Capítulo 14: Acuerdos

Jordan había pasado algunos días sin ver a Evan; aprovechando el tiempo para visitar a Ezequiel y otros amigos. Había retomado sus ejercicios e intentaba adoptar nuevamente el hábito de leer constantemente. Su ánimo había mejorado, sentía una renovada serenidad y optimismo, y la idea de ir a trabajar ya no le resultaba asfixiante.

Ese día, a Jordan le correspondía recoger a Evan. Se encontraba esperando en el auto cuando Evan apareció en compañía de Yoel. No pudo evitar notar la vestimenta de Evan: casual y cómoda, lo que le daba una apariencia fresca y destacaba su carisma natural.

Habían planeado una visita a un centro comercial exclusivo, uno alejado del bullicio habitual, optando por una tarde entre semana para evitar las multitudes. Jordan paseaba al lado de Evan, observándolo atentamente mientras avanzaban con calma por el centro comercial. De pronto, Yoel les hizo una señal cautelosa, atrayendo su atención inmediata. Con movimientos discretos, Yoel escaneó el entorno y de forma disimulada, los instó a refugiarse en una tienda cercana; las acciones se sucedieron en una secuencia veloz, con la precisión de un plan ensayado, aunque improvisado en el momento.

Confundidos, pero confiando en Yoel, Jordan y Evan acataron sin protestar, iniciando un improvisado juego de evasivas: se deslizaron ágilmente de un comercio a otro, zigzaguearon entre los pasillos, se escondieron, subieron aceleradamente las escaleras, cambiaron de dirección. La adrenalina los envolvía.

Con voz calmada pero segura, Yoel les reveló en susurros que estaban siendo seguidos. Propuso un plan de escape, ofreciéndose como distracción. Jordan asintió y Yoel se separó de ellos.

La responsabilidad se asentó sobre Jordan. Con total determinación, tomó la muñeca de Evan y caminó con cautela delante de él, buscando reflejos en los vidrios cercanos. Se movieron en dirección contraria a Yoel. Pero, sin previo aviso, una figura imponente irrumpió en su espacio personal; un hombre corpulento, con la intención clara de acercarse a Evan. Jordan reaccionó automáticamente, con un golpe certero apartó al hombre, para después empujarle con fuerza. El hombre cayó al suelo y lanzó un quejido, provocando las miradas alarmadas de los transeúntes que comenzaron a detenerse alrededor de la escena.

Pero sin dejar espacio para una pausa, una chica con una determinación feroz se abrió paso entre la gente y se acercó por el otro lado en dirección a Evan. Lo miró directamente a los ojos, mientras sostenía algo oscuro entre sus manos. Jordan, con sus sentidos en alerta máxima, la interceptó, protegiendo a Evan con su propio cuerpo. De repente, el hombre en el suelo se recuperó y atrapó el brazo de Evan en un intento desesperado de retenerlo. Evan, aterrorizado, intentó liberarse, su voz ahogada por el pánico. Jordan, se movió rápido, dio otro golpe al hombre, que lo obligó a soltar el agarre; pero, al mismo tiempo, siguió interponiéndose entre Evan y la chica, dándole una mirada tan amenazante que la hizo dudar. Aun así, ella no apartó la vista, respondiendo con la expresión más desafiante que le fue posible. Yoel regresó en el momento preciso; abordó a la chica por detrás con una precisión profesional. La sorprendió, inmovilizándola con un agarre seguro, haciendo que soltara lo que llevaba en la mano. Un líquido rojo se derramó en el suelo, tiñendo el mármol blanco del centro comercial. La escena causó una impresión en todos alrededor.

El personal de seguridad, finalmente alertado, se precipitó hacia ellos, y el hombre que había sido una amenaza momentos antes, ahora derrotado, se dio a la fuga con una agilidad sorprendente; zigzagueó entre la multitud, mientras era seguido por dos de los guardias. Yoel pasó a otro de los guardias la responsabilidad de sostener a la chica, quien forcejeaba sin éxito. Con voz calmada, Yoel informó que no estaban solos en su persecución; había otras dos personas que les habían estado siguiendo.

