Capitulo 5: " Cumpleaños "

Desde muy temprano la mansión se encontraba en movimiento, extraños llegaron con un gran cargamento.

Odeli estaba molesta al ver el alboroto que estaban causando, y además desconocía que es lo que estaban haciendo ahí.

Notablemente molesta Odeli le pregunto al mayordomo.

¿- Condesa Odeli: mayordomo que significa todo este alboroto, que hacen esos desconocidos aquí y que es lo que traen?

- Mayordomo: oh Señora disculpé las molestias, ellos son artistas que hacen obras de títeres, fueron contratados por el Conde y todo ese cargamento es parte de su escenario... Bueno ellos están aquí porque hoy es

- Condesa Odeli: no necesitas recordarme que día es hoy.

- Mayordomo: [ sí... como podría ella olvidar el día de hoy]

La Condesa volteó y le dio la espalda al mayordomo, el mayordomo temeroso continúo la conversación.

- Mayordomo: Señora el Conde también desea que las Señoritas puedan disfrutar de la función y claro, usted tam...

- Condesa Odeli: Detente mayordomo, Ofelia y Olivia no necesitan mendigar sobras de alguien más, sí ellas desean ver una función contrataré una para ellas.

- Mayordomo: disculpe Señora eso no es lo que quise decir, pero le ruego perdone mi osadía de hacerle este pedido, el Conde realmente estaría contento de pasar más tiempo con las Señoritas y por supuesto sería muy bueno para la Señorita Regina conocer a sus her...

- Condesa Odeli: No, no te permito tal osadía, es suficiente Mayordomo sal de aquí de una vez que no quiero verte.

La Condesa ni siquiera permitió al mayordomo terminar de hablar, en el momento en que iba a mencionar la palabra hermanas, la Condesa se alteró, el Mayordomo hizo una reverencia disculpándose y se retiró.

- Mayordomo: Le pido disculpas Condesa, me retiro.

Mientras se alejaba del lugar, el mayordomo no pudo evitar pensar en la actitud de la Condesa.

- Mayordomo: [estrés posparto... Fue lo que dijo el médico que podría tener la Condesa y a lo que se debía su actitud, pero, la Condesa no presenta ningún síntoma compatible con esa condición... La Condesa simplemente no quiere a la Señorita Regina]

Odeli subió al segundo piso de la mansión y se encerró en su salón privado, desde ahí tenía una amplía vista hacia el jardín.

Justamente en el jardín se estaba preparando una gran mesa decorada, con postres y bocadillos que principalmente coincidían con los gustos de la pequeña Regina, ahí mismo también se estaba montando el escenario para la obra de títeres.

En la habitación de Regina, la niñera terminaba de vestirla, un vestido rosa pastel hecho de una tela esponjosa que hacía verla como un pequeño pastelito.

Él Conde llamo a la puerta preguntando sí ya estaba lista, a lo que la niñera contestó.

- Niñera: Conde aún falta el peinado pero ya está vestida.

Entonces el Conde entró a la habitación, al ver a la pequeña vestida con aquel hermoso vestido esponjoso que él eligió para ella sonrió ampliamente.

El Conde se acercó a Regina y acarició su cabeza, en cuanto al peinado aún no podía hacerse mucho, ya que aún tenía el cabello corto.

- Conde Augusto: papá tiene una solución para tu peinado.

Dijo el Conde emocionado al mismo tiempo que ponía frente a Regina una caja con un gran moño, aquello llamó la atención de la pequeña que trataba de agarrar la caja.

- Conde Augusto: ¿ohh te gusta? Pero te gustará más el contenido.

El conde abrió con entusiasmo la caja para develar su contenido, era una pequeña tiara recubierta en brillantes piedras preciosas.

El llamativo brillo de la tiara interesó mucho a Regina que extendió sus manos tratando de tomarla, y cuando no pudo hacerlo emitió un sonido que parecía ser una protesta, eso sumado a las pequeñas arrugas que se habían formado en su frente y los pucheros que hacía frunciendo sus labios denotaban su enfado.

El Conde rio a carcajadas al ver la expresión de su hija, y siguió molestándola por un momento más, hasta que le puso en las manos la tiara.

De inmediato, Regina se la llevó a la boca, pero el Conde impidió que lo mordiera, esto por miedo a que las duras piedras preciosas lastimaran su boca.

- Conde Augusto: No es para eso Cariño, déjame colocártela.

