Suspiré mientras estaba frente a esa puerta de roble. Me impresionó lo grande que era la casa, había llegado allí gracias a la dirección que mi mamá me compartió por mensaje. No tenía el número de ese hombre en contacto.
—¿No vas a entrar? —Me pegué un susto y miré a mi lado. Era la chica nueva, verla allí hizo que tuviera un mal presentimiento. ¿Sería la hija de mi madrastra? Ay no, eso sería una pesadilla horrible. —No te había visto en esta zona antes, ¿Vivirás aquí ahora? —Me sorprendió su actitud amigable.
—¿Eh? Sí, mi padre… —Ella sonrió.
—¿Es el director? Vaya, que salado estás. Suerte con tu nueva familia, supongo. —Ella se fue y observé como entraba en la casa de al lado, suspiré contento. Pero me sentía raro, ¿Tenía doble personalidad?
Toqué el timbre y la puerta se abrió rápidamente, había una mujer bajita vestida con un vestido floral en forma de campana. Ella me sonrió ampliamente.
—Bienvenido, hijo. —Lo último hizo que dentro de mí me hirviera la sangre y entrara sin saludarla. —¿Quieres ver tu nueva habitación? Tu hermano y yo la decoramos para ti. Busqué en internet las cosas que le gustaban a los chicos de tu edad… —La frené.
—No seas amable conmigo, tú no eres mi madre y yo tampoco tu hijo. No somos nada. —Le dije y me senté en el sofá abruptamente.
—Está bien, no te llamaré así. Mi nombre es Sonia. —Ella se sentó a mí lado y eso me hizo sentir algo incómodo.
—Entiendo. —Le dije sin ganas.
—¿No tienes hambre? —Me incómoda más, ella me estaba tratando demasiado bien, así que me dio mala espina.
—No… muéstrame mi habitación. —Comenté algo cansado y ella se levantó emocionada. La seguí subiendo las escaleras.
—Aquí está, espero que te guste. —Asentí aburrido. Cuando abrí la puerta quedé petrificado, era demasiado grande y además había una pantalla enorme y una consola de juegos. ¿Me quería comprar con esto? ¡Lo logró! Espera, ¡No!
Me acerqué a la consola de juegos, era de último modelo, quise comprarlas antes pero, no me alcanzaba el dinero. ¿Así que ese era su plan? Hacerme caer en la tentación. ¡Ahhh!
—¿No te gustan? Si no los quieres puedo venderlos por internet y comprar otra cosa para ti.
—¡Los quiero! —Mierda, caí como pendejo. Ella sonrió.
—Bueno, te dejo para que conozcas más tu habitación. Si quieres conocer otra parte de la casa, no dudes en explorar.
Asentí y ella se fue cerrando con cuidado la puerta.
Me senté en la cama sintiéndola muy cómoda. Escuché como tocaron la puerta, pensaba que era ella otra vez, así que, fui a abrir la puerta. Aunque ni siquiera estaba cerrada.
Bajé la vista viendo a un niño de unos siete años ahí. ¿Eh?
—Hola hermano. Mamá dijo que eras mi hermano mayor, ayudé ordenando tu habitación, ¿Te gusta?
—Ah, sí. —Vi como él escondía algo detrás de su espalda. —¿Qué tienes ahí?
—Mi tarea. —Sacó el cuaderno. —No lo entiendo y mamá está cocinando.
Extendí mi mano para ver y él me entregó el cuaderno. Le permití entrar y cerré la puerta, él era muy tranquilo, porque no se sentó hasta que le di permiso. Estaba bien educado y me sentí culpable por tratar mal a Sonia antes, se notaba que no era una mala persona. Y además, mis padres llevaban más de doce años separados, debería aprender a soltar el pasado.
Mi mente era la de un niño en ese entonces y talvez no comprendía la razón de la ruptura.
Pasé la tarde ayudando a Atan a estudiar, me sorprendió ver que su nombre era parecido al mío. Y después estrené la consola jugando con él, era muy bueno en los Batel Royals.
Después cené en la mesa con ellos, también mi papá estaba ahí pero, a él sí lo odiaba. Así que, se sintió un ambiente incómodo por un momento, sin embargo, después de probar la cena me relajé un poco.
Al día siguiente Sonia me despertó muy temprano para ir a la escuela. Me bañé y luego bajé a desayunar.
—Gracias, me voy. —Le hablé a Sonia más amable que ayer y ella me brindó una cálida sonrisa. No era tan malo tener una madrastra, si lo pensaba bien.
Salí de mi casa cerrando la puerta con cuidado, ahí estaba ella, parada esperando el autobús.
—¿Vas en autobús? —Pregunté. Ella me miró con incredulidad.
—No, voy en avión. —Ella chasqueó la lengua y luego volvió a ver la carretera.
—Es que pensé que irías en auto. —Dije.
—Me gusta el transporte público. —Yo arrugué mis cejas, ¿Hablaba en serio? —¿Por qué intentas buscarme conversación siempre?
Iba a responderle pero, su otra pregunta me dejó helado.
—¿Por la apuesta? —No sabía que contestar, me preguntaba como se había enterado, ¿Lo habría escuchado? —No pongas esa cara, ni que te cacharan cometiendo un crimen.
Ella suspiró y se arregló un mechón rebelde que golpeaba su rostro.
—Es muy obvio. Eres popular y todas andan detrás de ti, hasta la más hermosa del curso. Y además, nadie se interesaría en mi, a menos que fuera una apuesta o por mi dinero, dinero de mis padres. —Apuntó la casa con su pulgar por encima de su hombro, sin girarse.
—No te rebajes, eres hermosa. Lo digo en serio.
—Claro, te creo. Si quieres puedo ayudarte con tu apuesta, ¿De que se trata? —Ella pareció meditar un momento y luego dijo. —Oh, ¿Acostarte conmigo? Y supongo que debe haber prueba de ello, ¿No? —Ella parecía recordar algo, y eso me hizo sentir como una mierda.
—No, no podría hacerle eso a alguien, a ninguna chica le haría eso. —Puse mis manos en mis bolsillos y moviéndome a ambos lados dije. —Solamente, tengo que enamorarte en menos de una semana y hacer que me confieses tu amor. —Miré al suelo y luego la observé a ella. —Creo que jugar con los sentimientos de alguien, me hace igual de imbécil que aquellos que se acostaron con ellas y las grabaron.
Ella se veía sorprendida por mis palabras, dudó un momento. Talvez le resultaba difícil confiar en mis palabras y no la culpaba.
—Entonces… puedo ayudarte.
Negué rápidamente.
—No, no quiero hacer eso. Solamente, le daré el dinero a los chicos.
—Mierda… ¿En serio me querías enamorar?
¿Eh? Me sorprendí. Ella sonrió mientras alzaba la mano para detener el autobús. Subió y yo igual, se sentó al lado de la ventana mientras yo me sentaba en un asiento detrás suyo.
Y de camino a la escuela, no pude dejar de pensar en esa sonrisa, la tenía hermosa. ¿Por qué no lo había notado?, talvez era porque no la había visto sonreír. Me relajé y miré las rayas del asfalto por un rato.
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Updated 26 Episodes
Comments
Claudia Luna
me encantó el sarcasmo de ella vas en autobús no voy en avión 😃😃😃
2025-02-20
2
Efsun Demirkan
hay
2025-04-01
1
Ailisec Riana
fue un capítulo muy inesperado pero me encantó ya que no todo es lo que parece
2024-08-21
2