capitulo 2

En un giro inesperado del destino, mis padres decidieron que mi camino se dirigiría hacia la escuela militar. El resto del día lo compartí intensamente con Damián, mi fiel compañero en esta travesía de emociones encontradas. A pesar de mis intentos, Ares permaneció inalcanzable, y su paradero se volvió un misterio, al igual que el paradero de sus amigos.

La idea de visitar la casa de Omaira, mi amiga de toda la vida, cruzó mi mente, pero la nostalgia de sentirme ignorada por ella, después de tantos años de amistad, me detuvo en seco. Opté por despedirme tan solo de su madre, quien también es mi tía, llevándome consigo un cúmulo de sentimientos encontrados.

Al regresar a casa, mi habitación se convirtió en el epicentro de la preparación para este nuevo capítulo que se avecina. Mientras cerraba las maletas, Damián irrumpió en lágrimas. En un acto instintivo, me senté en la cama, extendí los brazos y él se abalanzó hacia mí, sollozando con fuerza. Mis caricias intentaban calmar la tormenta emocional que ambos enfrentábamos ante la incertidumbre del futuro, un futuro que se revelaba ante nosotros como un lienzo en blanco.

"Ares partió, y ahora tú también te embarcarás en ese camino, dejándome solo", su voz resonaba entrecortada, marcando el tono melancólico que inundaba la habitación.

"No estarás solo, querido. Nuestros padres aún permanecen aquí, y también la tía, junto con Omaira. Ellas velarán por ti", traté de infundirle calma en mis palabras, aunque la pesadez del adiós se cernía sobre nosotros.

"Pero no es lo mismo, Lía", afirmó con seguridad, dejando ver la huella de la preocupación en sus ojos. "¿Con quién bromearé ahora con mamá y papá? ¿Y quién será mi compañero de aventuras en los videojuegos?", su lamento se teñía de nostalgia, y no pude contener la risa ante su desesperación.

"El hermano de Omaira es un experto en hacer bromas. Además, ¿no es nuestro primo y, además, tu mejor amigo? Podrás seguir disfrutando de las bromas y los videojuegos", le ofrecí una sonrisa para disipar la sombra de la tristeza.

"Es cierto", aceptó, levantándose y limpiándose las lágrimas. "No me harán falta", declaró con determinación antes de abandonar mi habitación. Permanecí observando la puerta, pero él no regresó. Opté por dirigirme al baño, dejar que el agua caliente calmara los latidos acelerados de mi corazón. Al salir, me topé con mi maleta, extrañamente cerrada. ¿Habrá sido obra de mamá? La sospecha se desvaneció cuando la maleta comenzó a moverse. ¿Cómo demonios podía una maleta moverse por sí sola? Un escalofrío recorrió mi espalda.

— “¡PAPÁ!”—exclamé con urgencia, mi voz resonando en la habitación.

Mi padre llegó rápidamente, buscando entender la situación en la que me encontraba.

— “¿Qué sucede, tesoro?” —inquirió, tratando de normalizar su respiración agitada después de mi llamado angustiado.

— “La maleta” —chillé, señalándola con una mezcla de incredulidad y ansiedad—."Se movió y no tengo recuerdo de haberla preparado. “

— “Ay, Thalía, ¿Cómo podría una maleta moverse?" —soltó una risa despreocupada, aunque su mirada reflejaba cierta curiosidad.

-"Entonces, revísala" —lo desafié, con la firmeza de quien sabe lo que ha experimentado.

Mi padre se aproximó, y justo cuando iba a abrir la maleta, ésta se desplazó, desencadenando que ambos gritáramos y saltáramos a la cama, abrazándonos mientras el misterioso movimiento continuaba.

-"¡MAMÁ!" —vociferé, elevando mi llamado de auxilio—."¡SÁLVAME!" —reiteré, en medio de la confusión.

Mamá entró en la habitación con una sartén en una mano y una escoba en la otra, mostrando una expresión entre divertida y sorprendida.

-"¿Qué ha ocurrido?" —preguntó, observándonos con ojos que buscaban respuestas.

- "La maleta se movió sola. Al parecer, hay algo dentro" —la voz de papá denotó

un dejo de temor, un matiz que habría hecho reír en circunstancias normales.

Mamá se aproximó y comenzó a golpear la maleta con la escoba hasta que, para nuestra

asombrosa consternación, ésta se quejó. Sí, como lo oyen, algo dentro emitió un

sonido lastimero.

