Amigos

Después de la cena pasé unas horas jugando en la computadora, cuando sentí mis ojos cansados tuve que ir a dormir.

Sonia nuevamente me ayudó levantándome temprano, con los días me había acostumbrado a que ella me despertara, y no era que de repente la viera como mi madre, no era eso, pero, consideraba que debía llevarme bien con ella. Sonia jamás buscó hacerme algo malo, todo lo contrario, ella era muy amable conmigo. Me vería como una mala persona si la siguiera tratando feo.

Otra vez volví a encontrarme con ella esperando el autobús en la parada frente a nuestras casas, esta vez llevaba el pelo suelto sobre su espalda. Adornado con un gancho en el lado izquierdo cerca de la oreja.

—Hola… —Saludé y ella me brindó una sonrisa. Sonreí también contagiado por ella.

—Buen día. ¿Estás mejor? —Arrugué mis cejas sin entender a que se refería. —Ayer rechazaste a esa chica diciendo que no te sentías bien. —Ella me explicó.

—Ah, sobre eso… ya estoy mejor. ¿Somos amigos, no? —Ella asintió y yo me atreví a preguntar. —¿Puedo saber tu nombre?

—¿Qué? —Ella estalló en risas, y me pareció grato escucharla reír de esa manera. Se detuvo sosteniendo su vientre. —¿En serio no sabes? —Subí los hombros. —Vaya, ¿No pusiste atención cuando me estaba presentando? Está bien, te lo diré pero, a la salida de la escuela. Mientras, intenta adivinarlo.

—¿Eh? ¿Quieres ponerme a pensar? —El autobús llegó y ambos subimos. Ella se sentó cerca de la ventana y yo me senté dos asientos detrás de ella. Sin embargo, ella vino y tomó asiento a mi lado, eso me sorprendió bastante. No dijo nada y tampoco pregunté nada.

Durante todas las horas de clase me la pasé intentando adivinar su nombre, hice una lista de veinte nombres que creía que podría ser el de ella. Todos, nombres muy comunes y lindos, por alguna razón repetí a Ana dos veces en la lista.

—¿Qué haces? —La mano de Lucas se estampó en mi mesa y eso me sorprendió. Lo miré confuso. —¿No irás al comedor hoy? Ah, trajiste lonchera. —Yo asentí.

—Sonia dijo que de vez en cuando comiera algo casero a la hora del almuerzo y así ahorro mi dinero.

—¿Sonia? —Lucas cuestionó arrugando las cejas.

—Mi madrastra. No esperaba llevarme bien con ella pero, que horrible sería tratar mal a alguien que no te ha hecho nada. —Le conté mientras apoyaba mi mano debajo de mi barbilla. —¿Vamos a la azotea?

—Claro, iré a buscar a los chicos, no te muevas. —Asentí y él salió del aula.

—Buuu. —Me sobresalté al sentir su voz cerca de mi oído, me giré y la miré. No había nadie más aparte de nosotros en el aula. —¿En serio eso te asustó?

—No sabía que te acercarías, antes ni me hablabas. —Fui sincero y ella pareció meditar sobre eso un poco.

—Ah, no te conocía y no me gusta hablar con desconocidos. Además, tú te acercaste por una apuesta, fue bueno tener la guardia en alto. —Eso me dolió pero, era la verdad. Yo me había acercado a ella por una apuesta y eso me hizo sentir horrible.

—Cierto, lo siento de nuevo.

—Eu, tranquilo, yo no traigo rencor por eso. Y además, ni te esforzaste en ligarme o algo. —Suspiré. Ella se estaba burlando de mí, me lo merecía pero, que molesto era ver esa sonrisa burlona. —Por cierto, ¿Ya tienes algunos nombres que creas que sean mi nombre?

—Mira. —Le mostré la lista. Según su expresión podría saber si su nombre estaba ahí pero, ella se mantuvo con una cara seria.

—Estas jodido, que malo eres adivinando.

—Al menos dame una pista. —Ella sonrió mientras negaba con la cabeza.

—Bien, tiene cuatro letras. —Me dijo cuando estaba en la puerta ya saliendo del salón, balanceó su mano y se fue.

Después de un rato me encontraba con los chicos en la azotea, el aire era fresco, tranquilo y agradable. Ellos trajeron algunas botanas que compraron en la tienda.

