Capítulo 17: Intercambio

La fiesta, que supuestamente era una reunión íntima en la casa de un conocido, resultó ser bastante concurrida, a pesar de las expectativas iniciales. Desde una esquina discretamente designada, Jordan observaba atentamente el ambiente mientras Evan se mezclaba entre los invitados. La noche avanzaba y Jordan notaba que Evan se sumergía en la fiesta con una energía inusual para él, bebiendo más de lo habitual, riendo y bailando entre un mar de rostros desconocidos, lejos de su círculo habitual de amigos.

Jordan se distrajo momentáneamente, pero su atención fue capturada de nuevo cuando notó que había varias personas amontonándose en el espacio donde estaba Evan. Acercándose cautelosamente, descubrió que Evan estaba inmerso en una acalorada discusión con otro hombre. Jordan se posicionó justo detrás de Evan, atento pero sin intervenir.

El desconocido acusó a Evan con una franqueza cortante:

- Al menos yo vivo honestamente, no como tú, que te escondes tras una fachada de misterio pretendiendo que no me importan las opiniones ajenas.

Evan respondió con una risa sarcástica:

- ¿Honestidad? Eres la última persona de quien aceptaría lecciones de moral. Eres el colmo de la hipocresía. Te acercas solo a quienes benefician tus intereses y no dudarías en traicionar a tus 'amigos' por un poco de atención.

La tensión entre ellos parecía a punto de detonar en algo más físico. Jordan, sin dudarlo, intervino, agarrando con firmeza el brazo de Evan para apartarlo de la confrontación. Evan intentó zafarse, exigiendo ser liberado, pero Jordan se mantuvo firme. A su alrededor, otros intentaban calmar la situación.

Tras unos tensos momentos, la confrontación se apaciguó y las personas se dispersaron. Jordan percibió la conmoción subyacente en Evan. Observó a los amigos de este, notando su falta de soporte.

¿Quieres irte? Puedo sacarte de aquí si prefieres –preguntó con voz calmada pero firme.

La mirada que Evan le devolvió fue suficiente respuesta. Juntos, abandonaron la fiesta, dejando atrás el bullicio y al grupo que acompañaba a Evan.

En el auto, Evan dejó de lado su habitual reserva, permitiendo que su frustración se revelara sin filtros.

- No entiendo por qué mis asuntos personales tendrían que ser de conocimiento público... Realmente no me importa que todos sepan que soy gay, pero harían un escándalo de eso y sería peor.

Jordan mantuvo la vista en la carretera, pero escuchó con atención, permitiendo que Evan liberara sus tensiones sin interrupción.

Evan, entonces, compartió más detalles sobre su contrincante: un actor que había conocido días de gloria en su adolescencia, pero que ahora, consumido por la envidia y frustrado por su declive profesional, buscaba conflictos donde fuera. Evan agradeció a Jordan por haber intervenido en la pelea, reconociendo que bajar al nivel de ese hombre habría sido un error.

A medida que avanzaban, la influencia del alcohol se hacía más evidente en Evan, lo que llevó a Jordan a recordar la noche del hotel. Eventualmente, la tensión se desvaneció y Evan se sumió en un sueño agitado.

Al llegar a su destino, Jordan despertó suavemente a Evan. Al intentar bajarse del auto, una arcada sacudió el cuerpo de Evan; él luchaba por mantenerse erguido y por controlar las náuseas. Con cuidado, Jordan lo sostuvo por la cintura, permitiéndole que descargara su peso en él, y lo guió hasta su apartamento. Evan, débil y tambaleante, apenas logró abrir la puerta con sus propias manos.

En la privacidad del apartamento, Jordan le quitó cuidadosamente la chaqueta y los zapatos y lo acomodó en la cama. Pero cuando ya se había asegurado de que estuviera cómodo, Evan fue sacudido por otra arcada. Notando los evidentes signos de malestar, Jordan se sintió ansioso y preocupado. Dio vueltas por la habitación evaluando el entorno, entonces, su mirada se detuvo en un sofá solitario en la esquina. Hubo una pausa, la duda lo dominó. Pero después de un rato de indecisión, finalmente se dirigió hacia allí, se despojó de sus zapatos y se acomodó en el sofá. Se quedó, velando por el sueño y la seguridad de Evan.

Al despertar, la luz matutina inundó la habitación, donde Evan yacía tendido en la cama con el cuerpo pesado y la mente nublada por la resaca. Con esfuerzo, se incorporó en la cama; se frotó los ojos y se quedó sentado intentando despejarse. Entonces, su mirada, aún empañada por el sueño y el alcohol, se detuvo en una figura imponente e inesperadamente familiar en el sofá: era Jordan, quien dormía tranquilo en la quietud de la mañana. Evan se tomó unos segundos para procesar la imagen ante sí. Después, se deslizó fuera de la cama, acercándose a Jordan lentamente. Se inclinó, observándolo con curiosidad. Era la primera vez que contemplaba detenidamente sus facciones, repasando en todos los rasgos que encontraba tan atractivos.

El cambio sutil en la respiración de Jordan lo hizo retroceder. Él parpadeó y su mirada se encontró con la de Evan. Rápidamente, Jordan se incorporó. Con una expresión cálida en su rostro, y con voz ronca, lo saludó con un simple y suave “Hola”, que hizo estremecer a Evan.

Me quedé porque te veías un poco mal anoche -explicó Jordan tratando de orientarse-. Me preocupaba que fueras a ahogarte o algo así.

Conmovido e intimidado, Evan le agradeció con una voz apenas audible.

- ¿Cómo te sientes?, ¿estás bien?

- Me duele todo… pero es igual siempre que bebo.

Jordan asintió, con una leve sonrisa comprensiva.

- Déjame traerte algo para eso. ¿Dónde guardas los medicamentos?

Evan indicó la ubicación. Jordan regresó unos minutos después con la medicina y un vaso de agua. Evan lo recibió y se dispuso a tomarlo de inmediato.

- Oye… -Jordan dudó- ¿Te parece si… preparo el desayuno?, algo que ayude con la resaca. -ofreció titubeante, revelando una faceta que resultaba inesperadamente tierna para Evan.

- Es que no quiero molestarte –respondió Evan, sorprendido y un tanto avergonzado- ya hiciste mucho por mí, lo siento.

- Si fuese una molestia no me estaría ofreciendo. Además, yo también tengo hambre, y no quiero esperar a llegar a mi casa.

Evan cedió con una sonrisa dulce en su rostro.

- Ah, pero necesito lavarme los dientes o algo.

- Oh, claro. En el baño de afuera, en el segundo cajón debe de haber cepillos. ¿Quieres ropa limpia? Puedo prestarte algo.

Y mientras Jordan se alejaba, Evan no pudo evitar observarlo salir de la habitación. Una parte de él se deleitaba en la normalidad del momento y, por un instante, se permitió disfrutar la comodidad de ser cuidado, pero casi de inmediato, sacudió la cabeza, intentando disipar esos pensamientos invasivos.

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Comments

Saray Marchan

Saray Marchan

son adorable ☺️☺️💞💗

2024-05-04

1

Gelen Burgos

Gelen Burgos

Que lindos son 💞💝

2024-04-05

1

Anonymous

Anonymous

Este capítulo fue muy bonito. Siento que su relación va a ser muy tierna 💟

2024-04-05

2

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