Conforme Vladimir colgaba la llamada, el peso de la preocupación se hacía más evidente en su semblante. Diez minutos más tarde, llegó a la villa, donde los sirvientes lo recibieron con cortesía y respeto. Al acercarse, le comunicaron con voz serena que la señorita Elda aún no había despertado ni se había levantado. Habían intentado llamarla para el desayuno y la comida, pero no obtuvieron respuesta.
La noticia hizo que Vladimir frunciera el ceño, preocupado por el estado de Elda. En su mente, se formaban preguntas y especulaciones sobre lo que podría estar sucediendo en el interior de la habitación de Elda. ¿Estaría descansando tranquilamente o se debatiría en el tumulto de sueños y pensamientos angustiosos? ¿Habría algo más que estuviera perturbando su descanso?, preocupado por el estado de Elda, agradeció a los sirvientes por la información y se dirigió rápidamente hacia la habitación de ella. Al entrar, la encontró todavía dormida, con una expresión tranquila en su rostro. Se acercó con cuidado y observó su suave respiración. Decidió no despertarla y se sentó en una silla junto a la cama, vigilándola en silencio. Mientras tanto, su mente se llenaba de pensamientos sobre cómo podría ayudarla a superar la depresión que el doctor Antonov había diagnosticado. Se preguntaba qué gesto o palabras podrían aliviar el dolor que Elda llevaba dentro, se suponía que si el quería llegar a su corazón debía mostrar sincero interés y eso es lo que aria. A medida que el sol comenzaba a descender en el horizonte, los rayos dorados de la tarde pintaban el cielo con tonos cálidos y anaranjados. La habitación se llenaba de una luz suave y dorada que bañaba todo con una atmósfera. Las sombras se alargaban lentamente por el suelo, creando un juego de luces y sombras que danzaban en las paredes.
Vladimir observaba el cambio de luz desde la ventana, perdido en sus pensamientos mientras el día daba paso a la noche. El silencio reinaba en la villa, roto solo por el suave murmullo del viento que agitaba las hojas de los árboles en el jardín. Era un momento de calma hasta que despertara Elda, para saber que pasaría.
Elda despertó lentamente, permitiendo que sus ojos se acostumbraran a la penumbra de la habitación. Una tenue luz provenía del baño, proyectando una débil claridad que apenas iluminaba los contornos de la estancia. Al moverse, notó la presencia de Vladimir, sentado en un sillón cerca de la cama, con una sonrisa cálida y reconfortante en su rostro. El sillón era amplio y acogedor, tapizado en una suave tela color crema que contrastaba con el tono oscuro de la madera de su estructura. Los cojines proporcionaban un soporte cómodo, invitando al descanso y la relajación. Al lado de Vladimir, una mesita auxiliar sostenía una lámpara de pie, cuya luz suave creaba una atmósfera íntima y tranquila en la habitación.
Al ver a Elda despertar, la sonrisa de Vladimir se hizo más luminosa, reflejando el afecto y la preocupación que sentía por ella. Con voz suave y amorosa, le preguntó cómo se sentía y por qué no había probado nada de alimentos. Su tono era amable y reconfortante, transmitiendo una sensación de protección y apoyo en aquel momento de incertidumbre y vulnerabilidad.
— ¡Hola, preciosa! ¿Cómo te encuentras? ¿Por qué no has probado nada de alimentos?
Elda con los ojos visiblemente hinchados contestó tímidamente —"No tenía ganas, me sentía sin ánimos de nada, solo quería dormir".
Vladimir acercándose a ella, se sentó en la cama y la miro tiernamente —" Entiendo. Pero es importante que te alimentes, ¿sabes? Te hará sentir mejor. ¿Qué te gustaría comer? Puedo prepararte algo especial.
—"No lo sé... algo ligero, supongo".
Vladimir sonrió para darle ánimos —"Bueno, en realidad fui a un restaurante italiano y traje algo para ti".
Elda con una leve sorpresa —" ¿Comida italiana? Eso suena delicioso".
Vladimir se levantó de la cama, y mientras caminaba hacia la puerta siguió hablando— "No es tan bueno como lo que podrías encontrar en un restaurante italiano auténtico, pero hice todo lo posible".
Elda por fin sonrió sinceramente —"¡Gracias, Vladimir! Realmente aprecio tu esfuerzo.
