.

—Guau, ¿Desde cuándo tienes eso? —ella sonrió emocionada.

—Aunque no soy experta, pero vi que era necesario tener uno de estos, realmente me ayuda para la postura. Lo mejor es que vino con varias pinturas acrílicas. —Me mostró los potecitos de pintura.

—Si le sigues echando ganas pronto serás toda una ilustradora. —Ella se echó a reír, ella era hermosa.

Ella encendió su ordenador buscando el anime que quería que viera, por alguna razón ya sabía que sería de ese grupo de piratas, como no saberlo si ella se la pasaba hablando de ese anime. Aunque ella me dio spoiler de todo el anime. Ella me mostró su personaje favorito y aunque al principio pensé que sería algo infantil, me sorprendió la manera en la que se abordaban algunos temas. Y me quedé con ganas de continuar viendo la serie, aunque lamentablemente estaba de noche. Me levanté del suelo y ella lo hizo también.

—¿Y te gustó? —asentí. —Entonces, deberías volver a ver anime conmigo, te haré amarlos. —Sonreí ante sus palabras.

—Claro, ya tengo que irme, y de nuevo gracias.

—No te preocupes, siempre estoy dispuesta a ayudarte.

Abrí los brazos, ella se acercó hundiéndose en mi pecho, la rodeó con mis brazos unos segundos y luego me alejé. Ella me acompañó hasta la salida, en el camino me hallé con su madre y tuvimos una breve charla, ella era bastante amable, me recordaba a Sonia.

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