Regina seguía con su mirada el movimiento de las manos del Conde que tenía la brillante tiara, él se la puso en la cabeza, al ver lo perfecto que le sentaba y lo adorable que se veía se sintió feliz de haber elegido aquello como uno de los regalos.

- Conde Augusto: Feliz cumpleaños hija.

Los ojos del Conde negros como la misma noche brillaron como sí estuvieran siendo iluminados por una estrella, más precisamente esa estrella era la pequeña Regina.

- Niñera: ¡oh Señorita Regina se ve encantadora! Sin duda se ve como el personaje principal de este día.

Luego de eso se dirigieron al jardín dónde ya todo estaba listo para celebrar la fiesta por el primer año de vida de Regina.

Para ser una fiesta para menos de ocho personas se veía espectacular, el gran escenario estaba listo, aquello resultó tan curioso para Regina que nunca había visto algo así, su atención fue captada sé inmediato y no quitó su vista de ellos.

El Conde que la cargaba en brazos veía de cerca todas sus expresiones, cada gesto nuevo que hacía era motivo de interés para él.

El conde se sentó en el lugar preparado para él, cerca estaba la niñera, a su lado había asientos preparados para Ofelia y Olivia e incluso para la Condesa, el Conde los reojeo y vio que estaban vacíos, miro hacía un lado y hacia otro, pero no veía a nadie acercarse.

Entonces llamó al mayordomo, y discretamente preguntó.

- Conde Augusto: ¿ellas... vendrán?

- Mayordomo: No... La invitación fue rechazada.

El mayordomo no dio más detalles y el Conde no insistió por saber más, en cambio, miró a Regina que se veía emocionada por los curiosos muñecos que estaban apareciendo en escena.

- Conde Augusto: [es bueno que no seas consciente de algunas cosas aún]

El Conde dio la orden de que comenzarán con la obra, las pequeñas sonrisas de Regina llenaban el corazón del Conde y le hacían olvidar los problemas que había a su alrededor.

Mientras ellos disfrutaban de la obra, desde su salón privado la Condesa observaba todo, ella había mandado a llamar a Ofelia y Olivia.

Como sí no supiera que una fiesta se estaba llevando a cabo en el jardín que estaba frente a su salón, la Condesa se hizo la sorprendida cuando las pequeñas descubrieron aquello.

¿-Ofelia: esto que significa... en el jardín... una fiesta? Mi padre y... esa niña.

¿- Olivia: madre... madre tú lo estás viendo? ¿Por qué mi padre está haciendo eso con ella y nosotras no estamos ahí?

Las niñas se veían tan sorprendidas, pegadas al ventanal de vidrio veían al jardín con ojos llenos de dolor, y hablaban como sí hubieran sufrido una gran traición.

La Condesa que estaba tras ellas esbozo una sonrisa torcida, luego se agachó y apoyo sus manos en un hombro de cada niña, susurrando de forma lamentable.

- Condesa Odeli: Mis pequeñas... Estoy igualmente sorprendida que ustedes, no sabía nada de esto, Augusto...su padre, parece ser que no nos quiere cerca de él y esa niña... Entiendo que no me hubiera dicho nada a mí, pero a ustedes que también son sus hijas, esto me parece inaceptable, es... es como si las hubiera reemplazado... solo porque ella se parece más a él.

Ofelia se estremeció y sus ojos se llenaron de angustia, parecía que en cualquier momento no podría contener más su llanto, Olivia no pudo hacerlo y comenzó a llorar desconsoladamente mientras gritaba.

- Olivia: ¡la odió! ¡No la quiero, no quiero que esté cerca de mi padre! ¡Quiero a mi padre de vuelta! ¡Ella - ella lo robó!

Odeli abrazo a Olivia para consolarla, mientras afirmaba sus palabras.

- Condesa Odeli: es así Cariño, ella lo robó, es por ella que tu padre ya no las ve como antes.

Ofelia era un poco más racional debido a su edad y por qué así era su personalidad, por ello antes de aceptar rotundamente lo que su madre decía buscaba alguna otra explicación, pero al ver todo lo que se había preparado para Regina y que ellas fueron ignoradas totalmente creía lo que su madre estaba diciendo.

- Ofelia: [ tiene una tiara de piedras preciosas... ¿Mi padre se la regaló?... Ni a mi ni a Olivia nos regaló una... por qué a ella si...]

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