Guiados por el equipo de seguridad, fueron llevados a través de pasillos y puertas traseras, hasta la tranquilidad de un cuarto diseñado para situaciones precisamente como esa. El lugar parecía ofrecer un respiro y una liberación del estrés para todos, pero en ese momento, Jordan observó a Evan, cuya mirada estaba paralizada por el miedo puro. Sin dudarlo se acercó a él, reconociendo en su semblante los signos claros de un ataque de pánico, algo que indudablemente conocía muy bien. Empezó a hablarle a Evan con una suavidad sorprendente, palabras de calma destinadas a cortar a través del caos ensordecedor de su pánico. Al ver que eso no causaba efecto, Jordan alejó los brazos de Evan, quien los sostenía levantados frente a su pecho, y con delicadeza, pero con seguridad, lo sostuvo fuerte de las muñecas. Evan intentó zafarse agitadamente, pero Jordan lo mantuvo firme mientras continuaba hablándole; se inclinó lentamente y juntó su rostro al de él, sugiriéndole que sincronizaran su respiración.

Siguiendo su propia instrucción, Jordan tomó inhalaciones profundas y controladas. Mientras Evan se esforzaba por seguir el ritmo, sus intentos frenéticos por liberarse se fueron suavizando. Poco a poco, su respiración se fue estabilizando. El pánico se desvaneció, su cuerpo perdió fuerza y sus ojos se humedecieron. Jordan, dejando de lado cualquier protocolo o barrera profesional, envolvió a Evan en un abrazo gentil. Y Evan, superado por la intensidad del momento, se entregó sin más al consuelo ofrecido, aferrándose con fuerza al pecho de Jordan.

Las explicaciones vinieron después con la llegada de los policías y un representante de la compañía. Las imágenes capturadas por las cámaras de seguridad mostraban a dos individuos siguiéndoles desde el momento en que bajaron del auto, intercambiando mensajes de texto con sus cómplices. Gracias a su astucia y agilidad, Yoel logró desorientarles y esfumarse. En la pantalla se les veía dando vueltas confundidos hasta que recibieron un mensaje en el teléfono y abandonaron apresuradamente el lugar. El hombre corpulento también logró escapar.

Yoel compartió un dato crucial: había reconocido a una de las seguidoras, una cara familiar en las sombras de eventos pasados a los que habían asistido con Evan. El interrogatorio a la joven detenida reveló una trama más profunda: formaban parte de un colectivo autoproclamado activista, enfrascado en una lucha contra lo que percibían como los excesos del mundo del espectáculo, denunciando el consumismo y los estereotipos dañinos que, según ellos, perpetuaba. Este grupo pseudo-anarquista ya había hecho sentir su presencia anteriormente, empleando un líquido rojo, ardiente al contacto, pero no peligroso, que pretendía simbolizar la sangre, como un acto de protesta visual destinado a impactar. Los policías informaron que ya estaban siguiéndoles el rastro y que había una investigación en curso.

Tras el intenso incidente, llevaron a Evan de regreso a su apartamento. El trayecto estuvo impregnado de un silencio pesado, Evan con su mirada perdida en pensamientos sombríos.

Al llegar, tanto Yoel como Jordan lo acompañaron hasta la puerta. Yoel, con voz suave, planteó la posibilidad de quedarse, ofreciendo un soporte adicional, o sugirió llamar a un amigo para compañía. Evan, aunque claramente abrumado, rechazó la propuesta manifestando que necesitaba estar solo y en total calma. Aun así, se aseguró de agradecer por el cuidado y la preocupación.

En el umbral de la puerta, un breve intercambio de miradas entre Jordan y Evan selló un momento de silenciosa comprensión. Mientras se alejaba, Jordan se vio envuelto en una tormenta de pensamientos y emociones.

Este incidente despertó en él un sentimiento profundo y confuso, una mezcla de protección y conexión que iba más allá de su rol profesional. Una oleada de molestia e indignación lo atravesó, sorprendiéndolo con su intensidad. Aún con el eco del enfrentamiento resonando en sus manos, en su interior se estaba forjando un compromiso no solo de proteger a Evan de los demás, sino también de cuidarlo de la soledad de su propio mundo. Un juramento involuntario, una promesa silenciosa, sin admitirlo aún plenamente, reconociendo el papel que desesperadamente deseaba jugar en defensa de Evan.

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Comments

Anonymous

Anonymous

Ahhhhhh es que como es alto, imagino que tiene un pecho muy... 🌚🌚

2024-04-05

2

Anonymous

Anonymous

Me sorprende cómo puedes describir una escena de acción con los detalles y transmitiendo la emoción y angustia

2024-04-05

1

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