capitulo 7

La tensión en el despacho aumentaba a medida que Vladimir se sumía en sus pensamientos, apartando la mirada de los detalles de la próxima operación. Fue entonces cuando su hermano, Alexei, con la barba extensa y los tatuajes imponentes, estalló con palabras fuertes, exigiendo la atención total de Vladimir. En un tono rudo y directo, le recordó la importancia de centrarse al máximo, subrayando que no debía quedar ni el más mínimo rastro del enemigo. Mientras lo reprendía, notó la mirada perdida de Vladimir y, con una mezcla de molestia y curiosidad, se percató de la causa de su distracción.

—"¿Qué demonios estás haciendo, Vladimir? Necesitamos estar al cien por ciento aquí", espetó Alexei, señalando los mapas y documentos esparcidos sobre el escritorio. La frustración se reflejaba en su rostro, mientras intentaba comprender la razón detrás de la falta de atención de su hermano en un momento tan crucial.

La ira de Alexei se desató al percatarse de que la distracción de Vladimir provenía de la presencia de Elda. Sin titubear, le propinó un contundente golpe en la cabeza, su tono de voz elevándose con cada palabra. — "¡Mierda, Vladimir! ¿En serio estás pensando en pendejadas como mujeres en este momento crucial para nuestros negocios?", exclamó Alexei con exasperación, expresando su disgusto ante lo que consideraba una debilidad momentánea de su hermano. Por eso siguió diciéndole: — "Cuando hayamos terminado este trabajo, podrás irte a coger con cualquiera de las putas del bar y olvidarte de los problemas laborales. Pero ahora, ¡concéntrate en lo que realmente importa, pendejo!"

Molesto por las palabras de su hermano, Vladimir respondió con firmeza: —"No eres nadie para decirme qué hacer o no hacer. Soy dueño de mi tiempo y decidiré cómo manejar mis asuntos, Alexei". La tensión entre los hermanos Tarásov se intensificaba, reflejando por primera vez una diferencia en medio de sus responsabilidades en la mafia rusa.

Alexei, con una risa burlona, respondió: —"¿Quién eres tú para desafiar mis decisiones? No olvides que soy el Rey de la Mafia Roja". Las palabras de Alexei buscaban recordarle a Vladimir su posición jerárquica dentro de la mafia rusa, enfatizando la autoridad que ostentaba como líder de su familia. Sin embargo continuó en tono burlón: —"Yo soy el que decide qué hacer y qué no hacer. Que no se te olvide quién soy, Vladimir".

En medio de la discusión, Vladimir, riendo a carcajadas, desafiaba a su hermano Alexei, resaltando que sin su presencia, los trabajos que habían realizado para convertirse en líderes de la mafia rusa no serían los mismos. Esta afirmación no solo representaba un desacuerdo, sino que también dejaba ver la impotencia y el deseo de Vladimir de afirmar su posición, recordándole a Alexei su relevancia como hijo de Aleksander Tarásov. La tensión entre los hermanos se intensificaba mientras sus roles y jerarquías en la familia y la mafia se entrelazaban en un delicado equilibrio. Vladimir, sintiéndose desafiado, respondió con fuerza, y ambos hermanos se vieron envueltos en una pelea intensa y desgarradora. Muebles fueron lanzados y golpes impactaron con furia en la habitación, creando un caos que resonaba en las paredes de la mansión. Cada puñetazo era como un eco de la tensión acumulada entre ellos, reflejando una lucha de emociones y desacuerdo que finalmente se desbordó en violencia. La situación se volvía más intensa con cada momento, y el estruendo de la pelea alertó a los demás en la mansión, incluyendo a los padres de los hermanos, quienes se encontraban en un momento de pasión en su habitación y se vieron obligados a abandonar su momento, se pusieron sus batas al escuchar el alboroto. Mientras tanto, el Dr Antonov tranquilo por lo que veía no se sorprendió, sin embargo, Elda, sorprendida desde su posición, observaba cómo los hermanos Tarásov hacían sus destrozos.

En medio de la discusión acalorada, Alekander, el líder de la mafia, le pidió a su esposa que saliera del despacho.Eleonora amorosamente le pidió que no fuera tan severo y salió de ahí, Aleksander caminó hacia un rincón de la habitación y regresó con una pistola en la mano, una Beretta plateada, símbolo inequívoco de su autoridad.

Aleksander serio — Esto no es lo que esperaba de ustedes, mis propios hijos. Mientras decía esas palabras disparó al techo — ¡Basta!

El sonido del disparo reverberó en la sala, silenciando a los hermanos por un momento. Eleonora, que había salido de la habitación, miró preocupada hacia la puerta.

Aleksander más serio y sereno — Alexei, Vladimir, estoy decepcionado. No permitiré que destruyan la familia por sus diferencias. ¿Comprenden?

Ambos hermanos asintieron en silencio, comprendiendo la gravedad de la situación. Con la presión de su padre y el impacto del disparo, se calmaron, conscientes de que debían resolver sus desacuerdos de manera más sensata.

Aleksander, con la Beretta aún en la mano, observó a sus dos hijos con una mezcla de autoridad y preocupación.

Aleksander hablo nuevamente con una seriedad eterradora — Ahora, alguien me explicará qué diablos está pasando aquí. ¿Por qué están peleándose como niños?

Ambos hermanos se miraron, midiendo sus palabras, hasta que Vladimir rompió el silencio.

Vladimir sin bajar la mirada —Fue mi culpa, padre. No debí desafiar a Alexei de esa manera.