— No hay de qué, querida. Solo quiero verte bien y feliz. Déjame traerte algo. Estaré de vuelta en un momento, y Vladimir salió para preguntar si ya estaba caliente nuevamente la comida que compro.
Vladimir regresó con una bandeja llena de exquisita comida italiana y la colocó con cuidado sobre la cama, junto a Elda. Con delicadeza, comenzó a darle bocados de comida directamente en la boca, expresando así su profunda preocupación y cuidado por ella. Elda sintió cómo su corazón latía con fuerza en su pecho ante aquel gesto tan cariñoso. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, pero esta vez no eran lágrimas de tristeza, sino de una emoción indescriptible. Cada bocado compartido con Vladimir era como un rayo de luz en medio de la oscuridad que había estado experimentando.
Vladimir dejó la bandeja de comida a un lado y tomó el rostro de Elda con delicadeza entre sus manos. Con los pulgares, limpió las lágrimas que surcaban sus mejillas. —"No llores", le dijo con voz suave, buscando consolarla.
Ella, sintiendo el cálido tacto de Vladimir en su rostro, tomó su mano y la sostuvo con ternura. —"No son lágrimas de tristeza", confesó entre sollozos. —"Son lágrimas de emoción y, al mismo tiempo, de vergüenza por lo que piensas de mí."
Vladimir la miró con comprensión, acercando su frente a la de ella. —"No tienes por qué sentir vergüenza, Elda", le aseguró con sinceridad. —"Estoy aquí para ti, pase lo que pase. Quiero ayudarte a superar lo que sea que estés enfrentando."
Elda asintió, sintiendo el peso de sus palabras y la calidez de su apoyo. En ese momento, se dio cuenta de que no estaba sola, de que tenía a alguien en quien confiar, alguien que la aceptaba tal como era. Vladimir la abrazó con ternura, dejando que el silencio reconfortante llenara la habitación. Por primera vez en mucho tiempo, Elda sintió un destello de esperanza en su corazón, sabiendo que, con el apoyo de Vladimir, podría enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara.
El abrazo entre Vladimir y Elda se intensificó, como si ambos estuvieran buscando refugio en los brazos del otro. Elda sintió el latido acelerado de su corazón mientras se aferraba a Vladimir, dejando que su calidez y su presencia la envolvieran por completo.
Entonces, en un momento de conexión profunda y sincera, Vladimir dejó escapar las palabras que habían estado latentes en su corazón. "Te amo", dijo con voz suave pero firme, dejando que el peso de esas palabras se posara en el aire entre ellos.
Elda se quedó sin aliento por un instante, sintiendo cómo las palabras resonaban en su interior. Levantó la mirada para encontrarse con los ojos de Vladimir, brillando con una intensidad que reflejaba su amor y su sinceridad. En ese momento, el tiempo pareció detenerse, y Elda supo que algo había cambiado entre ellos. Un nuevo vínculo se había forjado, más profundo y significativo que cualquier otra cosa que hubieran experimentado antes.
Sin decir una palabra, Elda respondió al "te amo" de Vladimir con un apretón más fuerte en su abrazo, dejando que sus acciones hablasen por ella, y con la mirada llena de emociones encontradas, respondió con voz temblorosa: —"También siento algo por ti, pero tengo miedo de entregar mi corazón y salir lastimada".
Vladimir, tomándole las manos con ternura, le aseguró: —"Confía en mí, te prometo que no te haré daño. Solo necesito una oportunidad para demostrarte cuánto te amo y lo importante que eres para mí". Con delicadeza y sinceridad, Vladimir comenzó a recitar el poema que había compuesto en el momento, mirándola a los ojos y dejando que las palabras fluyeran con elocuencia y pasión:
—"Novia mía, en este momento de eterna oportunidad,
Te pido que confíes en nuestro amor con claridad.
Juntos, como novios en el dulce amanecer,
Descubramos el mundo y dejemos florecer.
En tus ojos encuentro la luz del amor,
Y en tu sonrisa, la esperanza de un nuevo fervor.
Déjame ser tu compañero en esta travesía,
Donde cada paso nos acerque más cada día.
Que nuestras manos entrelazadas sean testigo,
Del amor que florece con cada latido.
Juntos enfrentemos la vida con valentía,
Y construyamos un futuro lleno de alegría.
Así que toma mi mano y dame una oportunidad,
De ser el guardián de tu felicidad.
Juntos, como novios en este dulce amanecer,
Descubramos el amor que está por nacer."
