El último día había llegado, el viernes. Y me encontraba en la azotea de la escuela mirando a los demás alumnos caminar por el patio. Lucas bajó un momento a conseguir algunos chimis (él siempre se las ingeniaba para meter pedidos a la escuela) y jugos; Jonathan seguía viciado con ese juego.
Mirando al pasado sobre mis acciones anteriores me avergonzaba grandemente de las mierdas que cometí y obviamente una disculpa no iba solucionar nada. Aunque me dio risa que Lucas comenzara a invitar con folletos a todas las chicas que había lastimado para que el lunes fueran a darle un par de galletas (cachetada). Ese día no iba a faltar a clases por nada del mundo.
Mientras seguía viendo la actividad de los demás divisé a Kate en medio de todas esas personas, realmente resaltaba con los peinados que se hacía. Estaba sentada en una banqueta leyendo un libro, se veía hermosa gracias a algunos rayos de sol que atravesaban las hojas del árbol e iluminaban su piel morena.
—¿No la miras demasiado? —La voz de Lucas me sorprendió, no le había escuchado llegar. —Pareces muy interesado en ella.
—¿Qué? No imagines cosas. Además no es la única en el patio de la escuela. —Lucas achicó los ojos sin creerme, pero no le di importancia a su mirada y le quité la bolsa que tenía en la mano.
—No había taqueritos en la cafetería, esa gente se lo lleva todo.
—Es que bajaste más tarde. —Jonathan le respondió, guardó el teléfono y se acercó a nosotros. —¿Y no volveremos a hablar con los chicos?
—No creo, Chris y Evan son algo rencorosos, bueno Chris lo era más. —Lucas dijo antes de darle un mordisco a su chimi.
—Mierda, me caían bien. Bueno, que más da; tengo algo que contar. —Lucas y yo miramos a Jonathan con curiosidad. Lo más lógico sería que descubriera un juego épico y que se hubiera vuelto su favorito, cada mes tenía otro juego favorito. —Tengo novia, quería decirles porque confío en ustedes.
—¡Qué! —Lucas y yo exclamamos al mismo tiempo. Era una sorpresa grandísima, Jonathan era alguien que siempre andaba sin ataduras, al igual que Lucas.
—¿Por qué se sorprenden? Es una chica que mis padres eligieron, es bonita; por eso no me quejo. —Él contó rápidamente. Asentí mientras bebía el jugo a través del chupi.
—Pensé que no existían esas cosas en este tiempo. —Lucas dijo mirándolo.
—Sí, igual a mi me sorprendió. Cuando tenga tiempo se las presento.
Lucas y yo asentimos. Después de eso el tema de conversación se centró en los videojuegos, luego de clases iríamos a la casa de Jonathan para jugar.
Las horas pasaron, entonces por fin sonó esa maldita campana. Los chicos y yo salimos, nos dirigimos juntos a la casa de Jonathan.
—¿Cuánto te mide? —Habíamos llegado, la habitación de Jonathan era espaciosa. Me sorprendió ver una estantería llena de libros, él no parecía del tipo que lee, no cuando se ponía los piercing por toda la cara.
La pregunta de Lucas me dejó paralizado, ni siquiera sabía que responder.
—Ay, Ethan ¿ Nunca te lo mediste, no?
—Es que quien hace eso. —Los dos me miraron perplejos. Luego respondieron al unísono: —Todos.
—¿Tienes una cinta? —Lucas le preguntó a Jonathan, él asintió y yo rápidamente negué con la cabeza.
—No voy a hacer eso.
—Ya deja de ser delicado y sácate el pito. Solo es para ver quien lo tiene más grande. A ver si le ganas a Evan, le mide 21cm.
Al final me dejé llevar y me medí esa parte, bueno quedé empatando con Evan. Lucas dijo que en el grupo Chris era el que lo tenía más chiquito con 16cm. Aunque al parecer eso no es pequeño, creo. Tendría que verlo para estar seguro.
Jugamos varios juegos pero la mayoría eran batel Royal, luego cenamos y después nos metimos juntos a la cama de Jonathan, aunque al final dormimos en el suelo por más comodidad. Mientras miraba la pintura de una pequeña galaxia en el techo (que el mismo Jonathan había pintado), vino a mi mente la imagen de ella, con un peinado hermoso y un vestido blanco.