—¿Cómo te fue con esa chica? —Evan le preguntó a Chris. Jonathan estaba concentrado en su juego y Lucas estaba acostado en el suelo, con su cabeza reposando sobre mis piernas.

—Para un polvo rápido estuvo bien, eso sí, tenía los pechos enormes y bien duros.

—Puede que esté operada. —Comentó Evan. Moví mi boca a un lado, yo era de las personas que odiaban hablar sobre la intimidad en público y menos conversar sobre que le hice a una chica a mis amigos. Aunque una vez lo había hecho porque ellos me insistieron tanto, había tantas cosas de las que me arrepentía haber cometido.

—¿Crees que no se diferenciar?, era natural. Si calificara su interior le daría un cuatro, estaba muy suelta, a saber cuantos la habían follado. —Apreté los dientes, él se estaba pasando un poco. —Pero lo compensa porque sabe chupar de puta madre. —Hizo el movimiento con sus manos.

—Basta, Chris. —Me levanté rápido y lo miré. Sentí como Lucas desde el suelo me observaba confuso. —Se están comportando como una mierda.

—Y tu cómo un marica. Ahora intentas hacerte el moral o la estupidez esa, antes participabas muy contento. —Eso me molestó, y me acerqué empujándolo.

—Sí, antes lo hacía y me estoy comenzando a dar cuenta de la mierda que era y por eso intento dejarlo. —Chris me empujó también.

—Porque tu quieras ser un marica, no significa que tenemos que seguir tu hilo.

—Ey, deténganse. —Miré a Lucas, él se estaba sacudiendo. —Y apoyo un poco el punto de Ethan, a veces hablamos de más.

Abrí los ojos par en par. Lucas se había puesto de mi lado, eso me sorprendió bastante.

—Genial, tú también. Me voy, no quiero juntarme con maricas. —Chris comenzó a caminar a la puerta. Evan me miró un momento y luego bajó la vista dándose la vuelta y siguiendo a Chris.

—¿Eh?, ¿qué sucedió? —Jonathan preguntó, estaba perdido sin entender lo que estaba pasando.

Sentí un nudo formado en mi garganta, me sentía horrible. Todos nos habíamos conocido en séptimo grado y desde entonces siempre estuvimos juntos, y ahora… era mi culpa.

Me senté en el suelo y Lucas se sentó a mí lado.

—Entendí tus palabras justamente ayer. —Observé a Lucas sin entender a que se refería. —Mi hermanita nació ayer. Y verla me hizo pensar a cuántas chicas había jodido y no quise que ella fuera usada por un imbécil como lo soy yo. Gracias. —Esas palabras me hicieron dejar caer las lágrimas que estaba conteniendo.

—¿Me explican que está pasando? —Jonathan seguía perdido y cuestionando también.

Luego de clases Lucas me acompañó a mi casa, estaba curioso por conocer donde vivía ahora. Abrí la puerta con la llave que Sonia me había dado.

—Oh, trajiste un amigo. —Sonia saludó con la mano, ella estaba sentada en la sala mientras leía una revista de algunos productos para el rostro.

—Hola señora. —Fue raro escuchar a Lucas llamando a Sonia señora.

—Voy a mi habitación. —Le avisé a ella. Mientras subía las escaleras, los pasos corriendo de Atan llegaron a mis oídos. Él saltó sobre mi y yo lo abracé fuertemente.

—Hola hermano, hola amigo de mi hermano. —Saludó también a Lucas mientras yo lo sostenía en mis brazos.

—Se parece a tu papá.

—Ni lo digas, Atan es parecido a Sonia. —Le dije a Lucas.

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Comments

Dulce Cira

Dulce Cira

Excelente Capitulo 👏🏻👏🏻👏🏻😍

2024-08-15

3

Ylibloom (đę)🔯Daichi 💛✨

Ylibloom (đę)🔯Daichi 💛✨

Me encanto este capítulo, me pareció muy sensata la manera de actuar de Ethan y Lucas.

por otra parte, felicidades por tu relación, mis mejores deseos para ti y sin duda es posible que eso ayudé a describir a un mejor la manera en la que relatas ese sentimiento ☺️

2024-08-15

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