Cuando Vladimir terminó de decir aquellas palabras llenas de tanto sentimiento, con lágrimas de felicidad en los ojos, Elda se emocionó al escuchar las dulces palabras de Vladimir. Sin poder contenerse, se abrazó a él con fuerza y le dijo con una sonrisa radiante: —"Sí, sí acepto ser tu novia. Solo ten paciencia conmigo".
Con los ojos brillantes por las lágrimas de emoción, Elda se encontraba en un torbellino de sentimientos. Mientras abrazaba a Vladimir, su corazón latía con fuerza, mezclando la felicidad de aceptar su amor con el miedo y la incertidumbre del futuro.
—"Te amo tanto", susurró Vladimir, sintiendo una mezcla de alegría y alivio al escuchar la respuesta de Elda. —"Te prometo que estaré aquí para ti, en cada paso del camino".
Las palabras de Vladimir eran reconfortantes, pero Elda aún sentía la sombra del pasado y el temor de abrir su corazón por completo. —"Tengo miedo de lastimarte", confesó, sintiendo un nudo en la garganta. —"No sé si podré ser la novia que mereces".
Vladimir acarició suavemente el rostro de Elda, buscando calmar sus temores. —"No te preocupes por eso", dijo con ternura. —"Lo único que importa es que estamos juntos, y enfrentaremos cualquier desafío que se presente".
Elda se aferró a las palabras reconfortantes de Vladimir, dejando que la calidez de su abrazo disipara poco a poco sus miedos. En medio de la incertidumbre del futuro, había encontrado un refugio en los brazos de Vladimir, y por primera vez después de todo lo que había pasado en los últimos meses, se permitió sentirse verdaderamente feliz, con alguien que no formara parte de su familia.
Con un suspiro de alivio, Elda levantó la mirada para encontrarse con los ojos amorosos de Vladimir. —"Gracias por ser tan paciente conmigo", dijo con voz temblorosa. —"Te prometo que haré todo lo posible para hacerte feliz".
Vladimir sonrió con ternura y le dio un suave beso en la frente. —"Eres todo lo que necesito para ser feliz", murmuró, sintiendo un profundo amor por la mujer que tenía frente a él, con una sonrisa radiante, Vladimir miró profundamente a Elda, sus ojos brillaban con amor y admiración. —"Eres el rayo de luz en mi vida", le dijo con sinceridad. —"Lo más importante para mí es tu felicidad, más allá de cualquier cosa. Quiero que seas libre de ser tú misma, de perseguir tus sueños y de encontrar la alegría en cada día".
Las palabras de Vladimir resonaron en el corazón de Elda, llenándola de calidez y gratitud. Sentía una conexión tan profunda con él, una complicidad que trascendía las palabras. —"Gracias por creer en mí", respondió con voz suave, sintiendo cómo se intensificaba el amor que sentía por él, pero que tenía miedo de decirlo en voz alta.
Y luego, se miraron ambos a los ojos con un gesto lleno de ternura y pasión, Vladimir se inclinó hacia ella lentamente esperando a que ella lo rechazará, cosa quélel entendería, pero Elda no se movió, pues también deseaba un beso de él, así que cuando sus bocas estaban a milímetros de tocarse, la besó suavemente. Fue un beso cargado de promesas, de esperanza y de un amor que esperaban ambos superaran todas las barreras, a las que se enfrentarían. En ese momento, Elda supo que había encontrado en Vladimir no solo a su pareja, sino a su cómplice, su confidente y su probablemente más fiel compañero en la vida. Su estómago sintió una revolución y no por él habré que en esos momentos resurgió, sino que era por sentir esos labios carnosos posándose sobre los de ella de una manera suave y delicada, aquel beso fue diferente a los que ella acostumbraba a recibir, y le encanta sentirse amada de esa manera tan romántica, por eso, dejo que todo fluyera y tomando en cuenta las palabras de su oso de ojos azules.
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Updated 49 Episodes
Comments
Maru Martin
bonita historia, estoy enamorada de Vladimir Amo su personaje
2024-05-20
2
Lorena Larios
Elda empieza a sanar tus heridas
2024-06-17
0
hermosa "🍵"
Hola querida Menenciana muchas gracias por comentar, Vladimir es un personaje lleno de amor pese a ser de la mafia, en mi mente es un ser que desea tener una familia.
2024-03-04
1