Alexei, aunque molesto, reconoció la honestidad de su hermano menor. Sin embargo, Aleksander frunció el ceño, demandando más detalles.

Aleksander sentándose en una silla que quedaba sin romper les hablo nuevmante — Quiero la historia completa. Sin rodeos.

Alexei continuó explicando la distracción de Vladimir mientras revisaban los detalles del golpe. Sin embargo, durante la conversación, Aleksander, notando la irritación y la tensión en la discusión, captó algo más, por eso pregunto serio nuevamente — ¿Realmente están discutiendo por un detalle tan insignificante?

Alexei tratando de justificarse — Padre, él no estaba enfocado en lo que discutíamos sobre el golpe.

Aleksander, percibiendo la verdadera naturaleza de la situación, observó a Vladimir con agudeza — ¿Hay algo más que no me están diciendo?

Vladimir mantuvo su expresión imperturbable, sabían que era difícil que se doblegara, pero el gesto en los ojos de su padre le hizo saber que no podía ocultar sus sentimientos.

Aleksander frunciendo el ceño pregunto —¿Vladimir, sientes algo por Elda?

Vladimir, sin quitar su mirada de Aleksander en silencio por un instante, finalmente asintió levemente, confirmando las sospechas de su padre. La atmósfera en la sala se volvió tensa, anticipando las complejidades que surgirían en medio de la familia Tarásov. Aleksander, con su voz firme y autoritaria, expresó sus preocupaciones sobre la situación actual y su desconfianza hacia involucrar a una mujer en medio de los conflictos que se avecinaban.

Aleksander demostró su seriedad: — Vladimir, no podemos permitirnos distracciones en estos tiempos. La guerra con esos bastardos del norte se acerca, y no puedo arriesgar a la familia Tarásov por una mujer. Además, ¿cómo puedes defenderla? Es evidente que está desequilibrada.

Vladimir, desafiante y sin temor a contradecir a su propio padre, respondió con determinación, defendiendo a Elda ante las acusaciones.

Vladimir más que molesto en su rostro sus ojos se volvieron de un azul más oscuro y respondió — Padre, no la juzgues sin conocerla. Que no se han dado cuenta que es un ser frágil, que vino a Rusia para curarse, que está sufriendo, hay algo en ella, algo extraordinario, solo que en su mirada a hora la domina la tesiteza, pero se que cuando se ría se verá más hermosa que ahora. No permitiré que la taches de loca sin razón.

La sorpresa se reflejó en el rostro de Aleksander y Alexei, al ver la firmeza y lealtad de Vladimir hacia Elda. La tensión en la sala aumentaba, marcando el comienzo de una nueva dinámica en la familia Tarásov.

Aleksander, en un gesto sorprendente, se levantó de su silla y se acercó a Vladimir, abrazándolo y dándole dos besos en cada mejilla. Fue un gesto inusual de afecto entre ellos le dijo: — Vladimir, me has sorprendido hoy. Estoy orgulloso de que defiendas lo que crees correcto. Si estás dispuesto a arriesgar tu posición por ella, debe ser algo más que un simple gusto.

Tras estos momentos de inusual conexión, Aleksander abrió la puerta y, con su voz seria y amenazadora, dirigió sus últimas palabras antes de abandonar la habitación con voz autoritaria termino de decir — A la medianoche, todo debe estar listo. No toleraré errores. Que la familia Tarásov prevalezca.

Vladimir, con la solidez que siempre le caracterizaba, respondió con convicción: — No estoy en búsqueda de una madre, Alexei. Lo que busco es alguien único, alguien que esté hecha para mí a simple vista, y Elda es esa persona especial. Como bien dijo Nietzsche, a veces necesitamos enfrentar experiencias difíciles para emerger fortalecidos. Ella es diferente, hermano, y estoy dispuesto a enfrentar cualquier cosa por ella.

Alexei, con una expresión de incredulidad y preocupación, se acercó a Vladimir y puso una mano en su hombro: — Vladimir, entiendo que te sientas atraído por esa mujer, pero no puedes estar dispuesto a enfrentar cualquier cosa por alguien a quien apenas conoces. No sabes nada de su pasado ni de quién es realmente.

Vladimir, con determinación en su mirada, respondió: — Alexei, sé que parece extraño, pero hay algo en ella que me atrae, algo que va más allá de lo superficial. Necesito descubrir quién es y por qué me afecta de esta manera. No es solo una cuestión de atracción física, es algo más profundo.

Alexei, con una mezcla de preocupación y afecto fraternal, le dijo: — Hermano, cuidado con involucrarte demasiado rápido. A veces, lo que parece ser algo especial al principio puede resultar ser algo completamente diferente. No quiero verte herido.

Vladimir, mirando a su hermano con gratitud, asintió: —" Lo sé, Alexei. Pero siento que esto es importante para mí, como si mi destino estuviera ligado de alguna manera a ella. Necesito descubrir la verdad."

Alexei tomó a Vladimir de los hombros, sus ojos reflejaban una mezcla de dureza y afecto fraternal. "Hermano, cuenta conmigo para lo que necesites. Estoy aquí para apoyarte en todo, incluso en esto de Elda", dijo Alexei, mirando a su hermano menor con complicidad.

Vladimir asintió, agradecido por el respaldo de su hermano. "Gracias, Alexei. Tu apoyo significa el mundo para mí". Ambos hermanos compartieron un momento de compenetración, forjando una alianza más allá de los negocios de la mafia, mientras continuaban trazando los detalles del golpe contra los "Lobos Blancos".

Más populares

Comments

Agueda Monroy

Agueda Monroy

Que lindo

2024-04-16

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play