Capítulo 20

Estaba en casa después de desayunar con la familia de Maxi, buscando el pastel que le había preparado a Damián y escondido para que no lo viera. Era de chocolate blanco, decorado con chocolate normal y frutas. Subí las escaleras y entré en la habitación de Damian, comenzando a cantar. A mitad de la canción, se despertó riendo como un tonto. Lo felicité, le entregué su pastel y le dije que me esperara en el pasillo para su regalo.

Punto de vista de Damian:

Vi salir a Lia de mi cuarto, diciéndome que me esperaba fuera. Me duché y vestí, y al salir, encontré a mi hermana sonriéndole a su teléfono. Cuando me notó, sonrió y me llevó al tercer piso de la casa. Casi no subía a esta parte. Se detuvo frente a la puerta que supuse llevaba al ático.

—Cuando entres y veas todo, pulsa el primer botón del interruptor. Parece de la luz, pero no lo es —dijo sonriendo y se fue.

Miré la puerta y al lado había un escáner. Coloqué mi mano, entré y empecé a explorar. Vi una pequeña sala de estar con muebles cómodos, una mesita en el centro frente a una ventana que daba al patio. Me adentre más y me encontré con más muebles y un cuadro sin pintar. Al lado, un estante con numerosas pinturas. No eran solo algunas, eran muchas. Abrí unas cajas en el suelo y encontré materiales de pintura de la mejor calidad. Pinceles, paletas, brochas, lienzos, pinturas diversas, lápices y más.

Estaba emocionado, esperando que este lugar fuera lo que imaginaba. Al terminar de revisar todo, recordé lo del interruptor. Al presionarlo, escuché un leve sonido en el techo. Miré y quedé boquiabierto: el techo era transparente. Volví a presionar y volvió a la normalidad. Cuando iba a salir, vi una nota pegada en la puerta y la tomé.

"Mi niño hermoso, espero que te haya gustado tu nuevo estudio. Como verás, nadie puede entrar a menos que tú quieras, y yo obviamente. Tengo una noticia: sé que tienes muchos cuadros terminados, aunque no me los hayas dejado ver. Tu exposición ya tiene fecha, será en tres meses, así que trabaja duro. Te quiero, pitufo menor."

Nota: Pensé que te gustaría pasar tus cumpleaños con tus amigos y mi cuñada, así que te hice una reservación en mi nuevo restaurante. Quiero que veas qué tal está y si tengo que mejorar algo. También pensé en Anahi y le compré un vestido para que se lo ponga hoy. Tus demás regalos están en el cuarto. Besos.

Salí y descendí corriendo hacia mi cuarto. Al revisar los regalos, encontré ropa, videojuegos y materiales para mis bromas, o mejor dicho, nuestras bromas. Junto a ellos estaba la ropa para mi reina. Descendí las escaleras sin hacer ruido, escuchando a Lia hablar con Hades.

—¿Crees que le hayan gustado los regalos, bebé? —preguntó Lia, y Hades asintió de manera asombrosa. Es como si entendiera todo—. ¿Y si se enoja porque le puse fecha a su presentación en la galería? No sé, tal vez es muy poco tiempo o él no quiere salir de su anonimato —continuó, y Hades movió su pata como si fuera una persona.

Terminé de bajar corriendo, y mi hermana me miró con una sonrisa. Me lancé sobre ella, y caímos en el sofá. Empecé a darle besos por toda la cara mientras ella reía.

—Gracias, gracias, gracias. ¿Te he dicho que eres la mejor hermana del mundo? —dije, dándole más besos.

—Oye, ¿qué opinas de la exposición de tus cuadros? Si quieres, podemos poner otra fecha —comentó, y yo negué.

—Así está bien —le contesté.

—Tu desayuno está en el comedor —dijo, y me fui a desayunar.

Después de desayunar, me duché y cambié. Antes de bajar, tomé la ropa que Lia le había comprado a Anahí. Cuando bajé, encontré a mi hermana viendo una película con Hades a su lado.

—Ya me voy, vuelvo para ducharme —dije, tomando las llaves.

—¡DIVIÉRTETE! —gritó antes de que cerrara la puerta.

Punto de vista de Thalia:

Al terminar la película, me sentía aburrida. Maxi me dijo que hoy llegaban algunos familiares suyos para conmemorar el aniversario de muerte de su abuelo. Me invitó, pero pensé que sería inapropiado. Esos son asuntos familiares, momentos que no quieres compartir con un desconocido. Omaira pasaría el fin de semana con su novio y su familia, y Samantha tenía una cita con el dentista. Mis demás amigos tenían una misión, según lo que me contó Ben, y no podrían comunicarse por unas semanas. Además, Hades parecía estar de mal humor. Llevaba dos días en casa sin salir. La pregunta era: ¿A dónde íbamos?

—Muchacho —lo llamé, y él levantó la cabeza—. Sé que los dos queremos salir, pero ¿qué podemos hacer? —le pregunté. Se levantó y, a los pocos minutos, volvió con unos papeles en la boca. Los tomé y leí. Eran algunas cosas que tenía que revisar en los hoteles y restaurantes—. Buena idea, muchacho.

Me levanté, tomé la correa de Hades junto con mi teléfono y las llaves de mi auto. Hades se subió como copiloto, y comencé a manejar. El primer hotel al que iría sería el que remodelé recientemente, el "Villa Celestial". Sí, lo sé, un nombre peculiar. De hecho, todos los nombres de mis negocios son raros y exóticos. Llegamos, le puse la correa a Hades y nos dirigimos al despacho que tenía aquí. Todos los empleados que se cruzaban me saludaban, y yo respondía. Llegué y me puse a revisar todo.

Estuve revisando los documentos y haciendo algunas anotaciones en el despacho del "Villa Celestial". Hades se acurrucó a mi lado, mientras yo me sumergía en los informes y los detalles del hotel. Después de un rato, me di cuenta de que el hotel estaba operando sin problemas y que todas las mejoras que implementé estaban dando resultados positivos. Decidí dar un paseo por las instalaciones para asegurarme de que todo estuviera en orden.

Caminé por los pasillos, saludando a los empleados y observando cómo se desarrollaba la rutina diaria. La atmósfera era agradable, y me sentí satisfecha al ver que el personal estaba comprometido y los huéspedes parecían disfrutar de su estadía.

Después de un tiempo, regresé al despacho y decidí dirigirme al siguiente lugar en mi lista: uno de mis restaurantes cercanos, "Gastronomía Celestial". Manejé hasta allí con Hades disfrutando del viento desde la ventana del auto.

Al llegar al restaurante, me reuní con el chef ejecutivo y el gerente para discutir cualquier problema o mejora necesaria. Revisamos el menú, la calidad de los ingredientes y la satisfacción de los clientes. Estuve encantada al descubrir que las nuevas adiciones al menú estaban siendo muy bien recibidas.

Mientras salía de "Gastronomía Celestial", recordé que el restaurante había enfrentado una crisis hace unos meses. La afluencia de clientes había disminuido, y algunos platos no estaban cumpliendo con las expectativas. Agradecí internamente que el gerente y el equipo hubieran manejado la situación de manera eficaz, resolviendo la crisis sin necesidad de mi intervención directa.

Hiba saliendo del restaurante con Hades a mi lado, listos para regresar a casa.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play