-"¿Qué diablos?" —mamá abrió la maleta con cautela.

De ella emergió Damián, masajeándose la cabeza y expresando su descontento de una

manera cómica.

-"¿Qué hacías ahí?" —la voz de papá recuperó su tono habitual,

pretendiendo ignorar la extravagancia de la situación.

- "Se suponía que era una broma de despedida para Thalía" —se quejó mi hermano, entre risas—. "Pero la reacción de papá fue épica" —añadió, disfrutando del instante.

Papá adoptó una actitud molesta y abandonó la habitación, seguido por mamá, quien se reía a sus espaldas.

Aunque no lo diría en voz alta, la broma resultó ingeniosa. Conociendo a mi hermano, estoy segura de que no realiza ninguna travesura sin grabarla.

- "¿Me envías el video?" —lo miré, buscando perpetuar el momento.

- "Sí, claro... espera, ¿Cómo sabes que estaba grabando?" —frunció el ceño, intrigado.

-"Eres mi hermano" —respondí con obviedad—. "Te cuidaba cuando eras pequeño, obvio que te tengo que conocer" —sonreí, recordando momentos de complicidad.

- "Sí, como digas" —tomó su teléfono y se acomodó en mi cama—. "Ya te lo envié. Oye, ¿puedo dormir contigo?"

- "Por supuesto" —me acosté a su lado, compartiendo la cálida complicidad de la familia—. "Oye, ¿puedo pedirte un favor?" —mi pregunta captó su atención, así que dejó su celular a un lado.

- "Lo que desees, hermanita" —se recostó en mi pecho, brindándome la confianza que solo los hermanos comparten.

- "Si encuentras a Ares, ¿puedes darle mis saludos?" —jugué con su cabello, añadiendo un toque de complicidad—. "Y no dejes que nuestros padres le informen a Omaira dónde estoy. Solo dile que me fui a estudiar a otro lugar" —añadí, revelando una pequeña intriga en mi despedida.

- "Por supuesto" —bostezó, expresando su compromiso.

- "Te quiero, pitufo menor" —susurré antes de sumergirme en el sueño, envuelta en la seguridad que solo la familia puede brindar.

Desperté al sonido estridente de la alarma, recordando que mi vuelo partiría a las 6:00a.m. Rápidamente, me puse de pie, me sumergí en una ducha, revitalizante y organicé la última maleta pendiente. Una vez lista, me encaminé para despertar a Damián.

Inicié la rutina de regalarle besos por toda la cara, una costumbre arraigada desde su infancia y que, curiosamente, solo toleraba de mí, ni siquiera de mamá.

-"Damián, querido, es hora de despertar" —le prodigué más besos—."Hermanito, me estoy yendo. Al menos, despídete; después, puedes seguir durmiendo" —añadí, y en ese instante, se abalanzó hacia mí.

- "Thalía, te aprecio mucho. Deseo que te vaya de maravilla en tu viaje. No dejes que nadie te menosprecie y, si algo no va bien, comunícate conmigo. Quiero que, cada domingo por la tarde, me llames por videollamadas. ¿Lo entiendes?"—expresó apresuradamente.

- "Yo también te aprecio mucho, y sí, te llamaré todos los domingos" —le di un beso en la frente y lo acomodé—. "En mi armario, al fondo, encontrarás un regalo para ti: algunas cosas para dibujar y tus chocolates favoritos"- añadí, recordando los detalles que había preparado.

Bajé las maletas y encontré a mis padres esperándome. Subimos al auto en un silencio revelador. Al llegar al aeropuerto, me despedí de mis padres y subí al avión sin voltear atrás. Una nueva etapa de vida comenzaba.

Los motores rugieron mientras el avión se elevaba, marcando el comienzo de un capítulo desconocido. Con cada ascenso, dejaba atrás el hogar que siempre había conocido. Mi corazón palpitaba con la promesa de aventuras y desafíos por venir. Era el inicio de una travesía hacia lo desconocido, una oportunidad para crecer y

explorar lo que el destino tenía reservado. Con el eco de las despedidas resonando en mi mente, me sumergí en el viaje, decidida a forjar mi propio camino en esta nueva fase de mi vida.

Más populares

Comments

Yulienb🌹

Yulienb🌹

Jajajaja que divertido estuvo este capítulo, la escena de la maleta me diò un ataque de risa. Jajajaja

2024-03-24

4

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play