—¿No tienes sueño? —Lucas me asustó, arrugando las cejas lo observé molesto. —¿Te asusté? —comenzó a reírse como si eso fuera gracioso. —¿Por cierto, recuerdas el nombre de la chica nueva?
—Kate, —dije sin pensarlo demasiado, él se acercó a mí mirándome fijamente, eso me puso nervioso.
—Ya deja de fingir, si te gusta o te está comenzando a gustar. No eres de los que tienen presente el nombre de los demás.
—Uy, eso me dolió. Además es un nombre corto, por eso lo recuerdo.
Él asintió antes de volver a acostarse a mi lado y abrazarme con una pierna.
—Muévete, no te pongas joto a estas horas. —Lo empujé librándome rápidamente.
El fin de semana me la pasé encerrado en mi habitación, jugando en la consola. No había nada que hacer, estaba súper aburrido. Entonces el sábado por la tarde salí a tomar aire, Sonia dijo que había un parque cerca.
Siguiendo las instrucciones de ella, llegué al sitio. Parecía más un pequeño bosque, estaba lleno de árboles y banquetas para sentarse. Me deslicé sobre uno y me relajé mientras miraba el cielo que estaba oscureciéndose de a poco. Cerré los ojos para tener más concentración en la brisa tranquila y dulce que rozaba contra mi piel.
—¿Qué estás haciendo?
Abrí los ojos al escuchar esa voz suave, no pude evitar sonreír mientras veía su rostro, examinando cada parte de ella con mi mirada, sus labios, su cabello recogido, su vestido rojo ajustado a su cuerpo y su expresión seria. Al parecer Lucas tenía razón, ella me estaba comenzando a gustar.
—¿Por qué sonríes como pendejo?
—¿Ah? —Me había perdido en sus encantos, bajé la vista al suelo. Carraspeé mi garganta. —Tomando aire, estaba aburrido.
—Lamento que tuvieras que romper amistades, —ella se sentó a mi lado. ¿Como sabía eso?, ah, de seguro Chris estaba contándole a toda la escuela, es increíble que todavía no me hubiera hecho un hilo exponiéndome. Aunque sería estúpido, a mi todos me querían. —Supongo que era una apuesta seria.
—Nada de eso, se molestaron por otra cosa. Me llamaron marica. —La miré mientras sonreía, ella mantuvo la mirada unos segundos y luego observó a otra dirección.
—Gran insulto pues, parecen unos niños. —Ella dijo.
—¿Y por qué viniste aquí? —Ella sonrió tiernamente mientras me mostraba un libro, «has llamado a Sam». —¿Es un buen libro?
—Por favor, es increíble. Te lo puedo prestar si quieres. —Negué con la cabeza. En ese momento la fuerte brisa desordenó un mechón de su cabello, mis manos ansiaban arreglar su pelo o hundir mis dedos en esa hermosa cabellera, pero al final solo suspiré.
—Créeme no me gusta leer tanto, al menos que sea la historia de un juego.
Ella volvió a sonreír dejando salir una risa discreta, no pude apartar la mirada. Su sonrisa era la más bella, ojalá pudiera despertarme y siempre ver ese rostro sonriente a mi lado. Las mejillas se me calentaron y tosí nervioso.
—Creo que voy a regresar, —me puse de pie. Ella hizo lo mismo.
—Sí, tengo un buen rato aquí también. —Los dos caminamos juntos de regreso a casa, me sentía nervioso, Nuestros hombros estaban cerca del otro, casi por rozarse.
El camino fue silencioso, pero no me molestaba. Me agradaba saber que ella se sentía cómoda conmigo, que quería estar cerca de mi o yo era un alucinado por completo. Me impresionaba lo iluso que podía ser uno cuando le gustaba alguien, justo en ese momento yo quería formar una vida con Kate, quería ser parte de su vida y ella de la mía. Ese sentimiento era agradable y doloroso a la vez.
Estando ambos en la parada nos despedimos brevemente, después ambos entramos a nuestras casas. Atan saltó feliz a abrazarme y yo lo alcé arriba para luego dar una vuelta con el en mis brazos.
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Comments
Jaqueline Estrada Peña
jajajaja los jóvenes. midiendose a ver quién lo tiene más grande 😂😂😂
2025-02-22
1
Dulce Cira
tan lindo 🥹 enamorado 💓💓💓
2024-08-26
2
Ylibloom (đę)🔯Daichi 💛✨
inevitable reacción de alguien enamorado 😅🤣
2024-08-20
2